Tirar una bengala durante una verbena estos días de ola de calor y de noticias de grandes incendios forestales en La Cabrera y Las Médulas no era la mejor idea. Y así ha terminado un hombre de 58 años de Filiel investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal por “imprudencia grave”.
Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado 10 de agosto, a las 01.50 horas, durante una verbena popular en la localidad de Filiel, dentro del término municipal de Lucillo. Según las investigaciones, el sospechoso habría lanzado una bengala o cohete que originó un fuego en una zona cercana, afectando a dos hectáreas de matorral y arbolado y acercándose peligrosamente al núcleo urbano.
Gracias a la rápida intervención, el incendio pudo ser extinguido antes de que causara daños mayores. No obstante, las diligencias penales han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Astorga y a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo del Área de Ponferrada.
Delitos penales por incendio forestal
La Guardia Civil informa de que el Código Penal español establece en su artículo 352 que provocar incendios en montes o masas forestales puede acarrear penas de prisión de 1 a 5 años y multas de 12 a 18 meses. Y si el incendio alcanza especial gravedad (artículo 353), la pena puede aumentar hasta 3 a 6 años de prisión y multa de 18 a 24 meses.
Incluso si el fuego no llega a propagarse (artículo 354), se contemplan sanciones de 6 meses a 1 año de cárcel y multas de 6 a 12 meses, salvo que se acredite que fue el propio autor quien lo apagó voluntariamente.
La Guardia Civil recuerda que la mejor herramienta contra los incendios forestales es la prevención. Entre las medidas más importantes destacan:
- Respetar las restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León.
- Evitar hacer fuego en el monte o en sus proximidades.
- No arrojar colillas, cerillas, cohetes ni cualquier material en combustión desde el suelo o desde vehículos.
- Depositar la basura en los contenedores adecuados y no dejar materiales inflamables en el campo.
- Mantener los espacios naturales limpios y libres de residuos que puedan actuar como lupa o combustible.
- Avisar inmediatamente a las autoridades ante cualquier indicio de incendio.
- Promover en el entorno familiar y social el respeto por el medio ambiente.
“Cada verano, las altas temperaturas y la sequedad de la vegetación elevan el riesgo de incendios, lo que hace imprescindible reforzar la conciencia ciudadana y actuar con responsabilidad para proteger el patrimonio natural”, explican desde el Cuerpo de Seguridad Rural del Estado.