El Ministerio de Agricultura y la ConfederacioÌn HidrograÌfica del Duero (CHD) tienen la intencioÌn de construir no uno, sino dos pantanos en nuestro municipio: uno en Carrizo y otro en Villanueva.
Han tomado datos en los parajes de La Rial y de Los Morales y han remitido al Ayuntamiento de Carrizo los documentos del anteproyecto y el Estudio de Impacto Ambiental para conocimiento y presentacioÌn de alegaciones. Son documentos puÌblicos que se pueden obtener en Internet.
En el anteproyecto se indica que la presa de La Rial embalsaraÌ 24 HM3 con un muro de 750 m de longitud y 40 de altura y se situaraÌ en la uÌltima curva de la recta de la carretera que enfila hacia RiofriÌo (se ubica todo en nuestro municipio); que la presa de Los Morales embalsaraÌ 12 HM3 con un muro de 570 m de longitud y 20 m de altura y se situaraÌ pasado el Turbanillo en la curva que enfila la recta hacia el robledal, camino de Montejos (se ubica parte en nuestro municipio y parte en el de Cimanes del Tejar). Se llenaraÌn por un sistema cariÌsimo de bombeo (algo insoÌlito) desde el canal de Carrizo y desde el entubado canal de Velilla.
Presupuesto inicial: unos 50 millones de euros. Presupuesto final: ¿?
La presa de La Rial quedaraÌ a unos dos kiloÌmetros de La Milla-Carrizo y la presa de Los Morales a un kiloÌmetro de Villanueva.
Ambas presas estaÌn incluidas en la ClasificacioÌn de Grandes Presas, CategoriÌa A, o sea, las maÌs peligrosas por estar ubicadas delante de los nuÌcleos urbanos de La Milla-Carrizo y de Villanueva. Los caudales de rotura son 21.172 m3/s y 17,678 m3/s respectivamente. Un auteÌntico muro de agua.
En el Estudio de Impacto Ambiental, de muchiÌsimas paÌginas, he buscado dos cosas, las maÌs importantes:
- la afectacioÌn al cultivo del luÌpulo
- la afectacioÌn al ser humano de la zona
Respecto al luÌpulo se dice lo siguiente: “Pueden notarse efectos sobre uno de los principales motores de la economiÌa de zona: el luÌpulo”. Y anÌade: “... como no se han encontrado estudios de presas similares con climatologiÌa similar [...]se debe realizar estudio sobre la evolucioÌn de los paraÌmetros locales de humedad antes de hacerse los pantanos y despueÌs de hacerse los pantanos para evaluar las diferencias”. Parece que con este escaso bagaje de conocimientos y de buÌsqueda de informacioÌn ya han cumplido.
Respecto al ser humano de la zona, a su opinioÌn, a sus sentimientos, a sus objeciones, etc. no hay ni una sola liÌnea. Se analiza el subsuelo, la geologiÌa, las capas freaÌticas, la naturaleza, la flora y fauna, etc., pero no se dice nada de los habitantes de Carrizo.
REACCIOÌN POPULAR:
La primera reaccioÌn ha sido de incredulidad. Cuando se conocioÌ que el asunto iba realmente en serio ya hubo muestras de indignacioÌn. Se organizaron grupos y plataformas contrarias a los dos pantanos y se han remitido multitud de alegaciones en tiempo y forma a los organismos correspondientes. Se hicieron varias charlas informativas en el municipio y en LeoÌn. Incluso se realizoÌ una gran manifestacioÌn histoÌrica en Carrizo a la que se sumoÌ el Alto OÌrbigo con los alcaldes de los ayuntamientos al frente de la misma. El “arte popular” invadioÌ diferentes espacios en todas las localidades afectadas: ventanas, balcones, paredes, carteles de traÌfico, etc. mostraron carteles de repulsa, siendo realmente espectacular y original la carteleriÌa colocada en el puente de hierro de Villanueva.
SITUACIOÌN ACTUAL:
En diciembre de 2015 saltoÌ la noticia en los medios de comunicacioÌn de que el Gobierno de la nacioÌn “en funciones” habiÌa aprobado el Plan HidroloÌgico Nacional que conteniÌa la construccioÌn de los pantanos de La Rial y de Los Morales.
Por supuesto, no tuvieron tiempo de leer las alegaciones presentadas y tampoco de dar la obligada contestacioÌn a todas ellas, incumpliendo la ley.
Ahora, con incertidumbre en el panorama poliÌtico nacional, se estaÌ en un momento de “impasse” a la espera de que surja un nuevo gobierno, el que sea, que responda a la inquietud existente en el Alto OÌrbigo.
ANTECEDENTES:
“SON NUESTROS”,...
Los parajes de La Rial y de Los Morales SON NUESTROS.
Nadie de tierras lejanas y extranÌas a nuestro municipio debe decidir por nosotros. Los vecinos de Carrizo y de Villanueva tenemos el sentimiento entranÌable de propiedad y de uso sobre nuestros dos uÌnicos valles. Lo heredamos de nuestros padres y de nuestros antepasados.
AlliÌ pasamos muchos momentos de nuestras vidas realizando labores agriÌcolas, forestales, de pesca, de diversioÌn y de ocio o simplemente de convivencia local.
El pequenÌo arroyo que discurre por la parte baja de cada valle genera extraordinarios espacios llenos de vegetacioÌn singular, dejando hermosas praderas laterales y zonas de cultivo.
El valle de La Rial es largo y amplio. El parcelario estaÌ muy fragmentado, excepto en el paraje del Montelacasa que tiene mas de 20 Ha. Combina zonas de frondoso bosque de roble con otras de cultivo, ahora convertidas en praderas. El arroyo a lo largo de su recorrido, sobre todo en el tramo intermedio, tiene liÌneas de arbolado de roble de alto valor ecoloÌgico y medioambiental.
El cultivo del robledal nos permitiÌa y nos permite talar el nuÌmero de aÌrboles adecuado para mitigar los rigores invernales, sin que ello suponga merma de la masa forestal, que se regenera de modo continuo.
El valle de Los Morales es maÌs domeÌstico. Tiene buena vegetacioÌn en su parte alta. En sus explanadas de pradera verde se realizaban labores agriÌcolas en los veranos calurosos. Todo Villanueva se trasladaba alliÌ durante unos cuantos diÌas para recoger la paja y el grano que cubriÌan las necesidades del anÌo. Eran jornadas de trabajo duro, pero tambieÌn de hermosa convivencia entre vecinos desde por la manÌana hasta el atardecer. Los maÌs joÌvenes se divertiÌan y lo pasaban en grande.
En algunos tramos del arroyo se generaban balsas y pozos que permitiÌan pescar “carpinchos y mermellos” que se llevaban a casa para la cena.
Muchas veces, al salir de la escuela, ese era el lugar de encuentro de los chavales para pasar toda la tarde.
CALIFICACIOÌN URBANIÌSTICA:
Este concepto es importante y no debe pasar desapercibido. En el estudio detallado del territorio municipal para la redaccioÌn de las normas urbaniÌsticas se concluye que estos dos parajes deben ser respetados por sus especiales valores naturales y medioambientales. EstaÌn calificados como “Suelo RuÌstico. ProteccioÌn Natural 2” y el uso al que estaÌn destinados es el propio de su naturaleza, nunca pantanos. Se prohiÌbe y se restringe cualquier actuacioÌn que altere o modifique su esencia actual.
Parece que aquellos organismos no se han enterado o que no les importa.
OPINIOÌN:
“SON NUESTROS...”
Los parajes de La Rial y de Los Morales SON NUESTROS. Es preciso repetir este concepto y asumirlo por completo.
A las personas del Ministerio de Agricultura y de CHD hay que exigirles respeto por el territorio y sus gentes. No se puede, bajo ninguÌn concepto, borrar definitivamente de nuestro recuerdo aquellas vivencias ni las actuales relacionadas con esos parajes.
Desean invadir nuestros dos uÌnicos valles con dos obras faraoÌnicas para almacenar agua para sus exclusivos intereses. Quieren agua, nuestra agua... Los canales que atraviesan nuestro municipio ya supusieron una expropiacioÌn y la desaparicioÌn de los cultivos de vinÌedo existentes en las laderas, motivo tambieÌn de convivencia local en aquellas largas jornadas de la vendimia en septiembre.
Pues bien, dejando pasar el agua hacia otros territorios por esos canales, la solucioÌn alternativa a los pantanos es muy sencilla y estaÌ recogida en los Estudios Alternativos realizados por la CHD: BALSAS DONDE SE NECESITEN. El agua llega por gravedad, se llenan en periodos de lluvia abundante y se almacena para los secos veranos. En esta primavera lluviosa se lleva meses desperdiciando agua que vuelve al riÌo porque no se han construido esas balsas. El motivo por el cual no se han construido es “porque los territorios donde deberiÌan ubicarse tienen parcelas de cultivo”. Por lo tanto, “deben hacerse en Carrizo que no hay parcelas de cultivo”. Este criterio es de tan escaso rigor que causa sonrojo. Denota un egoiÌsmo sin liÌmites: el agua que yo necesito la almaceno en la casa del vecino.
Finalmente se le ha recordado a CHD la necesidad de personarse en nuestros pueblos para conocer in situ el territorio y para convencerse de emplear el dinero puÌblico para este municipio y comarca no en pantanos, sino en asuntos que requieren intervencioÌn inmediata:
1. Terminar la obra de la depuracioÌn integral del riÌo OÌrbigo y la depuradora de Carrizo.
2. Acometer el arreglo del muy deficiente estado del canal de Carrizo
3. Efectuar la limpieza y mejora de la franja fluvial entre Carrizo y Villanueva (ya solicitada otras veces).
Para terminar y llegados a este punto se me ocurre lanzar el grito siguiente:
“¡Despierta, LeoÌn!”
La parte norte de la provincia se ve constantemente picoteada y ultrajada desde tierras extranÌas. Ellos deciden; ellos imponen. Nos consultan solo para que aceptemos sus propuestas. En ello les va el gran incremento de su economiÌa: cada anÌo con el presupuesto de LeoÌn redactan todos los proyectos, licitan interesadamente las obras y luego retrotraen sus propios beneficios. Para LeoÌn y sus comarcas quedan las migajas, el territorio afectado para siempre y nuestra agua para otros.
Carrizo debe despertar. EmpezoÌ a hacerlo el 6 de diciembre del anÌo pasado concertando una gran manifestacioÌn intermunicipal. Y volveraÌ a hacerlo; quizaÌs el proÌximo verano, con movilizaciones multitudinarias de gentes de nuestra querida y entranÌable comarca del Alto OÌrbigo. LlegaraÌn los ecos a Valladolid y Madrid.
Nuestro territorio ES NUESTRO.
Los parajes de La Rial y de los Morales SON NUESTROS.