CSI-F denuncia chapuza en la 'reválida' de 3º de Primaria y preguntas desconocidas para los alumnos
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) denunció un “deficiente reparto” del material de las pruebas de evaluación de 3º de Primaria, conocida como 'reválida', preguntas sobre aspectos desconocidos para los alumnos o dificultades por parte del profesorado para gestionar la realización de estas evaluaciones por cuestiones como la falta de cuadernillos de instrucciones suficientes, según informó la organización.
En este sentido, CSI-F lamentó la “precipitación, la improvisación y las numerosas incidencias” que se han producido en unas pruebas celebradas por “imposición y sin hablar previamente con los docentes”, lo que lleva a reclamar a la administración educativa, “por enésima vez, a que se siente a consensuar la aplicación de la Lomce para evitar situaciones como las sufridas esta semana”, según afirmó la responsable de Enseñanza de CSI-F Castilla y León, Isabel Madruga.
A pesar de su postura en contra a la Ley, “¿cuándo va a comprender la administración que los docentes son los primeros en querer que la Lomce se aplique en las mejores condiciones, para los alumnos y los profesores?”, se cuestionó la formación, que añadió que “siempre será mejor estar 'junto a' que 'frente a'”.
De entrada, denuncian que las pruebas “no han llegado a tiempo en todos los centros”, a pesar de que la propia resolución de la Consejería decía textualmente que “el transportista entregará la caja precintada como máximo el 22 de mayo”. La realidad fue que hasta el día anterior o incluso el mismo día de la prueba, el 26 de mayo, no habían llegado los exámenes a algunos centros. Además, en algunos colegios rurales agrupados no estaban las pruebas en todos los colegios dependientes. En Zamora no se tuvo en cuenta que el día 25 era festivo, por lo que el material no llegó a la capital, que han retrasado las pruebas.
demás del “deficiente reparto” del material, CSI-F añadió que ha sido “insuficiente, lo que ha obligado a algunos centros a fotocopiarlo”. “La inclusión de preguntas sobre materias que los alumnos no habían dado, o incluso errores en las respuestas, han sido otras incidencias que se han producido”, indicó CSI-F, que recalcó que el profesorado tuvo “dificultades para gestionar la realización de las evaluaciones por cuestiones tan simples como que no había cuadernillos de instrucciones suficientes”.
También dudas más de fondo, “como saber si la prueba era obligatoria o no, que los interlocutores de la administración no supieron aclarar”. Una vez más, “no se tiene en cuenta el aumento de tareas burocráticas en los centros, sin reconocimiento alguno y con carácter dictatorial, lo que puede perjudicar la marcha normal de los centros”.
Rechazo al ranking
Tras las pruebas, CSI-F insistió en que la administración deber garantizar el carácter reservado de los resultados “y que el único fin debe ser conocer el nivel del alumnado para proporcionarles apoyos si fuera necesario”. CSI-F remarcó su “absoluto rechazo” al establecimiento de un ranking de colegios y a la publicación de resultados fuera del propio centro. En este sentido, advirtió de que estará “muy vigilante”.
Por último, recordó que los colegios “no son homogéneos y su alumnado tampoco”, por lo que es “injusto” comparar centros y alumnos diferentes. “La normativa, ahora, sí permite que cada centro pueda publicar sus resultados”, por lo que CSI-F cree que, “al final, se conocerán los de todos los centros y, algunos, con claros intereses mercantilistas, pueden propiciar una competencia público-privada que será muy injusta para la enseñanza pública, dado su carácter integrador, que determina que el punto de partida sea muy diferente”, concluyó CSI-F.
