“A León le comen la merienda”

José Cañedo. Secretario General de la Academia Leonesa de Gastronomía.

Vaya por delante que no me tengo por una persona intolerable, regionalista, ni nada parecido, pero las evidencias cantan y llega un momento que te preguntas ¿En León somos los más tontos de la clase o nos están tomando el pelo?

En el resto de España no se pueden imaginar el daño que a León le está causando pertenecer a una comunidad autónoma tan absurda y extensa como la nuestra. Lo curioso del caso es que los políticos leoneses están encantados consigo mismos.

En la cuestión gastronómica, que es la que a mí me atañe, el perjuicio que nos está causando el estar integrados en Castilla y León es incalculable. En alguna ocasión he comentado las medidas de la Junta sobre los productos gastronómicos de nuestra tierra, el caso de los “Quesos Castellanos” fue sangrante y ahora integran la exitosa marca de calidad “Productos de León” que lleva funcionando veinte años, en esa especie de maremágnum sin sentido que se llama “Tierra de Sabor”.

Este invento de la Junta de Castilla y León, impide que el consumidor del resto del mundo diferencie los productos de las nueve provincias y su marca permite incorporar los que no están fabricados en nuestra tierra, simplemente transformados.

Esta medida, que para los productores puede ser muy rentable a corto plazo, hace perder, completamente, la identidad de nuestra gastronomía, ya que en el resto de España existe una gran confusión sobre nuestros productos, tan grande como la autonomía en la que estamos inmersos. Tenemos que respetar que los productores estén en “Tierra de Sabor” porque no les queda otra opción para elevar sus ventas, si hubiera otra plataforma, propia de León, que les ofreciera las mismas condiciones, no lo dudarían.

Si han visto el video promocional de “Tierra de Sabor”, habrán observado que León no existe e incluso se permiten explicar que el amarillo del logo se trata del color del cereal castellano. Y no se les cae la cara de vergüenza. ¿Por qué no han puesto el color rojo de nuestros botillos, chorizos, cecina o pimientos?

León, es la provincia de la comunidad que cuenta con más variedad de productos alimentarios, desde los cárnicos, con nuestros maravillosos embutidos, los de la huerta que todos conocemos, legumbres de primera línea, las frutas del Bierzo y hasta pescado tendríamos si no se hubieran cargado nuestras truchas, que llegaros a ser las más afamadas de Europa.

Que todo esto no lo sepamos vender, es una cosa; que los encargados de velar por la gastronomía leonesa estén más cómodos al amparo de las subvenciones de la Junta, es otra; que a los propios productores, en su gran mayoría, les falte iniciativa para dar a conocer la gran calidad de lo que venden, promocionarlo y unirse para mejorar el turismo gastronómico de León, es una más; pero que todo ello nos haga perder nuestra identidad, eso sí que es una triste realidad. Después no nos quejemos de cómo nos va.

Hace unos días, en una reunión de Academias de Gastronomía de toda España, tuve que explicarles cómo era nuestra autonomía y la poca conexión que tenemos entre las diversas provincias que la componen, también tuve que hablarles, como no, del centralismo de Valladolid. Siempre nos dicen que somos unos llorones con este tema, pero el abuso es absolutamente demostrable. Ellos no son capaces de entender nuestra situación, sobre todo, porque pertenecen a Academias de autonomías uniprovinciales o muy definidas como la Gallega y la Vasca. ¡¡¡Qué gran suerte la suya!!!

Cuando desapareció el evento más importante de nuestra provincia, el concurso gastronómico de La Semana Internacional de La Trucha, dijeron que la culpa era, una vez más, de las subvenciones y el resto de concursos que se organizan en León son mediocres, en su mayoría. En una provincia que hay más bares y restaurantes que en muchos países del mundo, la participación es mínima y seguimos quejándonos.

Que aparezcan en Valladolid, que se ha erigido en capital de la Comunidad, nuevas Academias de Gastronomía bajo la tutela de la Junta, dejando de lado las que ya existían por el capricho de algún amiguete agradecido, cuando los que trabajan en la defensa de nuestra tierra son otros y además con recursos propios, no es de recibo. Y también está pasando.

Afortunadamente, se están creando, con gran esfuerzo de los propios empresarios, asociaciones de gente joven y emprendedora, que tienen muy claro que solo dependen de ellos mismos. Esa será la única manera de poner nuestra gastronomía en el lugar que le corresponde y olvidémonos de los mayores males de este país, la subvención y el agradecimiento al político de turno.

La historia moderna de León la han escrito los políticos, ajenos a la voluntad de los leoneses. Desgraciadamente su mediocridad ha llevado a nuestra provincia donde se encuentra y todos sabemos que no es un buen lugar. Eso sí, para la foto siempre son los primeros.

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