A principios de marzo Alcampo recibió el visto bueno definitivo de Competencia para la compra de las tiendas La Plaza de Día, el último nombre de una marca de supermercados cuyos orígenes se ubican en León y se remontan a una filial del desaparecido imperio Elosúa.
En la provincia de León, Día cuenta actualmente con 12 tiendas de supermercados bajo la marca La Plaza que hasta el 30 de junio se convertirán en Alcampo, siendo la última variación de la antigua marca asturleonesa El Árbol, que absorbió el grupo Día en 2014 por menos de un euro debido a su millonaria deuda. El Árbol era el grupo de distribución líder en la provincia de León durante décadas, llegando a tener más de medio centenar de supermercados en la provincia, con más de una veintena de ellos ubicados en la ciudad de León y su alfoz.
Para entender el origen de La Plaza de Día y su relación con León hace falta remontarse a los orígenes del grupo Elosúa, la empresa fundada por el empresario Marcelino Elosúa que se asentó en la ciudad de León con un almacén a la orilla río Bernesga. Su principal actividad por entonces se centraba en la comercialización de aceite para el consumo humano.
Elosúa, del imperio al desmantelamiento
En las décadas de los años 60 y 70 el grupo Elosúa comenzó a crecer y transformarse en el imperio en el que se convirtió poco tiempo después, incluyendo la distribución de productos de alimentación. Es en esta época en la que el grupo se hace con Peñagrande, una empresa comercial asturiana dedicada también a la alimentación y que fusiona con sus operaciones de almacenes coloniales, posterior germen de la cadena de Supermercados El Árbol tras su fusión con otro grupo asturiano décadas después, Grelar. En los años 70 Peñagrande se instala con un gran almacén en el polígono de Onzonilla, en León, y asume la gestión en España de la marca holandesa de alimentación Spar. Es entonces cuando empieza su crecimiento como cadena de distribución, especializada en la distribución alimentaria a las tiendas cuando los pueblos todavía tenían de forma habitual comercio alimentario.
En las siguientes décadas el gigante Elosúa no paró de crecer con marcas como Elmar en el sector de los congelados o El Hostal en las legumbres, hasta que mediados de los años 80 los problemas empezaron a surgir después de la adquisición de la marca Carbonell. El que iba a ser el gran paso para consolidar el imperio resultó, finalmente, ser el comienzo del fin de Elosúa.
Para hacer frente a la compra de la empresa oleícola rival, la empresa tomó la decisión de cotizar en la Bolsa de Madrid. En la salida a bolsa continúa como presidente Andrés Elosúa Rojo, el que sería el último Elosúa en la presidencia e hijo menor del fundador de la empresa.
Aquella decisión provocó una grieta en la familia haciendo que el sobrino del entonces presidente, Marcelino José Elosúa, que controlaba casi el 20% de la empresa, se volviese contra su tío Andrés y al lado del Banco Pastor, uno de los accionistas mayoritarios. A raíz de esta situación el Gobierno de Felipe González comienza a comprar títulos de la empresa en enero de 1989 a través de la empresa pública Mercasa. Las adquisiciones públicas se incrementan después de que el Gobierno llegase a un pacto con los accionistas más críticos, encabezados por Marcelino José, bajo la condición de que el grupo mantuviese su identidad española.
La situación estalla en la junta de accionistas de junio de 1989, después de que Mercasa, el Banco Pastor y Marcelino José fuerzan a vender la empresa al grupo italiano Ferruzzi que cuatro años después se haría con el control total de la empresa y se convertiría en la empresa líder europeo en aceites. La empresa, en manos de los italianos, afronta una Oferta pública de adquisición (OPA), que provoca que el último Elosúa, Marcelino, se viese obligado a vender sus acciones. El siguiente, y último, capítulo de Elosúa fue la fusión con el grupo Koipe, que aboca a su fin al imperio hasta llegar a su desaparición algunos años después.
Una cadena de supermercados por menos de un euro
Cuando se produce el cambio de gestión y entran los italianos de Ferruzzi, que ya habían comprando en León la empresa farmaceútica Antibióticos a Mario Conde y Juan Abelló con la empresa Montedison, comienzan a desmembrar el grupo, con la venta en 1991 de Peñagrande, la filial de distribución comercial al Grupo Unigro. Estos la fusionan con Grelar, de origen asturiano y con la marca El Árbol y en manos del banco BBVA, y una empresa de Valladolid, Sagara, para conformar el grupo Supermercados El Árbol, unificando la marca a la par que mantenían Spar para el comercio minorista de pueblo. Los holandeses pagaron 4.000 millones de las pesetas de entonces por la cadena leonesa.
Unigro, que ya operaba totalmente con El Árbol, pasa a manos de otros holandeses, el Grupo Laurus, y en 2002 es comprado por el fondo de inversión CVC Capital Partners. Solo el 20% de la empresa quedó a manos de directivos de El Árbol.
Después, en el año 2006, la sociedad inversora de las antiguas cajas de Castilla y León, Madrigal, compró el grupo El Árbol iniciando una fuerte política de expansión comprando cadenas de supermercados en Burgos y Aragón para conformar un líder del sector y dinamizar y desarrollar la economía de Castilla y León.
Aquellas expectativas desaparecieron cuando en 2014 El Árbol se vio obligado a vender la marca, agobiado por una deuda de casi 100 millones de euros que era incapaz de gestionar. La marca aceptó la oferta de Día, que pagó menos de un euro por la empresa de supermercados a cambio de hacerse cargo de la millonaria deuda creada por las políticas de expansión.
Es entonces cuando Día reconvierte los antiguos supermercados de El Árbol en una nueva marca: La Plaza, que ahora adquiere Alcampo y que en León cuenta con una docena de establecimientos en toda la provincia (cuatro en León capital, seis en Astorga y dos en Ponferrada) que irán mostrando carteles de liquidación en los próximos días. En sus mejores tiempos El Árbol llegó a tener más de 50 supermercados en la provincia de León, una veintena de ellos en la ciudad de León y su alfoz. La conversión debería finalizar el 30 de junio.
El sindicato UGT ha informado en un comunicado que los trabajadores de La Plaza de Día se van a integrar en los nuevos establecimientos Alcampo sin cambios en sus condiciones laborales. En los próximos días se darán a conocer todos los detalles sobre los centros afectados en un informe de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).