La Navidad en la provincia de León es la más dulce

Las fiestas de Navidad son el pretexto perfecto para disfrutar de la rica repostería de la tierrina. Pero hay que tener en cuenta que el catálogo navideño para los más golosos no se limita a postres navideños tradicionales sino que abarca una variedad de delicias disponibles todo el año.

Si en León somos golosos, ¿por qué restringirnos a unas pocas semanas? Por eso, merece la pena hacer un repaso por todas las sabrosas opciones posibles antes de quedarse con una... o con todas.

Roscón de Reyes

Si hay un dulce que es el rey de la Navidad, nunca mejor dicho, es el Roscón de Reyes. Y aunque cada obrador tiene su magia, en León el roscón tiene nombre propio: Confitería Conrado, en La Bañeza.

No sólo por su calidad, que tantos artesanos pasteleros pueden resaltar, los de Conrado son además famosos por esconder premios económicos muy suculentos también dentro de sus roscones como una verdadera y gran sorpresa, una cifra que llega hasta los 10.000 euros. Con todos estos ingredientes, estos maestros confiteros han elevado el roscón al nivel nacional, como la Lotería de la Navidad. Su versión tradicional se puede disfrutar sin relleno o con crema, nata o trufa, pero la calidad de su masa y la combinación perfecta de sabores lo hacen irresistible de cualquier modo.

Turrón de Guirlache

La Confitería Imperiales Alonso, también de La Bañeza, nos regala uno de los turrones más auténticos de León: el turrón de guirlache.

Con su receta artesanal a base de almendra marcona y caramelo, este dulce es pura tradición navideña. Sin aditivos ni conservantes, cada bocado es un homenaje al saber hacer transmitido de generación en generación desde 1887.

Y ya que estás en esa confitería, no te pierdas tampoco los Imperiales, un bizcocho de almendra cuya receta original ha conquistado paladares durante más de un siglo.

Turrones de Santocildes

Desde 1916, y por lo tanto ya ampliamente superado el siglo de vida, Chocolates Santocildes en Castrocontrigo y León lleva deleitando paladares con su maestría chocolatera.

Con opciones que van desde tabletas de chocolate negro al 80% hasta combinaciones innovadoras como el chocolate con naranja o almendra, esta chocolatería ha sabido mantener viva su tradición sin renunciar a la creatividad. Para las fiestas, sus turrones de chocolate y bombones crocantes son un auténtico festín.

Turronchitos

De la mano de Caramelos Santos, los turronchitos son una reinvención del clásico Ronchito, leonés por excelencia.

Este dulce combina el sabor del turrón con la textura característica del afamado caramelo, convirtiéndose en una alternativa imprescindible de las fiestas en las mesas de los que más aman los sabores de la provincia. Perfectos para completar cualquier bandeja de dulces navideños, estarán al mejor nivel.

Mantecadas de Astorga

Astorga, la cuna de las mantecadas, presume de este dulce con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Elaboradas con harina, azúcar y mantequilla clarificada, estas pequeñas maravillas son ideales para desayunos contundentes o meriendas reconfortantes.

No se puede olvidar que su historia se remonta al siglo XIX, cuando los reposteros locales comenzaron a abastecer a los seminarios y nobles de la zonas y la de muchos que aprovechaban su paso en tren por la ciudad bimilenaria para adquirir cajas que de esa manera viajaban hasta los últimos confines. Hoy, las mantecadas son el souvenir perfecto de cualquier momento del año, aunque en Navidad te puede hacer un apaño para terminar de empachar hasta al más comilón de tu familia.

Hojaldres de Astorga

Pero ojo, que la golosa ciudad de Astorga no solo es famosa por sus mantecadas: sus hojaldres también han conquistado mesas de toda España. Ligera, crujiente y bañada con un sutil glaseado de azúcar, esta delicia maragata es la guinda ideal para una sobremesa o un capricho a media tarde.

Aunque coloquialmente se les llama 'mielitos', no llevan miel en su receta, pero su sabor dulce y textura delicada son inconfundibles.

Nicanores de Boñar

En el norte de la provincia, la villa de Boñar guarda un secreto delicioso: los Nicanores, hojaldres de mantequilla creados por Nicanor Rodríguez en 1880.

Ligados a la tradición y a una receta familiar, estos dulces son un ejemplo perfecto de cómo un postre puede transmitir historia y sabor a partes iguales. Cubiertos de azúcar glass, cada bocado es una fiesta para el paladar.

Lazos de San Guillermo

No salimos del hojaldre, que por lo que se ve en la provincia leonesa es algo de lo más especial y querido, y con el mejor de los sabores. En la Montaña Oriental leonesa, la villa de Cistierna ofrece otra versión muy especial de la repostería provincial: los lazos de San Guillermo.

Este hojaldre artesanal debe su nombre al patrón de la localidad, y su receta ha sido perfeccionada durante generaciones en la Confitería Montañés. Con una capa crujiente y un toque de azúcar que los hace irresistibles, los lazos son el dulce perfecto para acompañar un café en las tardes de invierno.

Besitos de La Bañeza

Los besitos de La Bañeza son una muestra del ingenio repostero de esta localidad desde los años 50. Es una elaboración con almendra, huevo y azúcar que aportan una textura suave y tierna en cada pequeño bocado.

Canelas de León

En la ciudad de León, las canelas se han ganado un lugar especial entre los dulces más queridos, de manera que ya parecen dulces de toda la vida.

Elaboradas con masa frita y rellenas de una suave crema aromatizada con canela, este postre lleva décadas enamorando a locales y visitantes. Su receta, celosamente guardada por confiterías tradicionales, tiene un lema claro: “Podrán imitarlas, pero nunca igualarlas”.

Amarguillos de Sahagún

Estos pequeños dulces, dorados y coronados con una almendra entera, se elaboran en Sahagún siguiendo recetas tradicionales en los muchos monasterios de la comarca, a la sombra del Camino de Santiago. Perfectos para un tentempié o como acompañamiento a una sobremesa, su sabor equilibrado entre lo dulce y lo ligeramente amargo hace que sean una joya de la gastronomía leonesa.

Castañas de El Bierzo

Las castañas bercianas, famosas por su calidad y sabor, se transforman en productos exquisitos durante la Navidad. Las castañas en almíbar y la crema de castañas son dos opciones populares que no pueden faltar en las mesas navideñas. Este fruto, introducido por los romanos, sigue siendo un símbolo de la gastronomía berciana, tanto en su versión natural como en elaboraciones dulces.

Los dulces leoneses son mucho más que postres: son una declaración de intenciones que saborea la tradición y juega con las texturas. Estas delicias nos recuerdan que la Navidad es el momento perfecto para compartir y disfrutar, pero también que cualquier época del año puede endulzarse con estos deliciosos elaborados.

Sin olvidar, por supuesto, el postre más leonés para estas fechas que el año pasado encontramos en la Redacción de ILEÓN: la Torta Fuchada.