La Junta construye a Villadangos tres naves para alquiler en pago a facilitar el mayor polígono de Castilla y León
La empresa pública de la Consejería de Medio Ambiente, Somacyl, licita por 2,5 millones de euros las obras de las naves a beneficio del la Junta Vecinal, mientras por otro lado se modifica y aprueba a las dos fábricas metálicas su impacto ambiental en materia de emisiones contaminantes y vertidos
Firma del protocolo de ampliación del Polígono Industrial de Villadangos entre la Junta y el Ayuntamiento de Villadangos del Páramo. Agencia ICAL / Campillo
La Junta Vecinal del pequeño pueblo leonés de Villadangos del Páramo será propietaria de un 'tesoro' patrimonial de gran valor: tres naves industriales nuevas a estrenar, con todos los servicios, en el que aspira a convertirse en el mayor polígono industrial de Castilla y León. Tres naves que los vecinos de la localidad podrán decidir en el futuro próximo a qué empresa quieren alquilárselas para que durante años les revierta en forma de beneficios a sus cuentas públicas en forma de ingresos económicos. Su coste de ejecución será de algo más de 2,5 millones de euros pero se lo pagará la Junta de Castilla y León.
Aunque no es un trueque muy habitual, en realidad la operación no es un cambalache. La construcción y entrega de las naves es, en realidad, la forma acordada entre el pueblo y la Administración autonómica de pagar el visto bueno que hace dos años otorgó la Junta Vecinal de Villadangos para vender 186 hectáreas de su suelo público al Instituto para la Competitividad Empresarial de la Junta de Castilla y León (ICE). Con ese amplísimo terreno la Junta de Castilla y León acometerá, con toda la celeridad que le permitan los trámites obligatorios, una ambiciosa ampliación del actual y ya completo polígono para convertir este espacio de casi 400 hectáreas en total en el espacios industrial de mayor extensión de toda la Comunidad. En él ya lleva muchos años instalado, por ejemplo, el centro logístico de todo el noroeste de Mercadona.
Accesos al polígono industrial de Villadangos del Páramo.
El acuerdo alcanzado en su día, en octubre de 2021, por una amplia mayoría del 85% de los vecinos que asistieron al concejo en el que se debía ratificar o rechazar el acuerdo de venta del nuevo suelo, conllevaba la contraprestación de que se pudieran construir esas tres naves. Ahora, dos años después, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente que dirige el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, acaba de impulsar su parte del pacto. Se trata de la licitación del contrato de las obras de las tres naves, bajo el curioso epígrafe de “uso escaparate y sin actividad específica”.
Se ubicarán en las parcelas 15, 16 y 207 del polígono industrial de Villadangos, con una superficie de 2.708 metros cuadrados las dos primeras y 1.130 la tercera, y un coste de prácticamente un millón en los dos primeros casos y de 551.227 euros la última.
Una vez concluidas las obras, en un plazo de ejecución de apenas cinco meses según el proyecto oficial de Somacyl pero de 18 meses -año y medio- según el anuncio de licitación, les serán entregadas a la pedanía del pueblo de Villadangos para que sea ella quien las explote y saque beneficios de su alquiler a las empresas que se muestren interesadas por arrendarlas. Se garantizan así unos ingresos sostenidos en el tiempo para los vecinos del pueblo.
Retoques en el impacto ambiental de emisiones contaminantes y vertidos a las dos grandes fábricas metálicas
La próxima construcción por parte de la Junta de Castilla y León de las naves al pueblo no son las únicas recientes novedades para un polígono industrial, el de Villadangos, que el Gobierno de Castilla y León mima con todo tipo de celeridad en sus trámites y mejoras, en contraste con el ritmo que mantiene en otros espacios industriales o logísticos de importancia como la Plataforma de Torneros, que debe ejecutar el Gobierno central, convirtiendo la 'batalla' de los polígonos en una batalla institucional y de partidos políticos.
Justo cuando este viernes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández-Mañueco, visita una de las dos grandes fábricas del sector siderúrgico y metálico radicadas allí, esta semana la propia Consejería de Medio Ambiente ha actualizado y facilitado sus condiciones de emisiones y vertidos. Se trata de Coated Solutions, dedicada a fabricación de acero (la que Mañueco visitará hoy), y Latemaluminium, de reciclado de aluminio. Ambas compañías son las que que desembarcaron con gran apoyo autonómico y también estatal cuando estalló hace cinco años el cierre de la multinacional eólica Vestas.
En en laso de Latemaluminium, en el año 2009 ya se le había otorgado autorización ambiental a su fundición pero ahora se le aprueba una modificación sustancial de la misma al aumentar su capacidad de recuperación y refinado de aluminio, por ejemplo hasta 126.000 toneladas al año de chatarra metálica, 45.000 toneladas al año de residuos de latas o el horno para producir 33.600 toneladas también anuales. Entre sus principales emisiones destacan 500 toneladas de “partículas y polvo con sustancias peligrosas”.
Por su parte, a Santander Coated Solutions (en su división de León, del grupo Grupo Network Steal Resources NSR) también ve autorizado un modificado del impacto ambiental que se le otorgó en 2019, cuando contaba con 50.000 metros cuadrados dedicados en su mayor parte a las labores de galvanizado (24.246 metros), decapado (casi 16.000 metros) y laminado (más de 8.000 metros), y ya entonces se consideraba una industria “potencialmente contaminante del suelo”. Entre sus principales recursos y materias primas, destacaban las bobinas de acero (520.000 toneladas) o lingotes de zinc (otras 11.000 toneladas/año).