Secretos y consejos para recolectar setas en León

Con la llegada del otoño, como ocurre también en la primavera, los bosques y montañas de la provincia de León se llenan de vida gracias a la aparición de setas. Se trata de un manjar natural que estalla en estas épocas y que invita a muchos a adentrarse en la naturaleza para disfrutar de su hallazgo y también recolectarlas.

Sin embargo, esta actividad, aunque fascinante, requiere conocimientos previos para asegurar una experiencia segura y además hay que tener en cuenta algunos conceptos básicos de normativa respecto a lo que legalmente se permite y no hacer.

Los mejores lugares para la recolección de setas en León

La provincia de León se convierte en un paraíso para los aficionados a la micología durante el otoño. Cada rincón esconde tesoros micológicos esperando ser descubiertos, y en algunos de estos parajes, la naturaleza se desborda en forma de boletus, níscalos y muchas otras variedades, todas ellas muy apreciadas y de una calidad que las cocinas de toda España ansían poder convertir en manjares en la mesa.

Santa Colomba de Somoza. Ubicado en la comarca de la Maragatería, el municipio de Santa Colomba de Somoza es uno de los destinos más codiciados por los amantes de las setas. Para proteger los recursos, el Ayuntamiento ha impuesto una restricción de recolección de un máximo de 3 kilos por persona y la necesidad de contar con un permiso oficial.

Boca de Huérgano. En la Montaña Oriental Leonesa, se encuentra Boca de Huérgano, un municipio que destaca por la abundancia de boletus, una de las setas más apreciadas en la gastronomía. Los bosques de robledal y pinar de la zona crean el entorno ideal para la proliferación de diferentes especies micológicas.

Almanza. Junto al río Cea, se convierte en un punto de encuentro para recolectores durante el otoño. Aquí es común encontrar la seta de robledal, muy característica de la zona. Además, el municipio organiza actividades relacionadas con la micología, como cursos y visitas guiadas, lo que lo convierte en un destino ideal para aprender más sobre esta fascinante actividad con toda la familia.

Tabuyo del Monte. Es tal la pasión y la tradición de setas en este municipio de La Somoza y Maragatería, de interminables pinares antiguos, que el Ayuntamiento de Luyego al que pertenece cuenta con un Centro de Interpretación Micológico que además de poder visitarse organiza numerosas rutas por la zona para conocer la riqueza micológica del entorno.

Setas comestibles y tóxicas en León

El conocimiento es la mejor defensa contra las intoxicaciones. En León, como en muchas otras provincias, algunas setas son peligrosamente similares a las comestibles. Aquí te indicamos una selección de las comestibles y de las tóxicas. Pero no olvides siempre consultar con un experto antes de tomar ninguna decisión.

Comestibles

Seta de cardo (Pleurotus eryngii)

Una de las más populares y apreciadas por su sabor suave y textura compacta. La seta de cardo se encuentra en praderas y campos abiertos, especialmente en los bordes de los caminos. Es fácilmente reconocible por su sombrero umbilicado, de color marrón a grisáceo.

Amanita caesarea

Conocida como la “reina de las setas”, la Amanita caesarea es muy cotizada en el mercado. Su sombrero anaranjado brillante y su gran tamaño la hacen inconfundible. Aunque es más común en verano, también se puede encontrar a principios del otoño en bosques de encinas y robles.

Níscalo (Lactarius deliciosus)

Este hongo, fácilmente identificable por su sombrero convexo de color anaranjado, es un clásico en la cocina española. Crece en los pinares y su recolección es una tradición en muchas familias leonesas durante el otoño porque hay zonas donde son espectaculares.

Boletus edulis

Apodado “el rey del otoño”, el Boletus edulis es muy buscado por su sabor y versatilidad en la cocina. Su sombrero, que puede alcanzar hasta 30 cm de diámetro, varía en color desde blanco hasta marrón oscuro a medida que madura.

Trompeta amarilla (Craterellus lutescens)

También conocida como la “angula del monte”, la trompeta amarilla es apreciada por su carne delicada y sabor exquisito. Crece en colonias extensas en pinares húmedos y su distintivo color naranja la hace fácil de identificar.

Tóxicas

Amanita phalloides

Conocida como “la cicuta verde”, es una de las setas más venenosas del mundo. Su apariencia inofensiva y su color verde amarillento la hacen difícil de distinguir, especialmente en su fase inicial, donde puede parecerse a la comestible Amanita caesarea.

Amanita muscaria

Famosa por su aspecto, con un sombrero rojo brillante y puntos blancos, esta seta es altamente tóxica y posee efectos alucinógenos. Aunque rara vez causa la muerte, su consumo puede llevar a graves intoxicaciones.

Lepiota brunneoincarnata

También conocida como “la pequeña cicuta”, esta seta se parece mucho a algunas especies comestibles de champiñones, pero es extremadamente venenosa. Es responsable de la mayoría de las intoxicaciones fatales en Europa.

Consejos para una recolección sostenible y segura

Cuando salgas a recolectar setas, es fundamental hacerlo de manera responsable para preservar el ecosistema y garantizar futuras cosechas. En primer lugar, utiliza una navaja para cortar las setas, dejando intacto el micelio, que es la parte subterránea del hongo. Esto asegura que los hongos puedan regenerarse y seguir creciendo en próximas temporadas.

Además, respeta las cantidades permitidas de recolección para evitar sobreexplotar las zonas micológicas. Es importante también ser selectivo con las setas que recojas: evita las demasiado jóvenes, ya que necesitan tiempo para madurar, y las viejas, que además de ser indigestas, son esenciales para la dispersión de esporas.

Para transportarlas, usa cestas de mimbre, que permiten la ventilación y facilitan la dispersión de esporas, en lugar de bolsas de plástico que pueden hacer que las setas se fermenten.

Jamás recojas setas que no conozcas bien, ya que una identificación incorrecta puede ser peligrosa. Asegúrate de informarte sobre los permisos necesarios para la recolección en determinadas zonas de León. Por último, nunca salgas solo y avisa a alguien de tu ubicación.

Un mapa interactivo

Hoy en día, la tecnología puede ser una gran aliada en la recolección de setas. Aplicaciones como la de Micología Castilla y León permiten a los recolectores consultar en tiempo real la normativa de recolección, identificar zonas reguladas y, en algunos casos, obtener permisos telemáticos. Además, ofrecen funcionalidades como la posibilidad de marcar la ubicación de tu vehículo para evitar desorientarte en el bosque.

En Castilla y León, la normativa establece que sólo se pueden comercializar las setas silvestres recolectadas en un acotado con un permiso comercial o en un terreno reservado con la autorización expresa y fehaciente del propietario. Aquellos que no estén señalizados, se considerarán terrenos libres y se prohíbe la comercialización de setas recolectadas en ellos. En estas zonas la recolección permitida sólo tendrá una finalidad exclusivamente recreativa o de autoconsumo, y sólo se podrán recoger hasta un máximo de 3 kilogramos de setas silvestres por persona al día. Los agentes forestales harán cumplir estas normas, pudiendo imponer importantes multas.

Zonas reguladas

Existen tres tipos: los acotados de setas; parques micológicos en zonas de especial interés para el aprovechamiento del recurso, incluida su vertiente turística; y terrenos reservados, cuyos titulares micológicos hayan puesto de manifiesto su voluntad de prohibir la recolección micológica por terceros. Todos ellos deben estar perfectamente señalizados. En esta web de Micocyl se aporta toda la información oficial necesaria.

La recolección de setas en León es una actividad que, más allá de su valor gastronómico, conecta a las personas con la naturaleza de una manera única. Será siempre una gran experiencia cuando se realice realizarse con conocimiento y respeto hacia el entorno para asegurar que futuras generaciones puedan disfrutar de este tesoro natural.