El rito de recordar a los muertos

cementerio de león

Antonio Vega

Puede parecer visto desde fuera un ritual extraño pero cada 1 de noviembre miles de personas peregrinan hacia esos lugares del silencio que son los cementerios para recordar a las personas queridas, o no, que han dejado de acompañarnos en vida. La tradición se corresponde con la festividad cristiana de “Todos los Santos” instituida por el papa Gregorio IV el 1 de noviembre para honrar a los santos a los que no se había podido hacer durante el año.

La tradición española es acudir ese día a visitar los cementerios, habitualmente a la misa, y dejar flores en las tumbas de las personas queridas. En realidad el día de honrar a los fallecidos sería el 2 de noviembre, que es el día que la Iglesia Católica define como “Día de los Fieles Difuntos”.

Así los días previos y esta jornada del 1 de noviembre los cementerios se llenan de un inhabitual tráfico de personas y de un colorido especial por los ramos y coronas de flores que jalonan las tumbas de cualquier pueblo de la provincia. Tal es la afluencia que los principales ayuntamientos, como León, Ponferrada o San Andrés, tienen que realizar dispositivos especiales de tráfico y reforzar sus servicios de transporte público para evitar problemas en este día festivo.

¿Y afecta la crisis a los funerales?

Según datos del grupo Mémora, que gestiona el cementerio de León a través de la sociedad pública Serfunle, ser enterrado en España viene costando una media de 3.700 euros, que se reduce unos 200 euros en caso de incineración y varía según la ciudad. El coste de los servicios derivados de un fallecimiento es mayor en el norte que en el sur de España porque hay traslados más complicados y la calidad del féretro es superior. El incremento del IVA reciente, que ha pasado del 8 al 21%, subirá el precio medio del sepelio entre 200 y 500 euros, dependiendo de su tipología.

Mémora ha detectado un ligero incremento con la crisis de las incineraciones, al no ser necesario disponer de un nicho o tumba, y que hay una “tendencia de mayor austeridad funeraria”, según declaró su director general, Eduard Vidal.

Según datos de la Patronal de Empresas de Servicios Funerarios (Panasef), avanzados por el Grupo Mémora, en 2011 fallecieron en España 389.182 personas de las que 188.827 eran mujeres y 200.355, varones. Así, se ha producido un incremento de 8.761 defunciones con respecto a 2010, situándose la tasa de mortalidad en 2011 en un 8,39 por mil frente a la tasa del 8,22 por mil en 2010.

La crisis lo que si hace es espabilar a los que no tienen trabajo, como dos jóvenes de 17 años que ileon.com se ha encontrado en el cementerio de León. Ambos han acudido allí a ganarse unos euros “ayudando a limpiar las tumbas” a personas mayores o a quién necesite de sus servicios. Los dos, saltándose las clases del instituto, se han pasado los últimos días en el cementerio cobrando la voluntad, o al menos no nos quisieron desvelar sus “tarifas”, y que en el día 30 ganaron cada uno más de 50 euros prestando este servicio. Sólo en la mañana del día 31 llevaban algo más de 20 euros recaudados y esperaban que la tarde les fuera óptima. “Hay que buscarse la vida y esta es una forma honrada de ganársela” apuntaban ambos mientras buscaban a sus próximos clientes.

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