La Cabrera, un recorrido de agua por un monumento natural, rural y cultural por descubrir en León
La Cabrera, Cabreira, atesora la esquina suroeste de la provincia de León no sólo una lengua propia sino un propio y único sabor auténtico que resulta un placer descubrir. El verano es sólo una de las cuatro maravillosas estaciones en las que perderse por los encantos de esta enorme comarca de casi 1.500 kilómetros cuadrados repletos de monumentos natural y cultural arraigados en la auténtica esencia rural de siglos.
De aquí, del minúsculo pueblo de Iruela, era el José Rodríguez Losada, un joven pobre y aventurero que un buen día echó a caminar y acabó siendo casi el mejor relojero de todos los tiempos, triunfando en Londres y el artífice del mecanismo casi eterno del reloj de la Puerta del Sol que cada Nochevieja despide y saluda los años españoles.
El reloj que marca la aventura
Con muy poco del valor y el carácter soñador de Losada basta para adentrarse en La Cabrera, esta sucesión de valles cuya cumbre es el mítico monte Teleno, el pico supremo de la provincia con sus 2.188 metros de altitud, y pasmarse con la riqueza auténtica de una comarca que suma dos en realidad. Porque de sus cinco municipios, dos son bercianos de pura cepa (Benuza y Puente de Domingo Flórez), mirando a la cuenca del río Sil, y tres pertenecen al partido judicial de Astorga y su vecina Maragatería (Castrillo de Cabrera, Encinedo y Truchas), de la cuenca del Duero.
Pero son una unidad que pasa por sumar apenas de media tres habitantes por kilómetro cuadrado, una de las cifras más bajas del país que convierten La Cabrera en una de las 'Laponias' de Europa. Eso deja un espacio vital interminable para pasmarse con la naturaleza en su estado más puro.
El plan de verano que propone cada fin de semana ILEÓN tendría en la comarca de La Cabrera recursos infinitos. Pero la centraremos en el agua. Porque el agua moldeó desde siglos atrás, enriqueció su geografía en tiempos romanos buscando -y saqueando- el oro de Las Médulas y aún refresca la esencia de esta comarca.
Andainas, caminando se conoce mejor
Precisamente, este domingo 23 de agosto se pone fin a una de tantas grandes iniciativas que desarrolla el Instituto de Estudios Cabreireses en su afán por mantener y mostrar la riqueza de esta tierra. Han sido cuatro semanas de andainas cabreiresas, de rutas a pie por espacios imprescindibles.
Y el último es a espectacular la Cascada Agualta, desde el pueblo de Pozos, después de haber recorrido Las Rubias donde nace el río Eria, uno de los muchos canales romanos por Llamas de Cabrera y el Túnel del Sastre. Dejamos aquí reseña de todos ellos.
Están locos estos romanos
Quizá el más valioso patrimonio de La Cabrera sean, precisamente, los canales romanos, desarrollados a partir del siglo I de nuestra era y muchos de ellos redescubiertos hace apenas unos pocos años.
Se trata de cientos y cientos de kilómetros canalizaciones, hasta ahora localizados 27 monumentos y enclaves arqueológicos, de una ingeniería tan abrumadora que sólo los invasores del imperio podían ejecutar cuando el fin lo valía. Y aquí el fin era conseguir mover el agua de hasta el último arroyo de la comarca para dirigirla en dirección a Las Médulas, hoy en la vecina comarca del Bierzo, hacia la gigantesca industria de extracción de oro que enriquecía a los césares.
Las huellas de los desmontes, algunos tallados en la roca incluso subterráneos, es una huella enorme pero que ha permanecido siglos abandonada y sólo ahora ensalzada por los expertos, como Roberto Matías, aprovechada como recurso de sendero milenario y algo protegida pero no por el Patrimonio de la Humanidad que Las Médulas sí es.
El empeño muy cazurro de los incansables miembros de Amigos del Patrimonio Cultural de León ProMonumenta ha limpiado y mantenido estos parajes como las administraciones no son capaces de hacer y gracias a ello, al menos, hoy ya no forman parte oficial de la temida Lista Roja del Patrimonio.
En esta web se pueden ver con detalle sobre el mapa los interminables recorridos disponibles para maravillarse con estas autopistas casi imposibles para aprovechar la fuerza del agua. Y en este otro enlace, los diferentes senderos disponibles.
Un aula de interpretación para un vistazo total
Para comprender mejor este patrimonio hay que visitar el aula de interpretación de los canales romanos situada en Puente de Domingo Flórez desde su inauguración en el año 2014, especialmente fácil de entender con su original maqueta. Sin embargo, han sido muchos los años que, por falta de personal casi siempre, el aula no está abierta al público de manera estable.
Ahora, en espera de un consorcio que impulse este patrimonio y facilite este tipo de servicios, su alcalde, Julio Arias, detalla que se puede concertar una cita previa en teléfonos del Ayuntamiento de Puente, 987 460 371 y 987 460 181, o a través del correo visitas@canalesromanos.es.
Lagos, un recurso natural extraordinario
Continuando el curso del agua que recorre las venas del paisaje de La Cabrera, dos lagos, ambos vestigios glaciares del cuaternario, son sus monumentos más naturales, declarados como tales en 1990: los lagos de La Baña y de Truchillas.
El Monumento Natural de La Baña, el más pequeño, con una superficie de 731 hectáreas, se sitúa en La Cabrera Baja, en el término municipal de Encinedo, y desagua en las fuentes del río Cabrera, afluente del Sil. El Lago de Truchillas, por su parte, posee una superficie de 1.066 hectáreas incluidas íntegramente en el término de Truchillas, pedanía de Truchas, y sus líquidos acaban en el Duero a través del río Eria. De modo que uno y otro se dan la espalda fluvial.
Los paseos para conocer estas frescas masas líquidas -que inspiraron también la dura pero impresionante historia novelada de “Antonio B. El Rojo. Ciudadano de tercera”, de Ramiro Pinilla, de cuando La Cabrera era tan dura y pobre como las Urdes- son dos sendas. A la de La Baña lleva una pista de las muchas canteras de pizarreras de la zona y la que conduce al Truchillas se inicia en la carretera de Truchillas.
Varias áreas recreativas se distribuyen en la zona, la que se encuentra en la subida al puerto de Truchillas, la del pueblo de Valdavido, en La Baña la de la Virgen de Biforcos y la de Pozas de La Baña, junto al río en el mismo pueblo.
Dos propuestas de museos para conocer la dura vida pasada
Para incluir planes culturales, más reposados tras tanta caminata, y también anclados en la historia, hay que reseñar dos museos. El que los aglutina a todos es el Museo Etnográfico de La Cabrera, en el pueblo de Encinedo. Son dos salas contiguas que nos llevan a la vida tradicional cabreiresa, eminentemente rural, a través de utensilios domésticos, herramientas y aperos, indumentaria,... así como de fotografías y dibujos costumbristas. De entrada gratuita, conviene consultar en el teléfono 987 66 40 69 antes de la visita, aunque en invierno abre del 1 de noviembre al 31 de marzo las mañanas de 12.00 a 14.00 horas y en verano (del 1 de abril a 31 de octubre) también las tardes de 16.00 a 18.00 horas.
Y para concretar unos usos específicos de la comarca está el Museo del Encaje, que se sitúa en Villar del Monte, como 'sucursal' del Museo del Encaje de Castilla y León desde su inauguración en 2009 de la mano de la etnógrafa Concha Casado, a quien La Cabrera debe tanto. Tampoco tiene una apertura estable, así que es mejor preguntar en la Oficina de Turismo situada en la plaza Portilla, así como en el teléfono 983 796 035.
Y un animal único en el mundo
De tanto hacer andainas por La Cabrera, quizá tengamos la suerte de toparnos con un animal que es único en todo el mundo, que apenas sobrevive ya en esta comarca y algunos escasos territorios del Bierzo y Maragatería, comarcas vecinas y hermanas.
Se trata de la muy leonesa y muy prestosa Lagartija Leonesa, la 'Iberolacerta galani', que tiene el honor lógico de llevar este nombre por su exclusividad geográfica, después de que durante décadas se la diera por extinguida y que hoy forma parte del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.