10 años del horror del 11-M

'11 de marzo de 2004, una fecha para la infamia'. Este podría ser el titular de cualquier resumen de los 10 años del peor tentado terrorista vivido por España. Un atentado en el corazón de Madrid, a primera hora y contra vagones atestados de ciudadanos anónimos por cuya cabeza jamás podría pasar lo que iba a suceder entre las 07:37 y las 07:40 h. en los trenes que pasaban por la calle Téllez, la estación de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia. El resultado es por todos conocido: mueren 191 personas y más de 1.800 resultan heridas. La víctima 192 ocurre cuando sus autores materiales se inmolan en Leganés y segan la vida de un policía.

Las preguntas son recurrente, y seguramente 'heredadas' del anterior gran atentado terrorista islamista del 11-S en Nueva York, ¿qué hacías cuando ocurrió el atentado?, ¿cómo te enterastes?, ¿conocías a alguien?. Preguntas cuyas respuestas son muchas veces complicadas de responder, e incluso quizás de recordar.

De lo que hay pocas dudas es de que el 11-M cambió a España, y no solo en lo político. Ocurrió en un país en vísperas de votar tras la mayoría absoluta del PP de José María Aznar, la participación de España en la Guerra de Irak y la llegada de un leonés -Rodríguez Zapatero- a la secretaría general de los socialistas, entre otras cuestiones. A la triste jornada del 11-M le siguieron otras no menos tristes y muy agitadas social y políticamente que terminaron llevando al político leonés a la Presidencia del Gobierno el domingo siguiente al atentado de Madrid.

A la acusación inicial del atentado a la banda terrorista vasca ETA por parte del Gobierno pronto le siguió la investigación de la vía yihadista, confirmada por sentencia firme del Tribunal Supremo en 2008. La apuesta inicial por un atentado de ETA costó al Gobierno concentraciones en las sedes del PP en la jornada de reflexión del 13 de marzo, no permitidas, y una de las frases para la historia reciente de España: “los españoles se merecen un gobierno que no les mienta”, realizada por el actual secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El 14 de marzo España votó por los socialistas y Mariano Rajoy, actual presidente del Gobierno, se quedó a las puertas en su primer intento de llegar a La Moncloa. Lo sucedido en esos días ha perseguido, y seguramente lo hará siempre, a sus protagonistas políticos: Aznar, Rajoy, Zapatero y Rubalcaba.

En esta década el 11-M nos ha dejado también una teoría de la conspiración, que básicamente buscaba vincular a la banda terrorista ETA con el atentado, bien de forma efectiva o bien como 'autores intelectuales'. La alimentó otra frase histórica, obra del expresidente José María Aznar en la comisión de investigación de los atentados del 11-M en el Congreso: “los autores intelectuales de los atentados, los que hicieron esa planificación, los que deciden ese día, precisamente ese día, no creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas”. Aunque la sentencia judicial del caso y varios juzgados han descartado totalmente la teoría de la conspiración medios y políticos de la derecha siguen alimentándola. Este mismo lunes el presidente de Madrid, Ignacio González, afirmó que “lo importante es saber quién hizo el 11-M” y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que “lo mejor es que se conozca toda la verdad”. Por el otro lado el ministro del Interior, Jorge Fernández, afirmó en el primer acto conjunto con las víctimas del atentado que “ETA no es la causante del 11-M”.

La sentencia del Tribunal Supremo de 2008, que confirmaba y corregía la de la Audiencia Nacional de 2007, confirmaba que una célula yihadista colocó trece artefactos explosivos en cuatro trenes de cercanías de Madrid. La Audiencia Nacional condenó a 21 de los 28 procesados por estos hechos en 2007. A dos de ellos, Jamal Zougam y Otman el Ganaoui, a más de 42.900 años de cárcel como autores materiales de los asesinatos y al exminero José Emilio Suárez Trashorras a 34.715 años como autor por cooperación necesaria. El Supremo condenó en 2008 a uno de los absueltos, Antonio Toro, pero absolvió a cuatro de los condenados como terroristas por la Audiencia.

En esta década del atentado de Madrid, España ha pasado del Gobierno del PSOE al del PP nuevamente, ha estado en lo más alto de la economía mundial para caer de una forma estrepitosa, ha visto como el terrorismo 'doméstico' de ETA ha dejado de matar, ha visto nacer el 15-M y cómo los ciudadanos han tomado las plazas y calles, ha visto pasar muchas cosas en definitiva.

¿Recordamos como se debe el 11-M o hemos preferido medio enterrarlo en la memoria? ¿Se ha resarcido a las víctimas como se debía? ¿Es la amenaza yihadista una prioridad del Estado? Han pasado 10 años y siempre quedarán algunas preguntas en el aire, pero con la esperanza de que nunca se tenga que volver a vivir algo similar.