EXCURSIÓN Ciclismo / Verano 2024 en León

Tejiendo León a pedaladas: un recorrido desde el sur de la provincia hasta los mejores paisajes de Zamora

En esta segunda entrega de ‘Tejiendo León a pedaladas’, nos vamos a la parte sur de la provincia, yendo y viniendo a la hermana Zamora, que en su parte norte comparte ilimitados nexos etnográficos, lingüísticos y culturales con la más septentrional de las tres provincias leonesas.

Castrocalbón-Santibáñez de Vidriales-Benavente-Castrocalbón

Esta primera ruta parte de la localidad de Castrocalbón, donde los retos de un castillo parecen acompañarnos con la mirada mientras nos adentramos en suelo zamorano. Fuente Encalada, unos restos romanos no del todo promocionados, Santibáñez de Vidriales y los pueblos apellidados de la Urz nos conducen hasta la autovía de las Rías Baixas (A-52) que pasaremos por debajo hasta llegar a Colinas de Trasmonte, pueblo atravesado por la histórica N-525. Dos trazados que escenifican tanto el aumento de la velocidad como del número de vehículos. Este topónimo, Colinas de Trasmonte, deja claro que los nombres de las poblaciones suelen describir a la perfección lo que son. Será por la carretera nacional por la que lleguemos a Benavente, ciudad cabecera de toda esta comarca.

Benavente fue uno de los puntos clave del Tren de la Plata o del Oeste. Un tren que, quienes habitan esta comarca, esperan volver a ver como demuestran con cada reivindicación. Benavente, eso sí, a día de hoy es un importante nudo de comunicación por carretera. El Castillo de la Mota o el puente medieval sobre el Esla son solo algunos ejemplos del patrimonio monumental que atesora la ciudad, que nos invita a detener la marcha para reponer fuerzas.

Saliendo de Benavente nos dirigimos a Manganeses de la Polvorosa, donde el río Eria vierte sus aguas al Órbigo, y a escasos kilómetros, este se las entrega al Esla. Desde Manganeses, y prácticamente paralelos al río Eria, pedaleamos hasta Arrabalde, donde uno de los castros más icónicos de los ástures, el castro de Las Labradas, nos invita a visitarlo.

Entre Alcubilla de Nogales, último pueblo de Zamora y San Esteban de Nogales, primero de León, se encuentra el Real Monasterio de Santa María de Nogales, que, lamentablemente, hoy se encuentra en ruinas sin que nadie haga nada por su conservación. Desde este punto y ya retornando al inicio, nos dirigimos a Castrocalbón.

La Bañeza-Rionegro-Nogarejas-La Bañeza

Desde la ciudad donde se unen el río Tuerto y el Órbigo, que fue Adelanto del Reino de León y que atesora en su plaza y en sus calles principales una buena cantidad de edificios modernistas, nos dirigimos al alto de la Portilla atravesando el río Jamuz, importante zona de Alfarería.

Desde la Portilla divisamos el valle del Eria, es decir, la zona de la Valdería, atravesando de nuevo Castrocalbón y Santibáñez de Vidriales, pero esta vez en lugar de dirigirnos dirección Benavente, lo haremos dirección Puebla de Sanabria. Enlazando por la nacional N-525 llegamos a Rionegro del Puente, cuya iglesia, calles y zona de recreo fluvial bien merecen una parada. Es este río protagonista de uno de los poemas de Llogas Carbayesas, del autor Juan Andrés Oria.

Riu Ñegru del mieu amore,

ríu Negru, chenu de trueitas,

onde las túas auguas cantan

onde las túas auguas penan.

Molezuelas de la Carballeda y Cubo de Benavente serán nuestros siguientes destinos por una carretera que bien se merece un arreglo. Esta vieja carretera desemboca en Nogarejas, tierra de pinos y en este caso, de resina y resineros. Su Centro de Interpretación de la Resina nos da buena muestra de ello.

Ya por la carretera que une León con Palacios De Sanabria volvemos a La Bañeza, donde una ciudad que parece resurgir con fuerza, nos da de nuevo la bienvenida.

Castrocontrigo-Truchas-Alto del Peñón-Puebla de Sanabria-Castrocontrigo

La localidad de Castrocontrigo es y fue villa del chocolate, y lamentablemente también es sede de uno de los monumentos franquistas más grandes no solo de León, si no de toda España. El río Eria atraviesa la localidad y un reloj de sol nos da la despedida. El río Eria será nuestro compañero hasta la localidad de Truchas, aunque antes atravesaremos otras como Torneros o Morla y divisaremos Pozos y Manzaneda, por poner dos ejemplos. El municipio de Truchas (Trueitas en asturllionés) es de los pocos, por no decir el único, que apuesta por su lengua autóctona, (cabreirés, variante del asturllionés) aunque siempre hay gente que ama tanto a su país que se avergüenza de una de sus lenguas y tacha los carteles que la promueven y dignifican.

Dejando atrás Trueitas nos dirigimos con firme pedalear hasta el alto del Peñón, aunque antes pasaremos por Truchillas (Trueitiellas) y veremos el parking de su famoso lago. Por una carretera, que como muchas anteriores merecen ser arregladas, llegamos al alto, que nos regala unas vistas impresionantes.

Descendiendo por una gran pendiente y kilómetro a kilómetro llegamos a El Puente, pueblo con nos recibe, como su nombre indica, con un magnífico puente y nos señala varias direcciones, entre ellas al lago de Sanabria (con su leyenda) y a Puebla de Sanabria. Esta última dirección será la nuestra.

En Puebla, un paseo por sus calles y por su zona de baño es obligatorio (al igual que recordar la tragedia de Ribadelago y lo que mostraban estas mismas aguas), tomarse un pequeño descanso para reponer fuerzas, también.

De Puebla nos dirigimos a Otero, cuya cartelería muestra su nueva estación de alta velocidad, importante para conectar toda una comarca. Palacios, Donado, con su Santuario de la Peregrina y un continuo sube y baja por esta carretera nos devuelve al punto de inicio, Castrocontrigo. ¡Nos vemos en la siguiente!