Además de la histórica sequía, 2017 pasará a la historia negra del medio ambiente de la Comunidad por el incremento exponencial del número de incendios y por su virulencia. La superficie arbolada arrasada por los incendios forestales en la Comunidad superó las 10.300 hectáreas, lo que supone casi triplicar la media de los últimos diez años, que rondó las 4.004 hectáreas.
En la Comunidad se contabilizaron más de 2.550 incendios forestales, un 49 por ciento más que la media del último decenio, de los que el 67,2 por ciento (1.715) fueron intencionados, 14 puntos más que la media. En total, se calcinaron más de 40.100 hectáreas, un 151 por ciento por encima del promedio, de las 24.130 fueron de matorral, 5.603 de pasto y 10.370 de arbolado.
En su comparecencia ante la Comisión de Fomento y Medio Ambiente de las Cortes, el consejero de Fomento y Medio Ambiente argumentó que la sequía fue un factor clave y resaltó que entre enero y octubre las precipitaciones medias en la Comunidad fueron de 294 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual son más 440 litros. Además, también se refirió a la alta intencionalidad y argumentó que sólo 104 incendios fueron provocados por causas naturales.
Un año más, los fuegos se concentraron en el oeste de la Comunidad, ya que las provincias de Ávila, León, Salamanca y Zamora contabilizaron el 68 por ciento de los incendios y el 94 por ciento de la superficie quemada. Además, sólo en León y Zamora se declararon la mitad de los fuegos que afectaron a 30.463 hectárea forestales, el 76 por ciento del total. De los grandes incendios, el más grave se registró en la comarca de La Cabrera (León) y afectó a 9.817 hectáreas.
Las Loras
Pero también hubo espacio en este 2017 para las buenas noticias y en el mes de mayo la Unesco declaraba a la comarca de Las Loras, ubicada entre Palencia y Burgos, como el primer Geoparque de Castilla y León y el décimo primero de toda España que entra a formar parte de la Red Mundial de la Unesco, formada por 120 espacios repartidos en 33 países.
Además, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, anunció durante una entrevista concedida a Ical, que Castilla y León se convertirá en “territorio con cero” vertederos y escombreras en dos años. Adelantó que la Junta prevé rematar en este mandato la depuración en municipios con más de 2.000 habitantes equivalentes y sentará las bases para atender, en colaboración con las diputaciones, a pequeñas poblaciones para que en la próxima legislatura se depuren todas las aguas.
A su vez, los planes de recuperación del oso en la Cordillera Cantábrica avanzan por el buen camino tres décadas después de su puesta en marcha. La población de oso pardo se estabiliza en la Cordillera Cantábrica en el último censo, cifraba en 40 osas y67 crías la población, cifras que, según la Fundación Oso Pardo, consolidan el proceso de recuperación de la especie. De este número, 34 osas con 57 crías corresponden a la subpoblación occidental (centro-occidente asturiano, Alto Sil leonés y Ancares) y seis osas con diez crías a la oriental (Montaña Palentina, Montaña oriental leonesa y bosques colindantes de Cantabria).
Contaminación del aire
La contaminación ambiental, provocada también por falta de precipitaciones, estuvo presente en la actualidad de la Comunidad y Valladolid se convirtió en el primer ayuntamiento de Castilla y León en cortar el tráfico en el centro de la ciudad, medida que repitió a lo largo del año en varias ocasiones.
Al mismo tiempo, Ecologistas en Acción alertaba en un informe de que 2,3 millones de castellanos y leoneses habían respirado aire contaminado por ozono durante la primavera y el verano, y cuatro quintas partes del territorio de la Comunidad habían estado expuestas a unos niveles de este contaminante que exceden lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, el informe de Ecologistas en Acción, que analizaba los datos recogidos en 455 estaciones oficiales de medición de ozono instaladas en todo el Estado español, entre ellas 36 situadas en Castilla y León, destacaba que el ozono troposférico es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio
Por otra parte, el maltrato animal se volvió a situar a la cabeza de los delitos denunciados por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en Castilla y León. En 2016 se contabilizaron 59 infracciones penales, un 25 por ciento más que un año antes, que provocaron que fueran investigadas 36 personas.
La mayoría de los casos estuvieron relacionados con malas prácticas en explotaciones ganaderas, incluidos los casos de abandono de caballos. Después. se encontraron los relacionados con mascotas, en especial los perros, y los que se producen en espectáculos taurinos populares.
Visita de nuevas especies
Mientras tanto, el cambio climático fue otro de los argumentos aportados por los expertos para explicar cómo la actividad del hombre afecta gravemente al movimiento de los animales, principalmente a la migración de las aves. Así, desde SEO/Birdlife se destacaba el incremento de especies que hacen parada por primera vez en Castilla y León para nidificar. Uno de los últimos ejemplos es el de la garcilla cangrejera, habitual de humedales del sur y más mediterráneos, y que logró reproducirse por primera vez en 2016 en la Comunidad, concretamente en Zamora.