Se atisbó en 2020 por la pandemia y se avanzó en 2021 en cuanto sus restricciones fueron desapareciendo. Y es en este 2023 cuando definitivamente la compañía ferroviaria Renfe deja a León totalmente huérfano de trenes turísticos de lujo, un formato de éxito que precisamente habían nacido justo hace 40 años en la provincia leonesa con el primer Transcantábrico.
Los últimos recortes de los que se había hecho eco ILEÓN ya habían dejado en la mínima expresión el protagonismo de León en este tipo de trayectos realizados en coches de tren históricos, un poco al estilo lujo del Oriet Express, restaurados y ocupados por turistas de muy nivel económico, en su mayoría extranjeros, a los que se les ofrece pernoctar, comen y realizan todo tipo de actividades mientras les trasladan por los principales hitos culturales y turísticos del norte de España por los que atraviesa la vía estrecha de la antigua Feve.
En 2019 fue la última vez que realizó el trayecto hacia y desde León el Transcantábrico de Renfe, la punta de lanza de su flota de ferrocarriles históricos y turísticos. Su primer trayecto había visto la luz como experimento en julio de 1983, hace justo cuatro décadas, realizando un trayecto inaugural de La Robla a Cistierna, y a partir de ahí prendió el éxito que hizo que Feve (hoy absorbida por Renfe) fuera ampliando sus ofertas por la cornisa Cantábrica, pero sin arrinconar a León.
Las estadísticas oficiales de 2016 evidenciaban que el Transcantábrico clásico casi acogió a 1.000 viajeros (945 viajeros), lo cual suponía todo un 85% de ocupación, aumentando un 12% la que había tenido el año anterior. Y eso que su precio era casi prohibitivo, pero se pagaba y acercaba a esos turistas de alto standing a León capital y toda su montaña central y oriental. El Transcantábrico Gran Lujo que también llegaba a León sumó entonces otros 704 pasajeros. Y el Expreso de La Robla, el único que por ahora se mantenía ya en los últimos años, ya flojeaba con sólo 322 usuarios.
Sin embargo, ahora León se queda sin nada. Hace días en la web de Renfe para este tipo de trenes turísticos ya se anunciaba textualmente: “Canceladas todas las salidas de El Expreso de La Robla para 2023. Disculpen las molestias”. Ahora directamente ha desaparecido todo rastro, salvo un documento en formato PDF que queda obsoleto.
Eran ocho trayectos previstos entre León y Bilbao de tres días y dos noches, con paradas para visitar San Feliz, de donde partías, o la Cueva de Valporquero y las Hoces de Vegacervera antes de pasar noche, con cena, en Cistierna. El coste publicitado para los trayectos que se ofertaban en los meses de junio, julio, agosto y septiembre era de 1.050 euros por persona en compartimento estándar y 790 por suplemento individual. La única explicación que Renfe ha dado de su decisión de fulminar este último y ya descuidado trayecto ha sido que se debe a “problemas técnicos”, como detallaron escuetamente a La Nueva Crónica.
Ahora, el exitoso experimento nacido se ceñirá a dos formatos y ninguno de ellos en la provincia. El Transcantábrico Gran Lujo circulará por san Sebastián, Santander, Cabezón de la Sal, Llanes, Oviedo, Luarca, Viveiro y Santiago de Compostela al precio de 7.500 euros en coche cama de Suite Gran Lujo por ocho días y siete noches, con formato 'mini' de la mitad de tiempo y 2.650 euros; y el tren Costa Verde Express unirá Bilbao con Santiago de Compostela y viceversa por 4.000 euros en seis días y cinco noches.
Al margen de la vía estrecha del norte, queda otra oferta al sur de España con el Tren Al Ándalus Ruta Andaluza, entre Sevilla y el Málaga pasando por Jerez, Cádiz, Ronda, Córdoba, Úbeda, Baeza y Granada, el cual cabe recordar que llegó a darle protagonismo también a la provincia de León desde 2016 y hasta 2019, aunque en modo 'charter', llegando hacia Santiago de Compostela aprovechando para hacer escala en León capital y también en Astorga. Renfe también ha hecho desaparecer ahora otro recorrido más que llamó Al Andalus Lusitania, que unía Sevilla con Lisboa y Oporto y viceversa.