Cientos de personas exigen parar la macroplanta de biomasa del sur de León y que dimitan Diez y Quiñones
Si el pasado mes de julio fueron cerca de 200, hoy la protesta contra la macroplanta de incineración de biomasa que impulsa la Junta de Castilla y León en el sur de la ciudad para alimentar la Red de Calor, y que apoya sin fisuras el alcalde de León, ha aumentado de manera exponencial.
La convocatoria de concentración a las ocho de la tarde era en la plaza de San Marcelo, en pleno centro, de hecho bajo el despacho del regidor en el Consistorio, después de un recorrido desde los barrios que se consideran más afectados, Puente Castro y La Lastra. Y acabó reuniendo a cientos de personas, cerca de un millar, en torno a un discurso mucho más político que en la ocasión anterior.
En él, se exigió la dimisión tanto del regidor socialista, por sus declaraciones de apoyo al proyecto, como del consejero de Medio Ambiente y líder provincial interino del Partido Popular en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Y por si faltaba algo para que fuera una cita de protesta más política, resaltó la presencia del secretario provincial del PSOE, Javier Alfonso Cendón, quien como vecino que se considera afectado ha atacado con dureza el proyecto y su tramitación.
En el momento de los discursos, además de esas críticas políticas por empecinarse en la construcción de esta megaplanta con varios proyectos energéticos junto al cementerio y los ríos de la ciudad, el Bernesga y el Torío, se anunció que en su campaña de apoyos ya se han sumado miles de firmas en contra y hasta 7.500 euros recaudados para poder afrontar el coste del recurso contencioso que ya anunciaron ante los Tribunales contra la polémica Red de Calor. “Cuando tenemos la razón no hace falta ir con unas siglas debajo del brazo”, remarcó la portavoz entre aplausos, especialmente al criticar la gestión de los incendios forestales de este verano que han asolado la provincia leonesa.
Gritos, pancartas y aplausos se escucharon en pleno centro de la ciudad ante los principales argumentos en contra de esta instalación. Uno de los principales argumentos en contra es el cuestionamiento de la transparencia con la que se está tramitando la iniciativa, a la que la Junta declaró 'Proyecto Regional' para blindarlo, evitando los procedimientos ordinarios de evaluación ambiental y urbanística. Lo que ayer mismo Cendón tildó de “muy poca transparencia”.
Las críticas también apuntan a la incompatibilidad urbanística del emplazamiento elegido. El suelo donde se pretende construir la planta, en el Soto de Santa Olaja, está clasificado en el Plan General de Ordenación Urbana como rústico con protección natural y especial, donde los usos industriales están prohibidos. Pero el 'Proyecto Regional' permitiría reclasificarlo directamente como suelo urbano, una medida que las asociaciones consideran un “vaciamiento” de la protección ambiental reconocida, algo en lo que ha incidido mucho el colectivo de Ecologistas en Acción.
Hoy también se mencionaron dudas sobre las consecuencias para la salud y el entorno, recordando que otras localizaciones previas propuestas para una infraestructura igual pero mucho más pequeña y potente, como Eras de Renueva, Cantamilanos o después Navatejera, en el vecino municipio de Villaquilambre, fueron descartadas tras la oposición social.
