La cuenca del Duero ha multado 5 veces menos por daños al agua en la Variante de Pajares que Asturias

Agua a raudales al paso de la tuneladoras, pinchando acuíferos del subsuelo leonés hasta dejar secos a los pueblos.

Carlos J. Domínguez

Que el accidentado, carísimo y dilatado proceso de construcción de la llamada Variante de Pajares, el doble túnel de 25 kilómetros bajo la Cordillera Cantábrica para que circulen entre León y Asturias los trenes AVE, provocó un desastre medioambiental en la riqueza de los acuíferos leoneses, que ahora desaguan en Asturias, es indiscutible.

Diversas mediciones han cuantificado ese 'trasvase' en cifras tan abrumadoras como casi 350 litros por segundo de agua de arroyos y acuíferos leoneses hacia el Principado, o 12 millones de litros cada año, lo que viene siendo como llenar 2,2 veces cada año el embalse leonés de Casares de Arbas. Un rosario desastroso que comenzó cuando el 24 de noviembre de 2005 una toneladora rompiera la primera de muchas balsas subterráneas de agua y que dejó impactantes imágenes.

Sólo hasta 2009, un informe de Pablo Valenzuela, máster en Ingeniería Geológica por la Universidad de Oviedo, contabilizó 13 fuentes y manantiales leoneses desecadas, 13 tramos de ríos con pérdidas de hasta un 31% de su caudal y hasta 9 sumideros por colapso de cavidades kársticas. En total, se ha estimado que las diferentes soluciones que el Ministerio de Fomento ha tenido que ir implementando para evitar que los túneles sean un auténtico río leonés que escape hacia Asturias superan con creces un sobrecoste de 260 millones de euros.

Con este panorama, la pregunta es qué han hecho en todo este tiempo las dos confederaciones hidrográficas competentes, la del Duero y la del Cantábrico, unos desmanes ambientales sin precedentes. Y la respuesta, a tenor de los últimos datos ofrecidos por la CHC y la CHD, es que su actuación ha sido mucho más severa en el Principado que en los despachos de la Confederación competente en la mayoría de los ríos leoneses.

65 expedientes en la parte asturiana

En concreto, Asturias oficialmente ha tramitado desde el año 2007 un total de 65 expedientes sancionadores diferentes, la mayoría de ellos (45) relacionados con vertidos de aguas y el resto por “otras infracciones”. De los primeros, hasta cinco alcanzaron la calificación de graves, 15 menos graves y 21 leves, especifican a iLeon.com fuentes oficiales de la Confederación norteña, matizando en cierto modo otras cifras aireadas por organizaciones ecologistas.

En todo caso, el montante total de las sanciones impuestas relacionadas con la Variante de Pajares en Asturias sumó hasta 2016, es decir, en una década, los 871.543 euros en total, en su inmensa mayoría (672.610,55) correspondientes a las multas por vertidos.

Prácticamente nada en este año

Y todo indica que en este año 2017 la cosa se ha suavizado -cuando la práctica totalidad de las obras están ya ejecutadas-, ya que sólo ha habido un expediente leve, sancionado con 500 euros de multa, y se tramita otro valorado a lo sumo en 600 euros más.

Muy distinta ha sido la capacidad sancionadora de la Confederación Hidrográfica del Duero, la que afecta a León, la cual ha sido públicamente criticada con gran dureza por no abrir el primer expediente para castigar el 'expolio' del agua hasta este mismo año, a raíz de conocerse que ese denunciado 'robo' de agua había sido objeto de una queja formal de los pueblos afectados por parte de la Unión Europea.

25 multas en la vertiente leonesa

Lo cierto es que CHD facilita unos datos de sanciones que están muy lejos de las cifras asturianas, aunque muy por encima de los únicos 10.000 euros que se conocían hasta ahora contra ADIF por una minucia administrativa. En concreto, los 182.000 euros de sanciones económicas impuestos por las obras del AVE por Pajares que dice la Confederación haber tramitado son cinco veces menos que la cuantía de CHC, el dinero que han sumado los 25 expedientes tramitados por daños, básicamente por vertidos también.

Los sondeos previos fueron escasos, criticados por el Instituto Geológico Minero, pero delataron la fuerza de los acuíferos. Nadie hizo casi nada. / ADIF.

Las empresas más multadas en la vertiente leonesa han sido FCC y Necso, encargadas del Lote 1 de las obras, en los 10 kilómetros que separaban La Pola de Gordón y Folledo. Esta unión temporal de empresas ha asumido 16 expedientes sancionadores por los 'pinchazos' del agua y otras afecciones.

Mientras, los otras 9 multas recayeron en las grandes compañías ACS, Dragados, Obras Subterráneas, encargadas del Lote 2 entre Folledo y Viadangos, el tramo central de los túneles de 3.867 metros de distancia.

A los 182.000 euros que oficialmente la Confederación asegura haber cobrado de sanciones hay que sumar, aparte, el dinero con el que las compañías han tenido que asumir la reposición de determinados datos causados, y que CHD cifra en otros 33.000 euros en todos estos años.

CHD afirma que sólo se vierte a Asturias un 2,5% del agua que hay

Estas mismas fuentes aprovechan para negar parte de la gravedad de las pérdidas de agua, matizando que el caudal interceptado en las obras de ambos túneles leoneses “representa un 20% del estimado en el proyecto inicial”, es decir, que está por debajo de lo que se había previsto en un primer momento. Además, añade CHD que en la actualidad “lo que desagua hacia la vertiente asturiana viene a suponer el 2,5% de los recursos del acuífero de la zona”.

Nadie ha puesto un precio a los estragos ambientales causados en los más de 10 años de estas titánicas obras para la circulación del AVE en materia de aguas, pero el poco menos de un millón de euros (1.086.543 euros en concreto) que han sumado como multas y pago de daños las compañías no suenan precisamente cuantiosas. Cabe recordar que la Variante de Pajares supera con creces a día de hoy los 3.600 millones de euros, cuando su presupuesto inicial era de 1.990 millones, amén del retraso que supera los siete años y aún sin fecha de apertura para que esta imagen de prueba de circulación de trenes sea una realidad comercial.

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