Tres profesores universitarios abordan en este artículo publicado en el blog 'El Ventano' el asunto de las crecidas de los ríos y la limpieza de estos.
Alfredo Ollero Ojeda (Universidad de Zaragoza), Pedro Brufao Curiel (Universidad de Extremadura) y Askoa Ibisate González de Matauco (Universidad del País Vasco) argumentan que cuando se pide “limpiar un río” no se pretende liberarlo de basuras, sino eliminar sedimentos, vegetación viva y madera muerta, elementos naturales del río. Se demanda, en suma, agrandar la sección y reducir la rugosidad para que el agua circule en mayor volumen sin desbordarse y a mayor velocidad.
Aseguran que los daños en el río son enormes y justifican que estas prácticas deberían estar radicalmente prohibidas. Pero es que, además, son acciones que nada benefician a los que las demandan. Y afirman que son las crecidas las que limpian los cauces y mantienen la vegetación a raya.