León, la provincia más retrasada en porcentaje de mayores vacunados en la Comunidad

La vacunación contra el coronavirus en los mayores de más de 80 y 90 años en la provincia de León muestra el menor alcance en porcentaje de toda la Comunidad autónoma, según los propios datos de la Junta de Castilla y León, pese a ser la que más dosis de estos fármacos ha recibido según el reparto decidido desde Valladolid.

Puede parecer paradójico, la primera en dosis pero la última en vacunaciones pero la última en protección de sus mayores. Los datos de la página web oficial de la Junta sobre la situación del coronavirus (en la pestaña 'Vacunaciones y Suministros') son evidentes: indican quinientos fármacos distribuidos más que en Valladolid, pero a la hora de tener protegidos a los mayores sólo han recibido vacunas el 30% de los de más de ochenta años y menos del 80% de los de noventa en la leonesa; en la vallisoletana han sido el 50% de los primeros y prácticamente el 100% de los segundos.

En estos porcentajes de alcance de protección, la provincia de León está por debajo de la media de la comunidad autónoma, que es de un 50% entre los de 80 y 89 años y de un 80% en los mayores de 90. La Junta había enviado a fecha de 23 de marzo a las gerencias de León y el Bierzo 76.663 dosis, de las cuales se han inoculado el 77,43%, mientras que a Valladolid 75.260 (que ha inyectado menos, un 71,36%).

¿Entonces cómo es posible tanta diferencia entre una y otra provincia en protección de sus mayores? Pues sencillamente por que en León influye mucho el envejecimiento.

Mientras en la provincia leonesa hay 35.000 mayores de 80 años y casi once mil de más de 90, en la vallisoletana hay 15.000 de los primeros y cinco mil de los segundos. Se da la circunstancia incluso de que en el tramo de hombres de más de 90 años en Valladolid se ha llegado al 102,75% de alcance vacunador (se debe a que al ser de doble dosis el total de vacunación sería el 200% de la población de esa edad), lo que indica que prácticamente todos ellos han recibido la primera dosis, ya que en las mujeres el porcentaje es de un 99%.

La Consejería de Junta de Castilla y León ha efectuado el reparto de viales de forma que no se pueda decir que se deja atrás a la provincia de León, pero esos quinientos viales de diferencia no sirven para evitar las dos dificultades que se encuentran los equipos de vacunación en León, que hay el doble de mayores y la dispersión de la población en dos áreas de salud con una complejísima orografía que la provincia vallisoletana no tiene.

Este reparto, aparentemente favorable a León es más político que eficiente a la hora de proteger a sus mayores. Nadie le puede decir a la Junta que no haya destinado más fármacos a la provincia leonesa, pero aún así resultan claramente escasas para que los gerentes de salud puedan cumplir el objetivo marcado por la consejera de Sanidad Verónica Casado: escudar contra el coronavirus primero a los más mayores, ya que son nueve de cada diez de los muertos que produce la covid-19.

Tampoco el reinicio de la vacunación hoy con AstraZeneca va a solventar este problema, ya que las autoridades no permiten usarla para mayores de 65 años.

Una política igualitarista que, al no contemplar las características distintivas de la provincia de León, hace que sean los mayores de aquella que es la primera con más muertos en toda la pandemia de la comunidad autónoma, sean ahora mismo los más desprotegidos de toda ella.