El caballo hispano bretón vuelve a lucirse por todo lo alto en San Emiliano de Babia
La localidad leonesa de San Emiliano de Babia recuperó hoy, dos años después de su parón obligado por la pandemia de la covid-19, la celebración del concurso-exposición de ganado caballar hispano bretón su trigésimo segunda edición, que congregó a unos 150 animales pertenecientes a una veintena de ganaderías de la provincia.
Los premios, cuyo importe total ronda los 8.000 euros en metálico, serán repartidos a lo largo el día en proporción al número de animales que participan en cada sección y de la calidad, sumando un total de once categorías diferentes. Concretamente, son potros y potras nacidos en 2022; nacidas en 2021; nacidas en 2020; potras de tres años; yeguas de cuatro a seis años con y sin rastra; de más de seis años; futuros sementales; y caballos sementales. A los once rangos se suman dos opciones excepcionales como son el mejor lote y el mejor ejemplar de la exposición. Asimismo, a los premios económicos se suman otros como invitaciones a comidas, escarapelas o cabezadas.
Cuatro jueces serán los encargados de emitir los veredictos. De ellos, dos son catedráticos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, mientras que los dos restantes son militares en las secciones de caballos. “En todas las zonas donde hay caballos de este tipo en un principio eran del ejército. Aquí estaban en La Parada, donde todas las yeguas del entorno se llevaban a su caballo, aunque cuando las ganaderías empezaron a aumentar, cada uno tenía ya su propio caballo y los militares dejaron de acudir. Por eso conocen los caballos y son personas cualificadas”, explicó el alcalde de San Emiliano de Babia, Basilio Barriada.
El regidor puso de relieve las “buenas previsiones existentes para la feria que se retoma tras la pandemia”, aunque lamentó que “hay menos ganaderos”, lo que achacó a que “aunque se pretende que sea menos exposición que concurso y una plataforma donde se conozca a los animales y se fragüen ventas y traspasos, esto a veces se hace en las casas”. Para Barriada, “los ganaderos ya son conocidos con sus clientes, por lo que muchos de ellos optan por no acudir a la cita”, lo que ha hecho que haya bajado el volumen de ganaderías y animales, aunque “no ha bajado la cuantía de los premios ni la subvención por participación”.
Sobre la situación del caballo hispano bretón, el alcalde recordó que “empezó siendo una raza marginal, porque la gente tenía vacas y un par de yeguas”. Sin embargo, desde hace unos diez o quince años “muchos han dejado las vacas porque tanto la ganadería de leche como la de carne están con los precios tirados, mientras que la de caballo mantiene precio, por lo que han derivado a ella”. Una ganadería que “mima al caballo en los mejores prados y fincas”, haciendo del hispano bretón “una raza muy buena con unos ejemplares preciosos” cuya carne “está muy demandada” en el norte de España, Cataluña, Italia o Francia, donde “se vente todo a muy buen precio”.
El presidente de la Asociación Española de Fomento del caballo Hispano-Bretón, Sixto Martínez, discrepó ligeramente con la visión del regidor de San Emiliano, ya que afirmó que “en España no hay una mentalidad de consumo de carne de equino”, sino que “el porcentaje dentro de la carne es ínfimo”, lo que hace que “haya que estar muy pendientes de las exportaciones con todo lo que conllevan”, aunque se hace “en mercados muy consolidados, sobre todo el italiano” mientras que “no somos capaces de entrar en el español”.
En el certamen de ganado caballar hispano bretón “más importante de España” con una “importantísima repercusión económica”, Sixto Martínez recordó que la raza sigue catalogada como en peligro de extinción y que recuperarla “no está siendo fácil”. Por ello, abogó por “mentalizarse del papel que juega la raza en los entornos rurales, tanto en tema de incendios, como de mantener o evitar la despoblación o el mantenimiento economías rurales”.