No hay suceso pequeño ni intervención de los Bomberos de León sin esfuerzo e incluso sin riesgo. Todos los ingredientes se dieron en un suceso que tuvo lugar en la tarde de este pasado jueves en la capital leonesa y que consistió en un complejo rescate de un pequeño gato, el cual se había caído en el interior de una gran cuba de vino de una vieja instalación fabril de una bodega ya en desuso de la capital.
Tras recibir el aviso de unos vecinos próximos, que se habían visto a su vez alertados por los maullidos ya desesperados del animal, una dotación de los Bomberos dependientes del Ayuntamiento de León se presentaron en la dirección indicada, en la calle Azorín que comparten los municipios de León y de San Andrés del Rabanedo.
A su llegada comprobaron la presencia de tres enormes cubas antiguamente utilizadas para fabricar vino y actualmente vacías. En una de ellas, en el fondo, a muchos metros de profundidad, se encontraba en principio en buen estado de salud un gato que accidentalmente se había precipitado al interior, resultándose del todo punto imposible salir por sus propios medios.
Una vez montado el operativo, uno de los profesionales del servicio de Bomberos se introdujo dentro no sin dificultades, por lo estrecho del espacio, y consiguió coger al animal y retornarlo al exterior.
El final feliz de la historia se completó después, cuando un propietario de la zona confirmó que se haría cargo del animal, que no era doméstico sino callejero, una circunstancia que permitirá someterle al preceptivo cuidado y control veterinario a partir de ahora. Porque los gatos de este tipo son animales que con mucha dificultad son acogidos en centros de protectoras o similares para intentar su posterior adopción.