La desconfianza envuelve la solución al Gordo de Navidad en Villamanín: “Si no entregan todos sus premios, allá con su conciencia”

Villamanín este lunes 29 de diciembre, una semana después del sorteo del Gordo de Navidad

Antonio Vega

Villamanín —
29 de diciembre de 2025 21:50 h

El Gordo de Navidad llenó las calles de la tranquila localidad de Villamanín de alegría. El número 79432 había dejado un reguero de millones en la provincia de León y en el municipio montañés, gracias a la Comisión de Festejos de la localidad. Pero la aparición de un talonario de participaciones después del sorteo, para el que no se consignaron décimos, ha envuelto al pueblo en una polémica nunca vista.

El intento de llegar a un acuerdo con los ganadores para una 'quita' común y un nuevo reparto en la que la Comisión ponía sus propios premios no ha rebajado la tensión. Una situación que se ha acrecentado por la desconfianza en lo sucedido y por el cumplimiento incierto del pacto que se había alcanzado el pasado viernes noche.

Este lunes se cumplía una semana justa del Sorteo Extraordinario de Navidad que ha llevado a varias comarcas leonesas afectadas por los incendios del pasado verano un inesperado regalo. Pero en las calles de Villamanín, habitualmente muy tranquilas en invierno por su poca población y el frío intenso de las fechas, parecían todavía más vacías de vecinos. Solo la prensa y algunos curiosos paseaban por las calles de la localidad bajo la 'farraspina' de nieve que dejó el temporal de los días antes de Navidad. El blanco de la nieve es también el color principal del pueblo, ya que fue prácticamente hecho entero de nuevo tras la Guerra Civil al ser destruidas la mayoría de sus casas. 'Regiones devastadas' se llamó el programa de la dictadura que reconstruyó la localidad. El Gordo de Navidad del 2025 ha creado otra forma de devastación, esta vez social, y que nadie acierta a saber cómo de profunda será.

Los vecinos que salen evitan hablar de forma detallada con la prensa, más allá de algún pequeño comentario educado. Se muestran cansados de tanta atención mediática desde que el viernes pasado se conociera el problema de la Lotería. Que se vendieron en realidad 450 participaciones en vez de las 400 para las que habían consignado 80 décimos –habían reservado hasta 150 décimos, pero no vendieron todo–, más un décimo que jugaba la Comisión de Fiestas. Pero el premio llegó y el día 23 descubrieron que 50 participaciones adicionales no tenían décimo asignado, y, por tanto, se quedaban sin premio. Cuatro millones de euros en el aire a mayores de los 32,4 millones que se han repartido en premios.

Pero el asunto no termina de bajar, ni mediáticamente ni en la zona. “Lo tuve en la mano pero no compro participaciones, solo compro décimos”, comentaba un vecino de la comarca fuera de uno de los bares de la N-630 que une León y Asturias bajo la mirada algo incrédula de otros parroquianos. Villamanín es parada casi obligada en la conexión asturleonesa por su fama de comer bien, especialmente en el restaurante Casa Ezequiel –que no el únicocuyo propietario ha abogado en la Cadena SER por un acuerdo pidiendo “voluntad para arreglar esto entre todos”.

Mientras en Villamanín pueblo solo la presencia de cámaras alteraba la vida, un grupo de adolescentes que pasan unos días en el albergue municipal miraban con asombro tanta presencia mediática mientras espetaban un “Con Villamanín a muerte” al paso de los periodistas.

Ayuntamiento de Villamanín

“Estamos quedando de mala gente, pero no se está contando la verdad”

Y como en toda historia hay varias versiones. La de algunos vecinos difiere de la facilitada por la comisión de fiestas, formada por una docena de personas entre 18 y 27 años, y se muestran críticos con el proceso seguido para intentar alcanzar un acuerdo, que apoyarían según explicitan, siempre y cuando “se cuente toda la verdad y haya transparencia y ganas de hacer las cosas bien, pero no se está haciendo así”.

Javier (nombre ficticio) es uno de los vecinos agraciados que explica su visión a este periódico. Habla porque cree que “En la prensa no se está contando la verdad. Estamos quedando el pueblo de mala gente y la gente de la comisión se está llevando flores y halagos. Hay muchas cosas que no se han contado, que solo sabemos la gente que fuimos a la reunión, hay muchos errores y muchas cosas que no cuadran”.

“Todo el mundo habla de un acuerdo, pero aquí nadie ha firmado nada aún, ni sabemos lo que quieren proponer”, reprocha. “Lo que ha cometido la comisión, haya sido un error o no (porque ya no nos fiamos) es un delito, y el pueblo no puede ser el malo por querer y estar en su derecho de cobrar el premio íntegro”, expresa.

Y explica por qué algunos vecinos pidieron que los miembros de la comisión que aportaran sus premios: “Muchos vecinos estamos dispuestos a ceder parte de nuestro premio para que se solucione la deuda de 4 millones, pero la comisión ha de ofrecer los suyos íntegros, ya que han cometido ellos el error y no pueden pedir al pueblo que lo solucionen ellos”. La desconfianza radica, por ejemplo, en que no están seguros de que los miembros de la comisión hayan puesto la totalidad de sus premios, “no coinciden los premios que el día de la celebración habían indicado que tenían con lo que indicaron el día de la reunión”. “Si no están entregando todos sus premios allá ellos con su conciencia”, sentencia.

Otra cuestión de desconfianza es por qué no se explica qué matriz concreta no tiene décimos asignados, ya que hay 400 que sí y se sabía a fecha del sorteo cuáles eran. Y más motivos, creen que “los adultos han utilizado a los jóvenes para dar la cara y ellos esconderse, cuando siempre siguen las órdenes de los adultos y son ellos quienes firman”. Se refiere a tres hombres colaboradores habituales de la omisión de Fiestas que, según denuncia, no han mostrado todo su papel en este asunto.

“En la situación en la que está la Comisión ahora mismo ya no sabemos lo que van a proponer”, se lamenta mientras insiste, “Quiero que esto se solucione sin juicios, pero queriendo que la comisión sea transparente y sincera”.

Casa Ezequiel de Villamanín

Entre uno y dos millones en el aire

La Comisión de Festejos de Villamanín emitió un comunicado el pasado viernes en el que reconocían el error de haber contado mal las papeletas y pedían “disculpas a todos los afectados, pero queremos dejar muy claro que jamás ha existido ningún tipo de fraude o trampa”.

En él explicaban que en la reunión, “la mayoría de los asistentes nos ha entendido e incluso mostrado su apoyo”, y por ello asumían la pérdida del premio de sus propias participaciones “con el fin de conseguir que lo que empezó como una alegría para todo el pueblo lo siga siendo hasta el final, aunque nos quedemos sin nada”.

En un principio se pidió una aportación global de hasta un 10% de cada papeleta, que los agraciados rechazaron hasta que con su presión se sumaron las aportaciones de los miembros de la comisión, condicionadas a la ausencia de conflicto judicial por el reparto. Aunque eso es una situación nada clara todavía, ya que en el pueblo todo son rumores sobre supuestas denuncias ya presentadas.

La aportación del décimo de la comisión, y lo contado por sus miembros que eran sus premios, cubre 32 de las 50 participaciones ganadoras del Gordo pero sin respaldo de décimos. Esto supone 1.440.000 euros sin cubrir, siempre y cuando se cumpla lo acordado, lo que da una estimación de 3.200 euros de 'quita' por papeleta, aunque la cantidad difiere ligeramente por no contar las participaciones de los miembros de la comisión. La pérdida estaría, entonces, en alrededor del 4% de los 80.000 euros de cada papeleta, sin tener en cuenta los impuestos.

La comisión de fiestas prometía el pasado viernes, en todo caso, “un acuerdo justo, transparente y con todas las garantías legales, pues tendrá supervisión judicial, pensado en el bien común y en el futuro del pueblo”. Este medio ha intentado obtener una versión actualizada de la situación de la Comisión de Festejos, sin que haya sido posible obtenerla al publicar esta información.

Estación de tren de Villamanín

El Ayuntamiento hace un llamamiento al diálogo

El Ayuntamiento de Villamanín ha roto oficialmente su silencio este lunes, tras unos días de perfil bajo alegando que era un asunto de la comisión encargada de las fiestas, recalcando en un comunicado difundido que no existe relación institucional oficial. Pero ante la situación generada en el municipio entre los vecinos ganadores, con diversidad de opiniones sobre el acuerdo de reparto, se ha ofrecido “a colaborar, dentro de sus posibilidades, facilitando el diálogo y poniendo a disposición espacios municipales si ello puede ayudar a alcanzar una solución”.

El consistorio montañés ha expresado “su pesar por la situación que se está viviendo en el municipio y por la repercusión que estos hechos están teniendo en la imagen pública del pueblo, una imagen que no representa el sentir ni los valores de convivencia que siempre han caracterizado a Villamanín”.

“Desde el Ayuntamiento consideramos prioritario preservar la convivencia vecinal y contribuir a que la situación pueda resolverse de la mejor manera posible”, han señalado, al tiempo que se muestran “conscientes de la preocupación y el malestar que esta circunstancia puede estar generando entre vecinos y personas implicadas”. “Confiamos en que Villamanín pueda superar esta situación y seguir siendo un ejemplo de comunidad unida”, finalizan.

Cuando son las dos de la tarde el restaurante Ezequiel rebosa de clientes. Moteros, trabajadores de la zona, esquiadores y personas de paso buscan mesa para comer y seguir ruta o a sus quehaceres. A preguntas de este medio algunos viajeros responden que sí saben que Villamanín es el pueblo del lío del Gordo de Navidad. “Solemos parar a comer mucho, eh”, responde una pareja de mediana edad. Una familia numerosa venezolana baja de una furgoneta en su rumbo a Asturias, pero no tienen ni idea de lo que se les habla. “Nos recomendaron parar aquí a comer”, explican pero se solidarizan el conocer un poco la historia: “Pues que tengan suerte”.

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