“El Principado de Asturias no tiene intención de abonar lo que creemos que les corresponde”. Así de tajante se mostró hoy el portavoz del Gobierno del PP en la Diputación, Jaime González, a propósito de la eterna posibilidad, nunca concretada por escrito -como reconoció- de que la estación de esquí asturiana de Fuentes de Invierno se enganche a la energía de la línea de alta tensión ejecutada por la Diputación y que de momento presta servicio a la estación leonesa de San Isidro y los municipios de la vertiente leonesa, como Puebla de Lillo.
González responía así a preguntas del diputado no adscrito Matías Llorente, abundando que desde 2007 el Gobierno asturiano ha podido formalizar un acuerdo con la Diputación para aprovechar, previo pago, la nueva infraestructura. “Llevamos seis o siete borradores y nunca hemos llegado al acuerdo definitivo”, explicaba, censurando que el único objetivo de Asturias es pactar pagos diferidos en varios años. Incluso con esta fórmula, “si se hubiera firmado en 2007 ya estaría todo pagado, pero si pretenden hacerlo ahora llegarían a 2019, con doce años de retraso”.
El presidente de la Diputación, más conciliador, recordó que el problema es para León muy sencillo: “Nos pagan por la luz, ellos verán si la quieren”. Pero su portavoz estaba dispuesto a meter cicaña: “León ha solucionado su problema con una inversión muy importante; lo que Asturias decida hacer es su problema”.
Pero el servicio de esta línea tuvo otro punto de 'conflicto' en el Pleno celebrado hoy, cuando el socialista Luis Rodríguez Aller preguntó si el PP buscará acuerdos, vía convenio, para rebajar las tarifas a algunos usuarios, como lo ha hecho con dos urbanizaciones; y cuando Llorente abogó por “eximir a todo el municipio de Puebla de Lillo de todas las tasas que tienen que pagar a mayores”, instando al presidente Orejas -que recordó que recurrió esas tasas como alcalde- a “zanjar el problema de una vez y definitivamente”. “Nos reuniremos con quienes lo pidan”, trató de zanjar el portavoz popular. Y así lo hicieron, por cierto, con un vecino afectado que asistía indignado a la sesión en el Palacio de los Guzmanes.