La conexión leonesa de 50 años de 'Informe Semanal': de Puerto Hurraco al Polo Norte pasando por Putin

Informe Semanal y José Carlos Gallardo cumplen 50 años en este 2023. El periodista ponferradino, que fue presentador de La 2 Noticias y corresponsal en Moscú y Buenos Aires, se está poniendo al día de lo que ocurría en el mundo en su año de nacimiento ahora como director del emblemático espacio de Televisión Española (TVE). Josefa Rodríguez, berciana originaria de Voces (Borrenes) que fue responsable del Telediario de las tres de la tarde, cerró su carrera periodística en 2022 como directora adjunta del programa de reportajes más célebre de la casa. Y el también berciano Manuel Ovalle, que lo es todo en el reporterismo gráfico, viajó durante 17 años para llevar a los hogares españoles imágenes desde lo más negro de la historia hasta lo más blanco del planeta.

A Manuel Ovalle no hace falta preguntarle por sus recuerdos personales sobre Informe Semanal. Él casi lo vio nacer. El berciano se incorporó a TVE en 1974, apenas un año y medio después del estreno de un programa que este mes de marzo celebra sus bodas de oro. Fue, sin embargo, de funeral tras las guardias a las puertas del Hospital La Paz de Madrid cubriendo la muerte de Francisco Franco como el reportero gráfico más veterano de todas las televisiones de España, jubilado en 2021 tras estar en 15 guerras y dos Mundiales de fútbol, aportó sus primeras imágenes para un programa en el que permaneció durante casi dos décadas. Lo hizo muchas veces a fuerza de preparar las maletas para llegar a lo más profundo de España y a lo más inhóspito de la Tierra.

“A mí me tocaba lo disoluto, lo negro, las mafias, el contrabando...”, dice para ponerse en el contexto del último fin de semana de agosto de 1990. Puerto Hurraco (Badajoz), donde unas rencillas familiares se convirtieron en tragedia, escribió la última página de la historia negra de España. A Manuel Ovalle le tocó filmarla. Lo hizo fundamentalmente con dos planos secuencia. El primero, con mujeres de negro llorando sobre unos ataúdes, fue celebrado por sus jefes hasta el punto de ser durante un tiempo cabecera del espacio y censurado años después por su compañera redactora, Rosa María Artal, que lo considera el comienzo del sensacionalismo en televisión. “Jamás en mi vida me he recreado ante un cadáver o alguien llorando. Nunca he ido a un plano corto en esas circunstancias”, se defiende Ovalle.

El reportero gráfico contaba con el permiso del dueño de la casa y padre de dos niñas asesinadas, Antonio Cabanillas, para entrar en el domicilio. Informe Semanal siempre ha abierto puertas. “Y lo hice con mucho respeto profesional. Como me enseñaron mis predecesores”, señala Ovalle, que unos días después a las puertas de los juzgados filmó el segundo plano secuencia al personalizar la imagen del propio Cabanillas, al que detiene la Policía cuando portaba un cuchillo y dos navajas. La imagen hoy sería imposible de captar en esas circunstancias ya simplemente por la distancia que imponen las fuerzas de seguridad, reconoce el berciano sin dejar de anhelar aquella forma de trabajar: “Hoy el reporterismo y el movimiento de cámara no existe. Aquel fue un trabajo de acción y de cámara al hombro. Ahora se va a lo bonito, al plano beauty”.

"Yo di lo máximo de un profesional de la imagen. Y la sensación final fue de relax tras toda la adrenalina acumulada", cuenta Manuel Ovalle sobre su trabajo en el Polo Norte geográfico

Ovalle, que vio cómo los Balcanes saltaban por los aires y cómo en el Kurdistán iraquí salvaba la vida por pura intuición, se metió en 1999 en una 'guerra' personal de la que salió victorioso sin apenas aliados. Todo se le iba poniendo en contra cuando propuso ir como reportero de Informe Semanal a una expedición de Al filo de imposible para grabar en el Polo Norte geográfico. Tuvo que agenciarse unas baterías especiales con Sony Broadcasting y unas fundas de Gore-Tex fabricadas en Andújar (Jaén) para cubrir la cámara y ensayar metiéndose en el congelador de una empresa frigorífica de Mercamadrid para aclimatarse a trabajar entre -20 y -46 grados y de día las 24 horas. Habría sido más difícil sin la experiencia de compartir aventuras con su principal fuente de inspiración, Miguel de la Quadra-Salcedo, el “gran conseguidor” capaz de sacar manjares en lugares del mundo donde no había comida.

Nadie parecía confiar en el éxito de aquella misión (“¿cómo se te ocurre venir con una cámara de vídeo?, le preguntó ya en Moscú un colega de Al filo de lo imposible). Pero Ovalle contaba con el beneplácito de los jefes: el director de Informe Semanal, Baltasar Magro, y el director de Informativos de TVE, Javier González Ferrari. ”Yo tenía mucha fe“, señala. Si en las imágenes de Puerto Hurraco predominada el negro, aquí todo era blanco. ”Tenía que tener mucho cuidado con la luz; necesitaba filtros“, recuerda. Los planos secuencia esta vez estaban condicionados por el límite de las baterías, que llevaba consigo para protegerlas. ”No te voy a contar dónde las guardaba“, apunta quien celebró el hasta el último momento cuestionado éxito de la expedición con pimientos bercianos de la huerta de su abuelo. El reportaje se fue gestando en el viaje de vuelta a Moscú. ”Yo di lo máximo de un profesional de la imagen. Y la sensación final fue de relax tras toda la adrenalina acumulada“, confiesa.

Un “formato distinto”

Josefa Rodríguez recuerda las figuras de Carmen Sarmiento como reportera y Rosa María Mateo como presentadora cuando se le pregunta por su recuerdo más personal de Informe Semanal. Responsable de la información de tribunales, fue aportando al emblemático programa de los sábados piezas relacionadas con procesos judiciales tan importantes como el de la intoxicación masiva con aceite de colza. Y resalta con especial cariño su primer reportaje, en el que abordaba cómo por muy poco precio se despachaban en subastas judiciales edificios emblemáticos como el del antiguo Círculo de Unión Mercantil luego convertido en casino. “Fue bastante divertido. Teníamos que esconder las cámaras y los micrófonos en las subastas. Y de aquella no había micros inalámbricos...”, ilustra.

La Historia de España que a Ovalle se le había cruzado en su parte más negra se le presentó a Rodríguez en otra vertiente más plácida cuando el programa quiso emplear un “formato distinto” para conmemorar el 40 aniversario de la Constitución Española de 1978. Y lo hizo contraponiendo en una mesa de debate a protagonistas de aquel momento como el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, la diputada del PSOE en las Cortes Constituyentes María Izquierdo, la periodista Karmentxu Marín y el catedrático de Derecho Constitucional Antonio Rovira con otra generación representada por estudiantes universitarios que cuestionaron asuntos como la laicidad, la división autonómica o la forma política del Estado. “Era un tema árido y me gustó cómo lo abordamos”, resume Rodríguez en un reportaje en el que se mezclan imágenes de la época como la de un periodista preguntando a una señora de negro por qué iba a votar. “Porque me ha mandado mi marido”, responde la mujer.

"El Telediario tiene más audiencia. Meter la pata ahí es gravísimo. Tienes que contar las cosas rápido, bien y sencillo. En Informe Semanal hay que aportar algo más, hay que contar una historia

A Josefa Rodríguez le tocó a renglón seguido estar entre bambalinas como directora adjunta de un espacio que no es un programa cualquiera. “Forma parte de la memoria colectiva de nuestro país”, sentencia la periodista. Informe Semanal es un transatlántico en el que “se trabaja a muchas velocidades”, añade al reconocer que la competencia mediática a la que se han sumado en los últimos años los diarios digitales hace que un tema que un lunes parezca “superapasionante” el jueves ya esté “supermachacado”. Ahí toca reinventarse, como lo tuvo que hacer el propio programa cuando la pandemia suspendió las habituales reuniones de los lunes e incluso obligó a grabar fuera del plató, reservado en exclusiva a los telediarios en época de restricciones sanitarias. Y ahí también subraya la capacidad de liderazgo para anticiparse a sacar temas hoy tan en boga como el de la salud mental.

La berciana tiene perspectiva para comparar. “El Telediario tiene más audiencia. Meter la pata ahí es gravísimo. Tienes que contar las cosas rápido, bien y sencillo. En Informe Semanal hay que aportar algo más, hay que contar una historia. El reto consiste en encontrar una historia que interese y cuidar la imagen. Tiene un alto nivel de calidad y de exigencia”, afirma con el orgullo de haber recuperado en su etapa una sintonía que es la banda sonora de un sábado por la noche y la retransmisión en directo. Ella apuesta como formato ideal por el de reportajes de una duración de entre 12 y 14 minutos (Ovalle se recuerda grabando hasta cuatro minutos de imágenes por cada una que resultaría de emisión). Las puertas que se le abrieron al reportero gráfico en Puerto Hurraco o cuando María Antonia Iglesias llamó como jefa de Informativos al presidente de la Xunta Manuel Fraga para hacer un reportaje sobre los incendios en Galicia son las que se encontraron en plena pandemia para llegar hasta el Tribunal de Cuentas con los gastos de las administraciones públicas durante la crisis sanitaria en el ojo del huracán. “Y a los del Telediario les habían dicho que no”, contrasta Rodríguez.

“De una ONG a un ministro”

José Carlos Gallardo nació con Informe Semanal. Y cuando se le pregunta por su recuerdo más personal, se remite a una cita que se disfrutaba en familia los sábados por la noche y a figuras como las de una de sus presentadoras más emblemáticas, Carmen García Vela, y la de la reportera Carmen Sarmiento, a la que ha entrevistado para celebrar estas bodas de oro que se sazonan a lo largo del mes de marzo con piezas alusivas hasta desembocar en un programa especial el 1 de abril (las velas del 50 cumpleaños se soplan el 31 de marzo). “Y no se puede explicar el orgullo que siento”, enfatiza el ahora director de informativos no diarios de TVE que asumió en primera persona desde septiembre de 2022 también la dirección de Informe Semanal al ponerse en la tesitura de entrevistar a la responsable del primer reportaje del programa. “Y fue en el año en que yo nací”, resalta la paradoja este berciano de 1973.

 

Los informadores, normalmente "profesionales con mucho recorrido", pueden "explayarse y contar una historia al completo", defiende el actual director de Informe Semanal, José Carlos Gallardo

Gallardo llegó primero través de sus trabajos como corresponsal en Moscú y Buenos Aires. El primero lo conecta con la actualidad con las bombas sobrevolando sobre Ucrania por obra y gracia de Vladimir Putin. Ya resulta sintomático, revelador y quizá premonitorio que un reportaje sobre la toma posesión como presidente de Rusia de Dmitri Medvedev en 2008 se titule 'El clan de Putin'. “Demostramos que todo giraba en torno a una misma persona”, cuenta sobre aquel movimiento que en la práctica resultó una “salida legal” para que Putin, que no podía afrontar un tercer mandato consecutivo como presidente, se convirtiera en primer ministro para regresar en 2012. Pese a que el planteamiento “siempre pasa por entrevistar al protagonista principal”, en este caso el reportaje se configuró sobre la base de testimonios como el del campeón del mundo de ajedrez Gari Kasparov, una celebridad convertida en referente de la oposición que no pudo acceder a las elecciones presidenciales porque “no logró que nadie le alquilara un espacio para 500 personas”. El resultado, 15 años y varias guerras después, es que “Putin tiene más poder pero está más aislado”.

Al otro lado del planeta tuvo que abordar una guerra del pasado con consecuencias muy presentes. El berciano ya había cambiado Moscú por Buenos Aires cuando en 2012 aprovechó que un grupo de excombatientes argentinos regresaban para participar en una carrera a las Malvinas, donde 30 años antes habían sucumbido ante las tropas del Reino Unido. “La dictadura argentina quería lavar su imagen. Ellos se sintieron abandonados y culpables sin entender por qué. Volvieron como los derrotados”, cuenta sobre parte de los protagonistas de un reportaje que se enfrentaron luego a problemas de inserción laboral y de salud mental. Allí, tres décadas, después, “encontraron ropas suyas” todavía sobre un terreno cuyo envés es el de barrios colonizados por la cultura británica con pubs, pintas y lugares bautizados como Margaret Thatcher.

Gallardo, que aterrizó en las Islas Malvinas en un viaje con escala en Punta Arenas (Chile) al no haber conexión directa desde Argentina, ahora está en Madrid al frente de un espacio en el que “desde el principio los redactores y los realizadores firmaban a la par”, que mantiene la esencia de combinar en un programa reportajes de temática nacional, internacional y de sociedad y cultura y en el que tienen cancha “desde una ONG hasta un ministro”. Los informadores, normalmente “profesionales con mucho recorrido”, pueden “explayarse y contar una historia al completo”. Medio siglo después, Informe Semanal “sigue abriendo puertas”, por las que han transitado tres leoneses que forman parte de la historia de la televisión en España. 

Temas

Riaño, carbón y memoria histórica

“En Riaño no se pregunta por quién doblan las campanas. Desde hace 27 años, 10.000 días y 10.000 noches, las campanas de las espadañas de nueve pueblos de la comarca leonesa de Riaño doblan, redoblan, repican y tañen por todos y cada uno de sus habitantes: 27 años en capilla, en la antesala de la muerte”. Eduardo Barrenechea, que ya le había puesto prosa a la Revolución de los Claveles para el periódico Informaciones, ofició con este arranque un 'funeral' con el reportaje 'Riaño: réquiem por una comarca' que se emitió en 1985 en Informe Semanal.

La inundación del embalse de Riaño se puede contar con un ejercicio impecable de periodismo narrativo. Y también se puede hacer con un testimonio que revela el impacto en la población local, personificado en una vecina de luto, una señal premonitoria añadida (ver vídeo a partir del minuto 3:42). “Yo no puedo resistir ese golpe de salir de mi casa”, dice precisamente a las puertas de su domicilio antes de devolver ella las preguntas al periodista. “¿Cuándo será (la inundación)? ¿Será pronto?”, inquiere. Y cuando el periodista le pide que explique cómo será de duro el golpe para ella, sentencia: “Yo voy al cementerio”.

Riaño es uno de los asuntos que ha copado el interés en estos 50 años de Informe Semanal, que también se ha detenido especialmente en otras cuestiones que han marcado la actualidad de la provincia como las sucesivas reconversiones mineras hasta desembocar en 2012 con otro titular agorero, 'Negro futuro del carbón', para contar la que a la postre sería la última gran revuelta capitaneada por la tercera Marcha Negra. León también fue cuna, en este caso de la memoria histórica con la primera exhumación de fosas de la Guerra Civil por métodos científicos en Priaranza del Bierzo en el año 2000. Y ese episodio que derivó en un gran movimiento fue abordado en reportajes corales en los que la provincia tuvo parte del protagonismo.

Como la defunción de Riaño merecía un final a la altura de su arranque, el texto de Eduardo Barrenechea concluye así en 1985: “En estos valles viven todavía más de 3.000 personas, que son la historia viva de su presente y la esperanza de un futuro que se resiste a ser asfixiado, ahogado, sumergido bajo la pesada losa de 670 millones de metros cúbicos de las frías, heladas aguas de la Montaña Leonesa”. Y así cerró la crónica de una muerte anunciada.