Laura González Llamazares, la estudiante leonesa con beca para conquistar el espacio
“Después de darme la Beca Hispasat todo el mundo se piensa que debo ser un 'cerebrito'. Pero no, sólo me esfuerzo mucho. Y no soy tan empollona, que mi media es notable. Si me han dado esa beca ha sido por todas las actividades extraacadémicas que he realizado y organizado, porque hoy en día eso cuenta más que un expediente de diez, aunque sea importantísimo sacar las mejores notas posibles. Pero en este mundo que viene si no te mueves, si no muestras capacidad de organización e iniciativa las cosas no están tan fáciles para los que sólo saben estudiar. Aún así no tenía esperanzas, me he llevado una enorme sorpresa”.
Así define Laura González Llamazares —flamante ganadora de una financiación de 5.000 euros para cursar un máster o estudios de postgrado en el sector aeroespacial y de prácticas en esta empresa tecnologica española de satélites—, cómo es y cómo ha llegado a ser la primera beca 'Mujer Ingeniera' de España.
Laura es una chica de 22 años que estudia cuarto de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de León. Su hermana pequeña acaba de pasar la nueva selectividad. “En realidad mi padre es un manitas, pero la ingeniera de la familia soy yo”, explica orgullosa. Pese a no verse como una estudiante brillante, su curriculum académico es de aprobarlo prácticamente todo al año. Salvo el año pasado en que estuvo estudiando un año en la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney, considerada la número 20 del mundo, aprovechando el programa Amicus. “Se me ocurrió la idea de matricularme en una asignatura muy difícil, me vine arriba y... bueno, no pude con ella; así que en vez de 8 asignaturas en cuarto ahora estoy con 10 y el TFG (Trabajo Fin de Grado), que lo hago sobre Fabricación Aditiva e Impresión 3D”.
En la Universidad de León una de las titulaciones con prestigio en España es ingeniería aeroespacial. “Aquí hay gente con un nivel impresionante, en serio”, vuelve a comentar para quitarse importancia. “¿También salgo de fiesta, eh?”, puntualiza. La futura ingeniera menciona de pasada que es la presidenta del Maker Club de la Universidad de León y también que está haciendo prácticas en el TAFI (el grupo de Tecnologías Avanzadas de Fabricación e Inspección). Su trabajo de fin de carrera lo hace allí, modificando una impresora 3D. “Tengo que agradecer enormemente a Pablo Rodríguez González que me animara a matricularme este año de todo lo que me faltaba para terminar la carrera. Su 'Laura tú puedes' ha sido crucial para que pudiera afrontarlo todo y, de paso, ganar la Beca Hispasat (ya que era para alumnas que hubieran terminado o de último año de ingeniería). Pero eso sí, me estoy esforzando como nunca en mi vida y este año ha sido bastante duro, no lo voy a negar”.
“Fab Lab León y el Movimiento Maker cambiaron mi vida”
A Laura González Llamazares, el 'hacer cosas' y organizar el Maker Club de la ULE le han dado el plus necesario para conseguir la Beca Hispasat. Y todo se debe a que aplica la filosofía del Movimiento Maker, que en la provincia de León promociona Fab Lab León desde el año 2010 y ferias tecnológicas como la 3D Printer Party y la Mini Maker Faire. “Fab Lab León y el Movimiento Maker cambiaron mi vida, porque a partir de conocerlo me dí cuenta de que para un ingeniero es trascendental 'hacer'. El poder aplicar lo que uno estudia para realizar algo, poner en práctica lo de que la palabra ingeniero proviene de ingenio es algo genial y muy, muy divertido”, explica.
En cuanto llegó a Australia lo primero que buscó entre los quinientos clubes universitarios fue un lugar similar. “Encontré 'Create', que me sorprendió por su PacMan robótico, y aprendí mucho de ellos; sobre todo que son capaces, siendo universitarios, de buscar financiación. Fue mi tabla de salvación, porque yo ya no puedo vivir sin el mundo Maker”.
La anécdota que mejor define a Laura González Llamazares para demostrar que para ella casi nada es imposible es bien sencilla. Durante la segunda edición de la Mini Maker Faire León, organizada por Fab Lab León en el Musac, esta estudiante de ingeniería estaba en Australia y consiguió asistir al evento... desde Sidney. ¿Cómo se iba a perder una de las fiestas Maker más importante de León cuando para ella la actitud del 'háztelo tú mismo con la tecnología que tengas a mano' es una de sus máximas? Pues ni corta ni perezosa se puso a disposición de su amigo Fran Sarasúa que montó un robot con una pantalla y una cámara... y por la feria que se paseó durante un rato aun estando físicamente a unos 16.000 kilómetros de distancia.
“Al volver a León y estar en la última 3D Printer Party cuando mis amigos ingenieros visitaban el espacio de Fab Lab, me pregunté cómo era posible que la Universidad de León no tuviera algo parecido a 'Create' y me puse a buscar gente para promocionar un Maker Club, con la fortuna de que el profesor Francisco Rodríguez Sedano buscaba un proyecto autogestionable para darle sentido a un aula. Como en el primer cuatrimestre veinte alumnos estábamos interesados, moví cielo y tierra para conseguirlo. Y lo conseguí. En el segundo cuatrimestre ya éramos cuarenta. Hay que reconocer que hemos tenido un enorme apoyo de la Universidad de León, que ha apostado por él sin dudar”.
Es fundamental poder poner en práctica lo que nos enseñan en clase, y muy ameno; lo 'Maker' es la nueva forma de aprender, que es haciendo.
Los miembros del Maker Club de la Universidad de León organizaron la carrera de drones en el Fly Fest Los Oteros junto a Aepsa y gestionan ellos solos siete proyectos distintos. Sus miembros están trabajando en: el lanzamiento de un cohete con aparatos de medición, un avión radio control, un coche autónomo (en colaboración con la Asociación de Estudiantes para la Promocion de Sistemas Autónomos Aepsa), diversos proyectos con Arduino, un robot autónomo con inteligencia artificial, un cañón de Gauss, y el equipo de drones quadricópteros de carreras.
“Es fundamental poder poner en práctica lo que nos enseñan en clase, y muy ameno; lo 'Maker' es la nueva forma de aprender, que es haciendo”, apunta. Le encantaría que el Maker Club sea “una referencia para los alumnos y la Universidad de León” y anima a todos sus compañeros de la Escuela de Ingenierías a aprovecharlo; “pero más aún me gustaría que llegue a otras facultades y escuelas, porque la filosofía Maker sirve para todos”.
“No faltan recursos, falta iniciativa y un poco de pensar en el 'yo puedo hacer cosas'. Sería bueno, quizás, que la Universidad se planteara crear una asignatura más centrada en aprender a llevar adelante proyectos. Es que es la forma en la que vas a trabajar como ingeniero el día de mañana”, asegura.
“Animo a las chicas estudiar ciencias y tecnología, es más divertido de lo que parece a primera vista”
Laura González Llamazares quiere aprovechar los 5.000 euros de la Beca Hispasat para estudiar un máster de Ingeniería Aeronáutica de dos años en la Universidad Carlos III de Madrid. Y también tendrá prácticas en la propia empresa del satélite español. “Y eso que tenía pensado pedirlas en Airbus y me habían ofrecido hacer otras en un acelerador de partículas en Alemania tras terminar la carrera. De hecho la beca de Hispasat ha decidido mi futuro”.
Orgullosa de haber sido seleccionada como la primera 'Mujer Ingeniera' en este programa, “estudiando en León”, también es consciente de que “es esencial que las niñas y las chicas estudien carreras de ciencias y tecnología”.
“Les diría a las niñas que se acerquen a Fab Lab León, que tiene un programa específico que es 'Poderosas', en el que se mezcla el arte con el concepto STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas); es decir, utilizar la creatividad para fomentar el talento femenino; pero para todos los críos también”.
“Es super divertido. Y que no tengan miedo. Que a mí me han tratado en la escuela igual que a todos los demás chicos”, explica. “Sí es verdad que a las niñas a priori puede no parecerles atractivo. Sí es verdad que tenemos que hacer que se lo parezca. Pero es que es muy entretenido ver cómo funcionan las cosas y hacerlas funcionar. Que se animen, que mola un montón y no es tan complicado como lo pintan. Yo no soy ningún cerebrito y lo estoy consiguiendo. En mi familia siempre me han dicho que 'con esfuerzo todo lo que te propongas lo puedes conseguir'. Si tu sabes que esforzándote puedes hacerlo, cualquier niña también. Las chicas tienen otro punto de vista para resolver problemas que es fundamental para afrontar los retos del futuro y por eso son necesarias en estos sectores”.
“Todo León tendría que pasarse por el Fab Lab. Desde que lo conocí me dí cuenta de la cantidad de cosas que se pueden hacer. Además encuentras a mucha gente con los mismos intereses que tú. Para mí ha sido una fuente de inspiración y apoyo. El que tú supieras un poco más de una cosa, otro de otra y que al final pudiéramos sacar un proyecto es lo que despertó en mí la pasión de llevarlos adelante, como el Maker Club; que es en realidad lo que me ha permitido ganar la beca al diferenciarme de las demás candidatas, que tenían bastantes mejores notas que yo”, recomienda la aún estudiante (por poco tiempo) de la Escuela de Ingenierías de León.
Quiero trabajar en algo que me guste y me apasione. Me molan mucho los cohetes. Me gustaría hacer un robot y llegar a marte. Me encantaría dejar huella.
Sobre su futuro y lo que le gustaría ser, ella lo tiene bastante claro: “Quiero trabajar en algo que me guste y me apasione. Me molan mucho los cohetes aunque no he estudiado ni sé sobre ellos, me gustaría hacer un robot y llegar a marte. Dejar huella. Ahora mi referencia es Elon Musk. Es alucinante que un tío diga: voy a hacer este planeta sostenible y vamos a hacer coches eléctricos, paneles solares que sean baratos y encima, por si acaso nos sale mal, conquistamos marte y hacemos una colonia allí. Me gustaría ser alguien que inspire a gente. Con todo esto del Club Maker me doy cuenta que me apasiona la ingeniería, pero también me gusta transmitir ciencia y gestionar proyectos y trabajar con y para personas”.
Sí, su sueño es conquistar el espacio. “Pero también conquistar mi vida y ser feliz haciendo feliz a la gente y cosas que me apasionen”. Laura González Llamazares ya está en la plataforma de despegue, no sólo para aprender de satélites en Hispasat, sino de su proyecto vital. Apunta a que llegará muy alto. O más allá.