El derribo urgente de varias fachadas que se encontraban protegidas en la calle La Rúa, en pleno Casco Histórico de León y también en pleno Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, podría acarrear consecuencias para el Ayuntamiento de León en forma de sanción.
Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha corroborado un incumplimiento claro del Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural, una presunta infracción del Consistorio leonés admitiendo esta acción de derribo exprés de las fachadas por parte de Lino Casquero, la constructora propietaria del amplio solar en el que se encontraba ejecutando obras para levantar 30 viviendas, 71 plazas de garaje, trasteros y un amplio local comercial.
La celeridad se ha justificado por parte del Ayuntamiento en el peligro de derrumbe de parte de la estructura, peligro que se apreció el pasado martes al caerse unos cascotes a esta céntrica y transitada vía peatonal. Pero Patrimonio con ese reglamento en la mano recuerda que se ha incumplido la obligatoriedad de dar a conocer la declaración de ruina a la Junta antes de proceder a derribo alguno cuando afecte a un inmueble afectado por un Bien de Interés Cultural (BICO), como es el caso por ser la zona Camino de Santiago.
“El órgano competente para la declaración de ruina deberá comunicar inmediatamente la situación de ruina al Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, el cual, previo informe técnico, dictará resolución que contenga las medidas necesarias para garantizar el mantenimiento de las características y elementos singulares del inmueble. Dichas medidas no podrán incluir más demoliciones que las estrictamente necesarias y se atendrán a los términos previstos en la resolución que se dicte”, reza el reglamento en casos como el de La Rúa en León. Y fuentes de la Delegación autonómica en León certifican que tan comunicación no se ha producido ni el martes ni ayer miércoles.
Así las cosas, la Junta ha puesto en marcha una visita de técnicos de la Sección de Patrimonio y de Cultura en León para valorar in situ la situación y, con la información recabadas, elaborar un informe que sirva de base a las acciones que la Junta adopte. Pero si el Ayuntamiento persiste en incumplir el reglamento negando cualquier comunicación de la situación está abocado a que se le abra un expediente que al final podría conllevar una sanción.
Mientras todo esto ocurre, en el amplio tramo afectado continúan los trabajos contrarreloj para terminar de tirar la totalidad de las fachadas protegidas y hasta ahora sustentadas por una estructura de hormigón y gruesas vigas.
La mayor parte han desaparecido del todo ya y apenas queda una en pie el frontal del antiguo edificio en el que se situó hasta hace algunas pocas décadas la tienda de Muebles Gago que pasaba por ser el comercio más antiguo de la ciudad, fundado en el siglo XIX, en concreto en el año 1868. Previsiblemente este jueves también será derribada esta parte que como el resto hacían de cerramiento en el gran solar en el que se continúa trabajando y que linda por un lado con La Rúa y por otro con la propia Plaza de San Marcelo.
Cuando los derribos concluyan el Ayuntamiento espera reabrir en su totalidad la calle al tránsito, ya que permanece cerrada por seguridad y por los propios trabajos desde el martes.
UPL ve otro caso que “misteriosamente se cae”
Ante la evidencia de la desaparición de las fachadas protegidas, ayer el grupo municipal de Unión del Pueblo Leonés (UPL) exigía que al menos la futura reconstrucción a la que se vea obligada la empresa constructora “se efectúe con total fidelidad a la fachada derribada, y no se produzcan esperpentos que por razones estrictamente arquitectónicas se desvíen de la fachada tradicional a conservar”.
Y es que el portavoz municipal leonesista, Eduardo López Sendino, destacaba que “en algunas ocasiones aquello que por licencia municipal e informes técnicos se ha obligado a conservar, resulta que misteriosamente se cae”. Por lo que pedía “que los técnicos municipales tomen debida nota de la situación de las fachadas derribadas, del tipo de fachada y su fisonomía”, en aras a una fideligna reconstrucción.