La Junta de Castilla y León quiere blindar por todos los flancos posibles la prometida construcción de una macroplanta energética, con varios proyectos de plantas incluso de incineración, a los pies de León capital, junto al cementerio municipal y los barrios de Puente Castro y La Lastra.
Ese es el objetivo final de poner en marcha desde hoy los trámites para declarar como Proyecto Regional este complejo que se anunció por unos 85 millones de euros y ahora se cifra exactamente en 68,4 millones (68.418.073,91 euros). Se trata de una figura que haría que toda la competencia para su desarrollo, y de la llamada Red de Calor de León, quedara en manos plenamente autonómicas, en concreto de la llamada 'Junta B', la empresa pública Somacyl que depende de la Consejería de Medio Ambiente.
En la práctica, el 'interés regional' significa que podrán gestionarse unificadamente y por la vía de urgencia todos los contratos públicos para el desarrollo de los diferentes proyectos energéticos, que se someterá a una evaluación de impacto ambiental única y simplificada y que incluso se determinará el proyecto como “de utilidad pública e interés social” a los efectos de acometer expropiaciones forzosas de los terrenos que se necesitaran.
Mucho retraso acumulado ya
Hay que recordar que el proyecto, anunciado en septiembre de 2022, con el compromiso de que fuera realidad entre los años 2024 y 2025 -cosa que ya se incumplirá de lleno- con pleno apoyo del alcalde de León, José Antonio Diez, conlleva en este complejo energético una mega planta térmica de 22 hectáreas con generación de energía por quema de biomasa forestal; biogás procedente de residuos orgánicos e hidrógeno verde, así como una planta solar de 10,74 hectáreas de extensión para ubicar 11.250 paneles solares.
Y desde ahí, bajo el subsuelo, una red de canalizaciones que inicialmente sumarán 65 kilómetros de conducciones para proveer de calefacción y agua caliente a edificios públicos, empresas, edificios particulares y viviendas interesadas en engancharse a esta nueva red en la capital, que incluso tendrá que 'salvar' el obstáculo del río Torío con la construcción de una nueva pasarela casi en la confluencia con el río Bernesga.
Mucha oposición desde el principio... y años atrás
Estas dimensiones, la tecnología prevista y los primeros trámites en manos del Ayuntamiento de León ya han soliviantado tanto a vecinos del cercano barrio de Puente Castro como a la organización Ecologistas en Acción, la cual incluso ha litigado -sin éxito de momento- con el Consistorio a costa de la cesión de todo el terreno a la Junta de Castilla y León. No olvidan, ni unos ni otros, que este ambicioso proyecto de placroplantas es un heredero, mucho más grande aún, de otros fallidos por las protestas vecinales y políticas en varios emplazamientos del norte de la ciudad, como el barrio de Eras de Renueva, luego en Cantamilanos en León y después en Navatejera (Villaquilambre).
De entre la ingente documentación disponible se establece que el suelo elegido lindará de manera directa con el cementerio en el este, al norte con la actual autovía LE-30 en la Ronda Sur y en el oeste de manera también directa con el río Bernesga, y hay que tener en cuenta que en los tres casos la normativa en vigor establece una amplia obligación de separación. El acceso a todo el recinto, que estará completamente vallado por razones de seguridad, se realizará por la actual avenida de San Froilán, junto al camposanto municipal de la ciudad.
La documentación incluye además una evaluación de impacto ambiental elaborada por una consultora para la empresa pública Somacyl de la Junta, que no contempla afección alguna importante que impida el desarrollo del proyecto, la cual también se puede consultar, así como los detallados proyectos de cada una de las plantas del mega recinto energético.
El desglose presupuestario
De los 68,4 millones de coste total previsto, 7,6 millones serían para urbanizar y preparar la zona durante 14 meses de obras desde que se contraten. Eso conllevará, por ejemplo, poner fin a algunas pequeñas masas arboladas que existen ahora, mientras que el proyecto también recoge la plantación de nuevos ejemplares en el perímetro exterior para que no sea grave el impacto visual e incluso atenúe la contaminación acústica de todas las instalaciones.
Para la planta de biomasa, quema de toneladas de pellets, se prevé instalar dos calderas de combustión con una potencia térmica bruta nominal conjunta de 44 megavatios térmicos. La primera fase supondrá invertir 28 millones y otros 12,5 en una segunda.
Por su parte, La planta de biometanización superaría levemente un coste de 10 millones de inversión; la de producción de hidrógeno verde 7,2 millones más y la macroplanta de paneles solares, que será sin duda lo más grande, con 10,74 hectáreas de extensión, consumirá 1,5 millones en uno de los sectores y 1,4 millones en el segundo. Cuando esté en funcionamiento se prevé que genere 7.312 kilovatios de potencia instalados en la suma de los 11.250 módulos que se desplegarán, así como sus Centros de Transformación, líneas de Media Tensión y la línea de evacuación de Media Tensión.
Los documentos y los plazos para pronunciarse
Toda la documentación, en total miles y miles de páginas de informes, está disponible desde este 12 de diciembre para su consulta pública. Se puede hacer presencial en la Oficina de Información y Atención al Ciudadano de la Delegación Territorial de la Junta en León (Eras de Renueva), o bien online en varios enlaces, por ejemplo en el Gobierno Abierto de Castilla y León (pinchando aquí); y en la propia página web de la Junta (aquí).
Dentro del plazo oficial abierto, que será de 45 días, las alegaciones de particulares, colectivos, empresas o quien se considere afectado, se podrán presentar con un modelo normalizado, cuya información se detalla en este otro enlace., así como también se establece idéntico plazo para audiencia de las administraciones públicas afectadas por un proyecto de unas dimensiones antes nunca vistas en la ciudad de León.