León y Asturias pactan conexión eléctrica para el esquí con una línea y una gestión de San Isidro plagada de polémicas 'chispas'

Los presidentes de la Diputación y Asturias, Álvarez Coruel y Barbón (centro) sellando el pacto energético para Fuentes de Invierno.

Carlos J. Domínguez

La historia contemporánea de la estación de esquí leonesa de San Isidro, en el municipio de Puebla de Lillo, y propiedad de la Diputación de León, es una historia repleta de sobresaltos. Esa historia cumple hoy un hito, un acuerdo por el que se espera desde hace más de 14 años, entre San Isidro y su estación gemela asturiana de Fuentes de Invierno, justo al otro lado de la Cordillera que apenas las separa.

Su 'unión' será un cordón umbilical en forma de línea eléctrica de alta tensión, un trazado de 34 kilómetros desde Valdehuesa (Boñar) que lleva ya una década suministrando por fin con estabilidad a las pistas y viviendas de San Isidro y que ahora dará estabilidad eléctrica también a Fuentes de Invierno, en el concejo de Aller.

Pero la alta tensión también hace simbólica referencia a casi dos décadas de problemas, dificultades, proyectos megalómanos, sobrecostes millonarios con dinero públco, denuncias, intereses personales y hasta sentencias por corrupción. No le falta casi nada a esta historia que hoy completa una etapa gracias al apretón de manos definitivo entre el actual presidente de la Diputación, el socialista Gerardo Álvarez Courel, y el del Gobierno de Asturias, el también socialista Adrián Barbón.

El acuerdo, en cómodos plazos a 10 años

El pacto supone el compromiso del pago de 1,8 millones de euros en cómodas cuotas pagaderas en diez años de 181.525,70 euros cada una por parte del Principado a la Diputación, para 'enchufar' por fin ya a la red eléctrica de Iberdrola su estación invernal.

Roza el cuarto de siglo el origen de todo. Fue a principios de la década del 2000 cuando la Diputación de León se planteó por primera vez construir una línea eléctrica en la vertiente leonesa de San Isidro. El coste máximo inicial se cifró cerca de 5 millones de euros. Pero comenzaron los problemas ambientales -pocos-, los intereses y algunas oposiciones locales por el recorrido -algunos más-, y los trámites interminables -muchos-.

Para complicarlo más, la empresa Esquí & Golf Resort, apadrinada por el mítico campeón olímpico Paquito Fernández Ochoa, firmó en octubre de 2005 un contrato de compraventa con la institución provincial leonesa, que es propietaria de los terrenos de San Isidro, adquiriendo 39 parcelas con la obligación de edificar en ellas en un plazo de cinco años.

Cuando las vacas gordas

Se dio a conocer un plan de lo más ambicioso en plena época del pelotazo urbanístico y las vacas gordas inmobiliarias, con la ambición de conseguir vida más allá del esquí en San Isidro y fuera de la estación invernal, siendo presidente de la Diputación Javier García-Prieto.

La esperanza se proyectó como una gran urbanización de edificios de apartamentos y chalets, cabañas y varios hoteles con hasta 400 plazas, 90 de ellas en un buque insignia de cinco estrellas. No se quedaba ahí: se comprometió una Casa Club, campo de golf y un gran complejo polideportivo con spa, piscina, pista de patinaje y gimnasio. Y el remate era un gran centro comercial. Total, cifras muy gordas: 60 millones de inversión a tres años, 400 empleos durante las fases de construcción y sólo en atención hostelera unos 200 estables para siempre.

Cuando la presidenta provincial del Partido Popular, Isabel Carrasco -con propiedades en la estación de esquí leonesa- dio un golpe de mano interno y decidió apartar a García-Prieto y ponerse ella en la Presidencia del Palacio de los Guzmanes, en 2007, San Isidro y la línea eléctrica fueron unos de sus caballos de batalla.

Un pastizal tras otro

Tras la crisis de 2008, dio por zanjado el megalómano proyecto anterior y a las arcas públicas le costó muy caro: una sentencia obligó a indemnizar a Ski & Golf Resort con 3,2 millones de euros. El principal motivo que admitió el juez ante la denuncia de la compañía es que poco menos que fue un fraude porque en San Isidro seguía sin haber electricidad digna: la famosa línea eléctrica seguía empantanada y la zona se suministraba, como Fuentes de Invierno hasta ahora mismo, con insostenibles generadores eléctricos de combustible.

Así que Carrasco inició una cruzada obsesiva por enchufar San Isidro con alta tensión. Carísima también. En 2009 ya se cuantificaba en 7 millones de euros en total, contando redacción de los proyectos, subestaciones, tendido y toda la ejecución. De entonces datan ya negociaciones con el Gobierno asturiano para asumir el coste entre las dos administraciones pero nunca cuajaron.

Finalmente, licitado en su impulso final en 2011, se dio por concluida la línea eléctrica no sólo para San Isidro sino también para gran parte del municipio de Puebla de Lillo, en el año 2012. Para entonces la inversión ya había superado los 12 millones de euros en total, sobrecostes criticados por la oposición entonces del PSOE por no estar suficientemente explicados. La factura subió aún más cuando hubo que dejar en manos de Iberdrola, en un acuerdo firmado a 25 años, la gestión y suministro energético, a un precio de prácticamente 1,5 millones de euros por cada megavoltiamperio (MVA) de potencia. Eso , para entenderse, salía a 1.434,27 euros por kilovatio solicitado para los usuarios que se engancharan.

La 'administración Carrasco' le puso al Principado un acuerdo económico: tenían que “resarcir” a la Diputación de León pagando 5 millones de euros si querían los 3,5 megavoltiamperio que Fuentes de Invierno necesitaba. Asturias lo rechazó por excesivo. “La cuenta de la vieja”, así lo criticaron sus responsables de entonces.

El fatídico año 2014, de asesinato a Audiencia Nacional

Cuando en mayo de 2014 cuatro disparos acabaron con la vida de Isabel Carrasco, en este asunto pocas cosas cambiaron y menos que ninguna la gestión, absolutamente continuista de mano de su delfín y sucesor: Marcos Martínez Barazón. En apenas unos meses en la Presidencia, también se repitieron anuncios, jamás concretados en realidad, de acuerdos de gestión conjunta y pagos con Asturias para ambas estaciones de esquí. Pero sí dio tiempo a que la especulación y finalmente la corrupción volviera a San Isidro.

Por eso, en octubre de 2014, la UCO de la Guardia Civil detenía a Martínez Barazón en su despacho del Palacio, y le llevaba a la cárcel preventiva, tras meses de escuchas y pruebas que se dieron en llamar Operación Púnica. Casi una década después le supuso una condena de la Audiencia Nacional a él, al exdiputado provincial de Turismo y alcalde de Puebla de Lillo, Pedro Vicente Sánchez, y al interventor 'Suso' López. El delito fue de prevaricación, entre otras cosas por el amaño a conseguidores intermedios de pliegos en proyectos para volver a intentar que San Isidro tuviera actividad fuera de la época de esquí.

Planes de privatización en plena campaña electoral

Se encadenaron presidente tras presidente: primero el interino del PP Emilio Orejas, alcalde de Valdelugueros -con terrenos también en San Isidro-. Luego el también popular Juan Martínez Majo, que llegó a usar electoralmente este asunto junto con la candidata del PP al Principado, Teresa Mallada, anunciando a bombo y platillo una llamada 'Gran Estación de Esquí del Norte', pero que tendría gestión privada, algo que al perder ambos las elecciones se fue al garete.

Más recientemente, ya el socialista Eduardo Morán también anunció que se avanzaba en la negociación pero sin fortuna el cierre de un acuerdo económico a cambio de luz estable para Fuentes de Invierno. Y en todo ese largo y fallido camino, hasta un socialista leonés de origen, exalcalde de Mansilla de las Mulas y entonces director general de Deportes, José Ramón Tuero, fue un actor activo en el proceso, que siempre falló en vida de Carrasco y Martínez Barazón por considerar sus millonarias pretensiones "la cuenta de la vieja".

Visiones de un acuerdo “histórico”

Pero ni siquiera el pacto final de hoy deja a todos contentos, porque el PP de la Diputación en la oposición ya ha censurado la rebaja a la que se pliega, a su juicio, el equipo de Gobierno después de años de fiascos.

Por su parte, el presidente Álvarez Courel echó mano hoy del manido término “histórico” para reconocer “hoy sí” lo que “supone el desbloqueo de una situación enquistada desde hace casi dos décadas” que permite que Fuentes de Invierno “pueda suministrarse de energía eléctrica de una forma eficiente y competitiva”.

El presidente Asturiano, Adrián Barbón, se congratuló además porque sellar este acuerdo “va a permitir trabajar en el siguiente hito: la fusión, el trabajo conjunto de las dos estaciones para crear una gran infraestructura que una ambas partes de la Cordillera”, palabras muy parecidas a las que llevan casi décadas llenando titulares.

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