Un día después de aprobar la declaración ambiental estratégica, la Junta ha dado luz verde al “proyecto regional” La Robla Green, que constará de plantas de hidrógeno verde y de metanol de origen renovable, así como una instalación de destinada a la quema de biomasa y otra para la captura de dióxido de carbono. Lo ha hecho a través de una resolución de la Consejería de Medio Ambiente publicada en la edición de este jueves del Bocyl (Boletín Oficial de Castilla y León). La iniciativa prevé una inversión de 750 millones de euros para su desarrollo.
Tras responder a siete escritos de alegaciones, la Junta ha dado su visto bueno al proyecto con la especificación de que está a la espera de que Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) resuelva una solicitud d reducción de la línea límite de edificación, que por el momento deberá situarse a una distancia de 50 metros de la arista exterior de la plataforma.
La documentación referida a este proyecto regional estará disponible íntegramente en la página web de la Junta de Castilla y León (www.jcyl.es/plau), donde se publica como anexo a esta orden la relación de documentos relacionados. Y esta aprobación comportará la declaración de utilidad pública e interés social y la necesidad de urgente ocupación de los bienes y derechos que resulten necesarios para su ejecución.
Contra esta orden, que agota la vía administrativa, podrá interponerse recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente a su notificación.
En una zona afectada por el cierre de las minas de carbón en la Montaña Central Leonesa y la clausura y desmantelamiento de la central térmica de La Robla, este proyecto de energías verdes, que resultará beneficiario de subvenciones procedentes de fondos europeos, está llamado a generar alrededor de 450 empleos.
La Robla Green integra cuatro tecnologías de vanguardia, como son una planta de e-metanol verde con una capacidad de producción de 100.000 toneladas anuales, una planta de hidrógeno verde con una capacidad de 200 megavatios de electrolisis, que producirá 28.800 toneladas anuales destinadas íntegramente a la producción de e-metanol verde, una planta de generación por biomasa de origen agrícola con 50 megavatios de potencia y capacidad para generar 400 gigavatios por hora al año de energía eléctrica y una planta de captura del CO2 procedente de la instalación de generación con biomasa..
“Estamos ante un logro fundamental que consolida nuestro compromiso con el desarrollo sostenible y la innovación en energías y combustibles verdes. Este respaldo institucional de la Junta de Castilla y León nos acerca aún más a hacer realidad un proyecto que transformará el panorama energético y económico de la región”, señaló el presidente de la empresa impulsora del proyecto, Reolum (fundada por exdirectivos de Forestalia), Fernando Muñoz.