Casi 700 visitantes al monasterio de Sandoval desde su reapertura al público hace un mes

S. Gallo / ICAL

Era una petición muy demandada y las cifras iniciales así lo han puesto de manifiesto. El monasterio de Sandoval, en la localidad de Villaverde de Sandoval, perteneciente al municipio de Mansilla Mayor (León), ha recibido la visita de unas 700 personas desde que abriera sus puertas al público, algo de lo que ayer hizo exactamente un mes. La mayoría de viajeros procedieron de la provincia de León, aunque los puntos de origen fueron muy variados.

Fuentes municipales se felicitaron por esta acogida y explicaron que también que el 15 por ciento de los visitantes llegaron desde la provincia de Valladolid, mientras que un 15 por ciento fueron extranjeros, mayoritariamente polacos, chinos, coreanos y americanos, entre otros. Pero también se registraron visitas de otras provincias españolas, como es el caso de Burgos, Madrid y Cáceres.

Se espera que esta cifra siga creciendo, en especial en este mes en el que continuarán las visitas guiadas al monasterio, algo que a partir del próximo mes de noviembre se podrá realizar pero bajo petición expresa. Por el momento, los datos permiten ser muy optimista, si bien ya se piensa en seguir recuperando el edificio para poder ofrecer una visita más extensa al visitante.

La apertura del monasterio fue posible gracias a la ayuda de 10.000 euros que solicitó el Ayuntamiento de Mansilla Mayor dentro del Plan de Empleo Local, algo que ha permitido la contratación de un trabajador para gestionar el préstamo gratuito de bicicletas y facilitar que los peregrinos puedan visitar el monumento, muy próximo al Camino de Santiago.

A esto hay que sumar los 32.000 euros invertidos por la Junta el pasado verano en este Bien de Interés Cultural (BIC) para la reparación de humedades, así como los casi 70.000 euros anunciados, en una intervención pendiente de adjudicación, para mejorar el estado del claustro del monumento, interviniendo fundamentalmente en su consolidación y desbroce.

Pero uno de los aspectos que más sigue preocupando es el deterioro en el que se encuentra la conocida como Panera, un edificio auxiliar al propio monasterio de Santa María de Sandoval y cuya techumbre se espera que pueda derrumbarse en cualquier momento. De hecho, fuentes municipales alertan de que el frío del próximo invierno y las esperadas lluvias podrían acelerar su caída, algo que sería una “auténtica lástima”, en especial después del intenso trabajo realizado y que concluyó con la cesión del edificio por parte de la junta vecinal al Consistorio, lo que dio vía libre para su recuperación con carácter cultural tras muchos años de desencuentros.