El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Antonio Turiel, leonés experto en sostenibilidad y petróleo, ha lamentado este miércoles que, pese a los devastadores incendios que asolan su provincia de origen y otras del oeste peninsular, nadie quiera asumir aún que “el Estado ya no tiene capacidad para responder a los retos del futuro” respecto a los incendios forestales.
Así lo denuncia el investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, ubicado en Barcelona, en la última entrada de su blog The Oil Crash, una referencia en castellano sobre sostenibilidad y cenit del petróleo, en el que plantea de soluciones pendientes sobre ordenación territorial y prevención de este tipo de situaciones de emergencia.
Turiel, que es licenciado en Ciencias Físicas y Matemáticas y doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid, reconoce no ser especialista directo en incendios forestales, pero considera imprescindible abordar el tema desde una perspectiva social y sistémica.
En su análisis titulado 'Prendedlos' advierte de que aunque el cambio climático agrava las condiciones para la propagación del fuego –con temperaturas extremas y fenómenos como el 'efecto latigazo' provocado por lluvias primaverales abundantes seguidas de calor intenso–, “no se puede atribuir toda la responsabilidad a factores naturales”.
El problema de los incendios: “El abandono del medio rural”
“La raíz del problema está en el abandono del medio rural, la falta de prevención, los recortes en medios públicos y un modelo económico extractivista que desprecia el valor del territorio”, afirma Turiel.
Según el investigador, los incendios son una consecuencia directa de un sistema que prioriza el beneficio económico inmediato sobre la sostenibilidad y la vida misma.
Sobre la respuesta directa de los vecinos afectados contra las llamas, sin dejar sus pueblos pese a las órdenes de desalojo, el investigador ha considerado que “han luchado con lo poco que tienen por salvar sus casas, sus medios de subsistencia, su patrimonio” y algunos “han perdido incluso la vida”.
Esta situación, según subraya, revela una “lucha de clase” que se manifiesta en la “desigual capacidad de respuesta” ante la catástrofe.
Sobre la falta de coordinación entre las administraciones, Turiel ha señalado que, pese a que las comunidades autónomas tienen competencias en prevención y extinción, el Estado podría asumir el mando en situaciones de emergencia nacional: “Unos por otros, al final nadie se mueve”, ha denunciado.
Recortes y privatización de lo público
Turiel ha considerado que las declaraciones de dirigentes políticos que hablan de que son circunstancias meteorológicas extremas las que impiden atacar los fuegos evidencian la inoperancia del Estado, fruto de décadas de recortes y privatización de lo público: “El Estado ya no tiene capacidad para responder a los retos del futuro, y eso nadie lo quiere admitir”, advierte.
El investigador ha vinculado esta crisis ambiental con “una estrategia del capitalismo depredador, que busca vaciar el territorio rural para convertirlo en espacio de extracción, concentrando a la población en las ciudades”. “Lo que estamos viviendo es una fase más de la lucha final: la lucha por la vida”, remacha.
La conclusión de Turiel es clara: “No podemos mantener este (des)orden. Tenemos que parar ya”, convencido de que es necesario “repensar el modelo económico, recuperar lo público y proteger el territorio como base de la vida”.