La Unión del Pueblo Leonés (UPL) pide explicaciones a la empresa Aulesa, concesionaria de la autopista León-Astorga, sobre el futuro de los trabajadores que prestaban servicio en las cabinas de los peajes, que desde la madrugada de este lunes han sido sustituidos por máquinas.
La formación pregunta si esa falta de medios humanos en los peajes supondrá y redundará en una rebaja en el precio del peaje (cosa que no ha ocurrido), “dado que en caso contrario nos encontraremos no solo con el mantenimiento de esta autopista que carece actualmente de sentido, sino también con la pérdida de los pocos puestos de trabajo creados”.
Los leonesistas reclaman tanto a la Junta como el Gobierno que contemplen la liberación de esta autopista y la de León-Campomanes “en beneficio del uso diario de todos los leoneses y de la seguridad viaria, como ha acontecido en otras muchas autopistas que han visto cómo se liberaba por un interés estrictamente político” y citan las autopistas AP-7 en sus tramos entre Tarragona y la Jonquera y entre Montmeló y el Papiol, la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, la C-32 (Barcelona-Lloret de Mar) y C-33 (Barcelona-Montmeló) que dejarán de ser de pago el 1 de septiembre de este año.