León capital reabre el Camino de Santiago tras cuatro meses cortado por una amenaza de derrumbe, que persiste
Han tenido que transcurrir casi cuatro meses para que León haya recobrado la normalidad en el tránsito normal por el Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, a su paso por el centro de la capital.
Ha ocurrido por fin esta semana, enfilando el pico de máxima afluencia de peregrinos, cuando el Ayuntamiento ha decidido retirar una doble valla metálica que impedía por completo el paso, a todo tipo de vehículos y peatones, a la altura del número 9 de la calle Herreros, en pleno Casco Histórico y muy cerca de la iglesia del Mercado y la tradicional Plaza del Grano.
El motivo de aquella valla fue un derrumbe de parte de la fachada de la vivienda situada en ese número, el 9 de la calle Herreros, por su nefasto estado de conservación. Por fortuna, la caída de material a la calle no causó heridos a finales de enero, cuando se produjo, y ya desde entonces -hace ya casi medio año completo- el Consistorio tuvo que adoptar medidas provisionales para impedir que nadie se acercara a la parte afectada de la vivienda. Ya entonces se tuvo que reordenar el tráfico, con varios cambios y no pocas quejas. Pero el peligro persistía.
Por eso, el 21 de marzo, vecinos, transeúntes y peregrinos se encontraron con el corte total de la calle con dos grandes vallas metálicas, las cuales han sido retiradas este lunes 14 de julio sin previo aviso. Sin embargo, con una simple inspección a la zona se aprecia que en la fachada del inmueble, con un expediente de ruina impulsado por el Ayuntamiento en fechas cercanas, que la situación de riesgo permanece idéntica. El boquete en la vieja pared de adobe del último desprendimiento permanece igual y hay algunos nuevos pedazos a punto de caer.
No se aprecia obra ninguna en marcha y, sin embargo, ahora ya nada impide el paso normal por la zona de cientos de personas y pequeños vehículos, aquellos que pueden sortear una gran jardinera situada en las inmediaciones, en la Plaza de las Concepcionistas, para impedir el tránsito normal de turismos o vehículos más grandes, que son ahora mismo los únicos afectados por la restricción.
En su caso, todos los vehículos de motor siguen teniendo que afrontar la salida de la zona con el acceso excepcional permitido por la calle San Francisco, el estrecho vial que une la Plaza de las Concepcionistas, y de ahí con todo el Barrio Húmedo a través de Fernández Cadórniga, con la plaza de San Francisco, donde se ubica la gasolinera y hace esquina el negocio de hostelería de Burger King. Es decir, que los vecinos de las calles Herreros o Puerta Moneda continúan sin la posibilidad de acceso rodado para suministros, entregas y servicios o el paso de vehículos de emergencia.