Seis meses. Medio año. Hasta octubre de 2024 exactamente. Ese es el plazo que, a modo de ultimátum forzado, impone la Junta de Castilla y León al Obispado de León para que abra de una vez por todas, y con la finalidad comprometida, el Museo Diocesano y de Semana Santa ubicado de la ciudad junto a la Catedral.
Este es el plazo oficial para que este espacio en el que se invirtieron más de 8 millones de euros en obras, 2,7 de ellos de dinero público y con un sobrecoste que casi duplicó la previsión inicial, con el compromiso ineludible y por escrito de destinarlo a museo de las cofradías de Semana Santa, su patrimonio y su historia, deje de estar totalmente vacío o mal destinado a salón social multiusos en el Barrio Húmedo de León, como la Diócesis lo ha venido hasta ahora empleando -y cobrando por ello- desde que inaugurara hace ya cuatro años. Hasta cumpleaños privados de conocidos hosteleros ha llegado a albergar en este tiempo.
Los seis meses el el plazo máximo que concede la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio que dirige el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, y que le ha sido comunicado esta semana al Procurador del Común -defensor del pueblo de Castilla y León- tras abrir diligencias por este flagrante incumplimiento, a instancias de la queja de un activo joven leonés, José Vicente Díez Hernández, que se ha propuesto acabar con el desaguisado de la Fundación Museo Diocesano y de Semana Santa creada por el Obispado para la gestión de esta sede.
Precisamente, la procuradoría había concluido su resolución sobre este caso instando a la Consejería a exigir una fecha concreta en el calendario el pasado mes de marzo, como publicó ILEÓN. Y a pesar de que oficialmente la Junta aseguraba de manera pública que la Diócesis leonesa estaba cumpliendo la finalidad del inmueble a pesar de permanecer casi todo el año vacío de contenido pasional, lo cierto es que ahora reclama que con el plazo impuesto se archive la queja, como así hará el Procurador del Común.
Las tres 'excusas' del retraso
En la respuesta formal, la Junta traslada a la institución defensora que el Patronato de la Fundación que dirige el Museo (que todavía no lo ha sido nunca) justifica en tres puntos el hecho de que “se ha ralentizado la definitiva apertura del Museo”: el primero, amoldar el Plan Museológico a los requerimientos de la Comisión de Patrimonio Cultural de la propia Junta, a pesar de que debería tenerlo terminado por Ley hace años; en segundo lugar, que aún se debe ejecutar “la apertura de doce vanos en el peto vertical del sustento de la cúpula” acristalada que cubre el antiguo claustro del Seminario Menor “a fin de aminorar la temperatura en el interior del edificio”, a pesar de que esa construcción fue presentada como el grandioso símbolo de la construcción; y por último, “encontrar una solución técnica con la que evitar la incidencia directa de rayos de luz solar sobre el espacio expositivo”, es decir, ese mismo claustro. En este caso, no se detalla de qué solución, inversión y plazo se trata.
Sin embargo, la Consejería da por buena la interpretación de la Fundación eclesiástica cuando ésta asegura que “ya se han realizado eventos directamente relacionados con el fin y sentido del Museo, y por tanto de las subvenciones concedidas”. En esta línea se han manifestado públicamente tanto la Junta como el Ayuntamiento de León, que por boca del alcalde, el socialista José Antonio Diez, también consideró innecesario que el Obispado devuelva los 500.000 euros de ayuda pública concedida por la anterior Corporación del último alcalde del PP, Antonio Silván, a pesar de retrasos e incumplimientos por las “serias dificultades” de esta sede.
Tres exposiciones temporales y un evento en cuatro años
Como ejemplo del presunto uso museístico que la Diócesis aduce, se mencionan una exposición de tres meses en 2022, 'Signum Fidei'; otra de idéntico plazo hasta 2023, 'De forma magnífica'; algunos eventos enmarcados en el 33 Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales de España, en septiembre de 2022; otra exposición de un mes en 2022 llamada 'Sicut dolor meus'; y otra de fotografía de la Semana Santa leonesa en abril de 2023.
En cambio, no se mencionan en este escrito que numéricamente han sido muy superiores los usos absolutamente ajenos a la finalidad del lugar, entre conferencias, jornadas, congresos, eventos sociales y empresariales, cócteles, entregas de premios, exposiciones tan variopintas como una sobre la Guardia Civil -con polémica nacional de memoria histórica incluida- y hasta celebraciones festivas personales.
Ingresos para el Obispado
Por muchas de ellas el Obispado ha cobrado un canon, siendo la única posible fuente de ingresos, ya que por la falta de contenido real jamás se ha cobrado una sola entrada al Museo desde que se inauguró, y eso que se anunció que la intención sí era cobrar por el acceso a pesar de las millonarias ayudas públicas recibidas.
El escrito de la Fundación del Obispado, y que suscribe la Junta, asegura que esta entidad eclesial “es consciente de la responsabilidad que tiene respecto a la conclusión de la musealización de todo el espacio y su puesta en marcha”, manifestando su “firme compromiso en buscar las soluciones necesarias” para los problemas“ que esgrime. Con todo ello, el Procurador del Común archiva el expediente, por la conformidad de la parte requerida. Ahora ha de comprobarse que dentro de plazo se cumpla todo lo prometido y el Museo sea por fin una realidad expositiva con todas las de la Ley.