El invierno demográfico se consolida en León: los nacimientos se hunden y las defunciones aumentan

Los sociólogos auguraban un nuevo baby boom tras el confinamiento de la pandemia de covid-19 pero según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) estas previsiones se han quedado en eso. León es la tercera provincia de España con los datos de natalidad más bajos; los leoneses no tienen hijos.

El acumulado de nacimientos durante los primeros seis meses de este año es el más bajo de la estadística de estimación mensual de nacimientos del INE: 1.041 niños nacieron en León en lo que va de 2022. La cifra más alta se alcanzó en 2016 (1.418 nacimientos) con 377 niños más que este 2022. En seis años León ha perdido un 26,5%, es decir 1 de cada 4 de los nacimientos de 2016, durante los primeros seis meses de cada año.

Una de las madres primerizas de este año en León es Andrea que, con 26 años, dio a luz este mes de agosto a su primer hijo. Andrea conoce las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes leoneses y que afectan a su decisión de tener hijos: “Esto es como todo; si tienes un trabajo y una pareja estable ves bien tener hijos, pero ahora cuando muchos jóvenes viven en casa con sus padres o compartiendo piso, no tienen trabajo ni coche ni ningún tipo de estabilidad ¿quién se lo plantea?”, cuenta, “León se ha quedado vacía, no hay gente, y eso es por algo”.

Si se comparan los datos de nacimientos con las defunciones comprobamos que en León hubo 3.345 muertes durante los primeros meses del año, lo que significa que el crecimiento vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo, con un exceso de fallecimientos de 2.304. Si no contamos el año 2020, en el que hubo un exceso evidente de muertes por las olas más duras de la pandemia de covid-19 (2.761 más que nacimientos), es el primer semestre del año con un crecimiento vegetativo más negativo desde 2016, último año con datos mensuales de nacimientos.

No puede entenderse esta bajada de la natalidad en León sin hablar del envejecimiento de la provincia con cerca de 58.000 jóvenes entre 20 y 34 años viviendo en el año 2022 en la provincia de León. La edad media de empadronados en León en 2021 es de 49 años, que no ha dejado de crecer desde que hay registro, en el año 1998, cuando la edad media era de 42.

El envejecimiento de la población leonesa no es accidental: se debe a la cantidad de jóvenes que se marcharon de León en la primera década del siglo XXI. Si en 2001 había 107.966 empadronados entre 20 y 34 años, en 2021 había 58.695. Esto implica que León ha perdido a cerca de 50.000 jóvenes de entre 20 y 34 años, un rango en el que entra la media de edad en la que las leonesas tienen su primer hijo (32 años en 2021) y que no ha bajado de 30 desde 2007 (y ese año la media fue de 29). “Conozco a gente que está teniendo hijos, gente entre 25 y 38 años, y otros que sé que no los pueden tener porque no tienen estabilidad laboral y lo están retrasando hasta tener una situación mejor”, confirma Andrea.

Con esto se puede deducir que aquellos jóvenes que se marcharon de León y que encontraron estabilidad en otra provincia tuvieron allí a sus hijos, afectando negativamente a las cifras de nacimientos en León.

En el año 2021 había un total de 76.720 jóvenes entre 15 y 34 años en León, mientras que los mayores de 45 eran 268.448 (191.728 de diferencia). Andrea es de esas jóvenes que rechaza la idea de irse: “Quiero seguir teniendo hijos y tenerlos en León. Es un buen lugar en cuanto a estilo de vida, pero lo malo aquí es el mercado laboral. No me gusta el futuro que tendrían en León porque no hay trabajo”.

Otro de los datos que puede aportar más motivos a la escasa natalidad es la caída de población extranjera en León, que es la única provincia de la Comunidad en la que disminuyó del 2020 al 2021 (un 0,56% de extranjeros menos).

Hay que tener en cuenta que los extranjeros suelen tener un número mayor de hijos. En Castilla y León casi el 15% de los niños nacidos en 2021 fueron hijos de madres de nacionalidad extranjera, y un 40% se corresponden a nacimientos del cuarto hijo o en adelante.

Con todos estos datos, resulta evidente que la natalidad lo tiene complicado en una provincia con los índices de abandono de los jóvenes en edad fértil y el consiguiente envejecimiento de la población que no logra frenar la llegada de extranjeros.