El consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, asistió hoy a la presentación en León de ocho nuevos vehículos híbridos de la empresa Alsa que se suman a la flota de autobuses urbanos de la capital y su alfoz, a la que también acudieron los alcaldes de los municipios afectados.
Sanz Merino recordó que se trabaja desde el punto de vista técnico para coordinar “en la medida de lo posible las diferentes explotaciones de nuestros proyectos de transporte de modo y manera que para el futuro no haya obstáculos de una posible fórmula de integración, si es que se puede llegar a lograr”.
“Lo que en todo caso vamos a intentar es que no haya obstáculos entre la explotación del transporte por parte de la Junta y el transporte urbano. Estamos comprometidos y creo es también una buena noticia para los ciudadanos que las instituciones intenten no poner obstáculos sino trabajar en mejorar los servicios, que no es fácil, porque la última dificultad es el coste y es muy importante”, añadió.
Por su parte, el alcalde de León, José Antonio Diez, quiso mostrarse “un poco más optimista” y dijo estar convencido de que sí se va a conseguir un acuerdo entre administraciones sobre la integración del transporte. “Sería un poco frustrante quedarnos como estamos después de tantos años y sabiendo que el modelo no es el más adecuado ni idóneo, evidentemente, para el funcionamiento del propio transporte ni tampoco para el servicio que prestamos a todos los ciudadanos, tanto de León como del alfoz”, manifestó. Reiteró que “es un proceso complicado, va a ser largo, pero va bien encaminado para poder tener ese transporte integrado, mucho más eficiente, que al final es el objetivo que buscan las administraciones y desean los ciudadanos. Creo que estamos en el buen camino”.
Casi todo, de Alsa
Por su parte, Diez señaló que ese nuevo servicio junto a otras intervenciones en modernización que se llevan a cabo gracias a una ayuda europea a iniciativas sobre digitalización dotada con 10,6 millones “van a suponer un salto cualitativo muy importante desde el punto de vista del usuario y de la formación y de la información al usuario del transporte público”. “Creo que hemos iniciado un camino que muchos de ellos dudaban de él, pero que estamos en él y que estoy seguro que llegará a buen fin y a buen puerto lo antes posible”, añadió.
Respecto a los ocho nuevos vehículos híbridos de la empresa Alsa (concesionaria de la práctica mayoría de las rutas con el alfoz, así como actualmente de los urbanos de León con un contrato ya largamente expirado y sin renovarse) que se suman a la flota de autobuses urbanos de la capital y su alfoz, a la que también acudieron los alcaldes de los municipios afectados, el consejero aseguró que supone avanzar en la renovación de un parque al que ya se sumaron otros cuatro el presente año, alcanzando una inversión total de cinco millones. Todo, dijo, con el objetivo de “lograr un transporte público más moderno y sobre todo más sostenible. Sin duda, la modernización del transporte interurbano, en este caso de ámbito metropolitano, es un fin en sí mismo, porque para los usuarios supone mejor servicio, en el sentido de ser más cómodo, más moderno, más capaz y más eficaz. Pero si a él se suma una apuesta, por la sostenibilidad, creo que vamos en la buena dirección”.
Centro de Control de Transporte
Estos nuevos autobuses sitúan la renovación de la flota del transporte metropolitano de León en un 55 por ciento del total de los que cubren las 34 rutas existentes, que el pasado año contabilizaron un total de 1,7 millones de pasajeros. El consejero recordó que una cantidad importante de los fondos de resiliencia europeos conseguidos por la Junta se destina a la renovación de las flotas; hasta la fecha con un total de 152 nuevos autobuses en toda la Comunidad.
Por último, el consejero de Movilidad situó en el próximo año la puesta en marcha del Centro de Control de Transporte de Castilla y León, que se ubicará en la estación de autobuses de la capital leonesa, comenzando a operar antes del verano y con 17 puestos de trabajo. “Me parece que es algo que merece ser subrayado y es otra línea de colaboración real y efectiva en el ámbito de las relaciones institucionales”, dijo. Y eso a pesar de que la inversión inicialmente anunciada en su día por el consejero leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, de 25 millones de euros, finalmente se reduce once veces, apenas 2,3 millones.