Sobre el papel, el convenio que han firmado hoy el alcalde de León, José Antonio Diez, y la consejera de Movilidad y Transformación Digital de la Junta, María González, es un “Convenio de colaboración para impulsar la planificación coordinada de los servicios de transporte urbanos y metropolitanos del Área Funcional Estable de León”, que incluye todos los municipios del alfoz, desde San Andrés a Villaquilambre o La Virgen, entre otros.
Pero tras ese nombre oficial, el convenio recoge una minúscula aportación económica de 60.000 euros (la mitad cada administración) y otorga cuatro largos años más para acumular a las dos décadas que ya se suma de falta de orden y concierto entre las 13 líneas de autobuses de la propia capital de León, que competen al Ayuntamiento -los buses rojos-, y las 37 rutas de transporte metropolitano -los buses azules-.
Aunque Diez y González coincidieron en que ese plazo de cuatro años a mayores no tiene por qué agotarse, y podría resolverse mucho antes, pero sin compromiso concreto alguno sobre el calendario, lo cierto es que el convenio sellado hoy plantea una amplia prórroga en la que León se aferrará para dilatar aún más la decisión de qué pasará, cómo se gestionarán, los autobuses de la ciudad una vez que hace ya dos años expirara el actual contrato con Alsa. Dos años de retraso de un contrato del que el alcalde aseguró hoy seguir pensando, como cuando estaba en la oposición, que se trata de “uno de los peores contratos del Ayuntamiento”.
Diez, que gobierna para el PSOE en minoría, es consciente de que sus potenciales socios de Unión del Pueblo Leonés (UPL) apuestan por no sacar nuevo concurso público, no renovar contrato alguno ni mantenerlo privatizado, sino municipalizar el servicio de autobuses. Sin embargo, no esconde que personalmente él ve “más posible seguir la línea de la concesión que de la municipalización”. Pero se aferra a la nueva 'prórroga' que el convenio firmado hoy con la Junta concede para, según él, tomar la decisión “son sensatez, prudencia y coherencia”, una vez que se conozca “el modelo de gestión y los muchos informes” que ahora se podrán en marcha.
Compromiso de no suprimir paradas
La consejera del ramo, que también empleará los resultados del estudio conveniado hoy para sacar a concurso público sus nuevas líneas de transporte con los municipios del alfoz leonés (el actual también lo lleva Alsa), sí aseguró ante todos los alcaldes presentes que una de las futuras condiciones de la reordenación de rutas es que “no se suprimirán paradas”, algo que podría provocar quejas vecinales.
Sin embargo, en el caso de León capital, el alcalde sí confirmó que esa reordenación conllevará seguro un gran cambio: que la Plaza de Santo Domingo y su entorno inmediato no puede seguir saturado por ser parada e intercambiador de casi todas las líneas, las de la ciudad y las de 'los pueblos.', convirtiendo el corazón de la ciudad en un caos incluso peligroso. “Santo Domingo sí tendrá paradas”, dijo Diez, “pero no puede ser un punto de regulación del transporte ni urbano ni metropolitano”.
Por eso, el Consistorio apuesta por otras zonas como de intercambiador, la más avanzada de ellas en el barrio de Eras de Renueva, entre el Auditorio y la sede de la Junta, un proyecto ya contratado por 1,8 millones aunque bajo el eufemístico nombre de “pérgola peatonal bioclimática”. No será el único, “habrá más”, anunció el alcalde, sin más detalles.