Silvia Astorga: Hablando claro sobre cáncer de mama

Silvia Astorga

Marta Cuervo

Es muy difícil encontrar una foto de Silvia -@AstorgaSilvia- en la que no salga sonriendo. En la mayoría le brillan los ojos y su actitud ante la cámara suele ser desenfadada, divertida. Silvia es mamá, emprendedora y profesionalmente se dedica al Social Media Marketing. Pero desde hace apenas siete meses, las fotos de Silvia han cambiado en algo; sigue sonriendo, pero ahora lleva un pañuelo en la cabeza y su cara a veces está más pálida, más cansada. Silvia también es paciente oncológica -de ahí su nuevo atuendo- y, como ella dice, “el cáncer no es de color rosa, es más bien un marrón, y ¡muy gordo!”.

La maragata, diagnosticada de cáncer de mama, reconoce que pone todo de su parte para superar la enfermedad, y ha decidido compartir consejos y algunos trucos que a ella le han servido, pero también sus miedos y sus preocupaciones; es decir, sus días buenos y sus días malos de forma realista, sin pesimismo, pero “tampoco intentando ser una sucursal de Mr. Wonderfull”, apunta. En definitiva, Silvia quiere hablar claro sobre cáncer de mama, y para ello la mejor manera que se le ha ocurrido ha sido la de abrir un blog 'No sólo un lazo rosa' y los canales de Instagram, Twitter y Facebook.

“La verdad es que es algo que surgió de una forma no premeditada. Por mi trabajo, directamente relacionado con internet y las redes sociales ya tenía unos perfiles muy activos en redes. Cuando conocí mi diagnóstico, fui consciente de que esto iba a afectar a mi trabajo. Entonces comencé a pensar si debía o no, dar la noticia en mis perfiles personales. Decidí contarla, para que mis clientes y seguidores supieran qué pasaba, ya que mi actividad iba a disminuir. Desde ese momento, cada vez iba hablando un poco más sobre el cáncer y mis experiencias, y llegó un punto en el que vi la necesidad de diferenciar este tema de mis perfiles personales como ”Silvia“. En ese momento nació 'No sólo un lazo rosa' como el canal para comunicar y compartir sobre este tema”, explica Silvia.

La community manager no esconde que esta decisión también le ayuda como terapia personal. “Es un medio de desahogo y también está siendo un canal para contactar con otras personas en situaciones similares a la mía, intercambiar información y experiencias, y eso me resulta muy muy enriquecedor. Tener este blog me está sentando muy bien en lo personal”.

Siempre he tenido claro que el gran valor de las redes sociales es su lado humano; son personas hablando con personas

Silvia siempre ha estado muy vinculada a las redes sociales, y esta etapa que está atravesando ahora en el plano personal no ha hecho “en absoluto” que cambie su visión con respecto a ellas. “Hasta ahora las había usado siempre de una forma profesional, trabajando para diferentes empresas y marcas, pero siempre he tenido claro que el gran valor de las redes sociales es su lado humano; son personas hablando con personas. Y claro, en el caso de 'No sólo un lazo rosa' esto se hace aún mucho más evidente”, apunta.

“Mi forma de actuar en las redes sociales es la misma de siempre, buscando ser honesta y aportar algo de valor, eso no ha variado. Lo que ha cambiado es mi forma de vivirlo e implicarme desde lo más personal, ya que hasta ahora siempre escribía para ”terceros“ y en este caso lo hago en primera persona”, confiesa.

En relación a los cambios que ha experimentado desde que tiene cáncer, Silvia asegura que, aunque lo esencial de su día a día trata de que sea igual que antes del diagnóstico de cáncer de mama, poco a poco ha tenido que hacer muchos cambios en lo más cotidiano. “Ahora paso casi un día completo a la semana en el hospital cuando me toca tratamiento, y eso pasa factura. Físicamente tengo algunas limitaciones (aunque pequeñas, se notan) y necesito más descanso. Intento tener mi cuerpo y mente lo más activos posibles, y seguir manteniendo mis rutinas siempre que me es posible”.

En muchas de sus entradas, la experta en Social Media Marketing da las gracias por los apoyos recibidos, y es que son muchas las personas que se dirigen a ella, entre ellas muchas pacientes oncológicas, a raíz de publicar el blog. “Casi a diario me escriben por privado personas que están viviendo o han vivido un cáncer. Intercambiamos opiniones y experiencias. A veces son personas que ya han superado la enfermedad y el tratamiento, y me aportan muchas cosas a mi. Otras veces son personas recién diagnosticadas, y yo trato de aportarles a ellas algo positivo con mi experiencia”.

Lo más duro de padecer un cáncer

“La noticia 'tienes cáncer' no cambió tanto mi vida, sino mi forma de ver y plantearme la vida. Aunque suene a tópico, de repente eres consciente de que tu tiempo no es infinito, y empiezas a centrarte sólo en lo realmente importante, en lo que de verdad te aporta, y te olvidas de las tonterías y problemas secundarios”, relata Silvia.

De repente eres consciente de que tu tiempo no es infinito, y empiezas a centrarte sólo en lo realmente importante (...) te olvidas de las tonterías y problemas secundarios

“Este proceso tiene varios puntos duros, como yo digo no es de color de rosa, sino un marrón bien gordo. Es difícil vivir con la incertidumbre. El no saber provoca mucho miedo: no saber qué va a pasar, no saber si va a doler, no saber si te vas a curar... Además de la enfermedad, el tratamiento también es muy duro, y lo peor es que se hace muy largo en el tiempo. En mi caso están previstos casi 10 meses (cirugía, quimioterapia y radioterapia) y ya llevo pasados más de 6. Todo este tiempo supone mucho desgaste físico y emocional. Te notas un poco menos fuerte cada día. En cada ciclo sufres pequeños achaques nuevos, que se vienen a sumar a los anteriores. Pero para mi resulta más duro la montaña rusa emocional en la que vives. Pasas de la felicidad absoluta a la mayor de las tristezas en cuestión de minutos y sin entender muy bien el motivo (el miedo, el cansancio, la medicación...) También resulta muy difícil ver cómo sufren las personas más cercanas... Eso sería quizás lo más duro, y lo que más te gustaría poder evitar”, detalla.

Fuera estereotipos: 'No sólo un lazo rosa'

En general la perspectiva que se tiene del cáncer de mama es la que Silvia llama 'la visión del lazo rosa'. “En mi opinión para nada se acerca a la realidad. Además, se hace muchas veces un uso publicitario este tema, y se nos ”vende“ una imagen muy edulcorada de las mujeres que pasan la enfermedad. Seguramente será una cuestión personal, pero yo al menos no me siento nada representada por todo este tema del ”lazo rosa“. Me gustaría que todas las campañas y la visión que se da (desde instituciones y marcas publicitarias) muestren una visión más real de nuestro día a día: la mujer con cicatrices, sin pelo, con miedo, con molestias físicas...”

Tener cáncer debería ser algo 'normal', como tener gripe, o miopía o diabetes

Sobre si se encuentran o no representadas y aceptadas las personas que sufren cáncer de mama, la maragata responde contundente: “No creo que se trate de sentirse aceptados o no. Yo soy la misma persona que antes, sólo que ahora estoy pasando por una enfermedad. No tengo ningún problema en decirlo o en que se note físicamente, porque no creo que sea algo que tenga que disimular. Es una faceta más de mi vida. Y por supuesto las personas que me quieren no tienen ningún problema con esto. Debería ser algo ”normal“, como tener gripe, o miopía o diabetes”.

En cuanto al trato recibido desde el Hospital -cirujanos, oncóloga, radiólogo, enfermeras, auxiliares-, Silvia lo define como “impecable”. “Todo el mundo me ha tratado con una gran profesionalidad y en la mayoría de los casos con mucha empatía. Si tengo que poner algún 'pero' es que muchas veces me gustaría tener más información y más tiempo con cualquiera de los especialistas para comentar dudas y temores”.

Me gustaría que las campañas y la visión que se da muestren una visión más real de nuestro día a día: la mujer con cicatrices, sin pelo, con miedo, con molestias físicas

Respecto a cómo afectan los recortes, la experta en redes sociales no se ve capaz de emitir un juicio categórico, porque no conocía estos servicios anteriormente, pero sí opina que vendrían muy bien más espacio y personal en el área de tratamientos oncológicos. “Es fácil ver allí a pacientes esperando hasta 10 horas para recibir su quimioterapia, e incluso algunos que después de pasar allí varias horas de espera tienen que volver a por ponerse el tratamiento al día siguiente (a mi me ha ocurrido). Y en ocasiones estamos hablando de personas que se desplazan varios kilómetros desde su domicilio. También es cierto que algunas listas de espera me han parecido demasiado largas (en el caso cirugía, rehabilitación, algunas pruebas de medicina nuclear...). En mi opinión, creo que harían falta más medios y más personal para mejorar un poquito la calidad de vida de los pacientes (no es el mejor momento para estar horas de espera en una sala del hospital) y agilizar todos los procesos, ya que el tiempo es oro a la hora de diagnosticar y tratar correctamente el cáncer”.

Inspiración y ayuda a través de las redes sociales, y viceversa

Aunque haya habido días malos, y los habrá, Silvia es una chica enérgica, que encuentra las fuerzas para seguir contando. “Claro, días malos los hay, y bastantes, aunque por suerte no son la mayoría. Las fuerzas y sobre todo las ganas para seguir contando lo que vivo son directamente proporcionales a la ayuda, información y ánimos que yo recibo a través de lo que comparten otras chicas en esta misma situación, que como yo digo siempre, son las que me inspiran. Yo recibo mucho de ellas, y sólo trato de devolver una pequeña cantidad, tratando de servir de inspiración y ayuda para alguien más”.

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