Contundente protesta de los trabajadores del Hospital

El consejero de Sanidad, Saéz Aguado, se acerca a los manifestantes.

Milena Pasetti

Una fuerte pitada, que llegó a inquietar incluso a los directivos del Hospital de León, fue el recibimiento que el personal sanitario le dió este mediodía al consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, en su visita a la provincia.

Los empleados se oponen a la intención de la Junta de Castilla y León de ampliar dos horas y media a la semana la jornada laboral del personal sanitario, como una manera de “mantener los puestos de trabajo y evitar recortes”.

Esos fueron los argumentos que esgrimió el consejero minutos antes de subir hasta el Hospital, en una rueda de prensa que ofreció en la Diputación. “Las medidas de ninguna manera se pueden considerar recortes. Lo que hacemos es pedir un esfuerzo extra a los trabajadores de dos tardes al mes”, indicó. El objetivo es reducir los contratos por sustituciones, en los que se gastan al año 100 millones de euros.

“Tenemos el compromiso de mantener las condiciones laborales y las retribuciones de los trabajadores”, aseguró antes de comentar que en otras comunidades autónomas “se han aplicado medidas mucho más radicales”.

Silbatos a rabiar

Cuando llegó al Hospital, una nutrida representación de los sindicatos FSPT/UGT, Comisiones Obreras, Csif, Cemstats y SAE lo aguardaba en la puerta principal. Aunque el consejero se acercó a los representantes sindicales, el diálogo fue prácticamente imposible por el elevado volumen de la protesta. Algunos directivos se acercaron a los manifestantes recordando incluso que estaban “en un hospital”. Pero ni así. Los pitos siguieron al consejero en su breve recorrido por la planta baja.

“Rechazamos de plano las 37.5 horas semanales y queremos dejar claro que eso no se está negociando”, indicó Carmen Amez Revuelta, responsable regional de FSPT-UGT.

“Es triste que en lugar de controlar el ausentismo y a quienes verdaderamente no están en sus puestos de trabajo cuando deberían, se penalice a los trabajadores que sufren enfermedades de larga duración. Pedimos seriedad y no penalización”, apuntó.

Las estimaciones de los sindicatos señalan que dejarían de firmarse entre 500 y 600 contratos al año, por la reducción de sustituciones, aunque Saéz Aguado se negó a confirmar esa cifra.

“Algunas organizaciones sindicales no comprenden la gravedad de la situación económica por la que estamos pasando. Nosotros tenemos que mantener la calidad del sistema sanitario, no somos un servicio de empleo. Se nos acusa de racanear profesionales, cuando según datos del Ministerio de Sanidad, por caso en los médicos especialistas tenemos una tasa 42% superior a la media del país”, precisó.

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