No es que se haya terminado la sequía. Pero la situación mejora cada semana en los embalses leoneses de la cuenca del Duero después de haber vivido uno otoño con una importante sed hasta el punto de convertir uno de los pantanos, el de Los Barrios de Luna, en el que más bajo porcentaje de líquido tuvo de España, sólo un 4% de su capacidad total
Los datos que facilita la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) revelan que entre los grandes embalses, el que más volumen ganó la última semana fue Riaño, en León, que recibió 12 hectómetros cúbicos y almacena 202,6, todavía por debajo de los 245,8 del año anterior por las mismas fechas.
Hoy, con datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Luna y Porma ya están por encima de los registros de la misma semana del pasado año 2017, almacenando 83,5 y 102,8 hectómetros cúbicos respectivamente, frente a los 78,9 y 100,2 de 2017. ¿Quiere eso decir que se ha puesto fin a la sequía? No, porque hay que recordar que los parámetros de enero del pasado año eran excepcionalmente bajos.
Los embalses de la cuenca del Duero almacenan a día de hoy 2.673 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 35,6 por ciento de su capacidad, con lo que durante la última semana ganaron 45 hectómetros cúbicos y seis décimas en su volumen relativo de reserva.
Este porcentaje es, sin embargo, 10,6 puntos inferior al registrado el año pasado por las mismas fechas; y se aleja en 27,7 de la media de la última década, según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Cinco embalses a mayores de los dos leoneses se encuentran en mejor situación que en 2017: Arlanzón, en Burgos, con 12,7 hectómetros cúbicos, frente a los 10,5 del año anterior; Camporredondo y Compuerto, en el sistema Carrión, en Palencia, con 16,5 y 23, frente a los 8,4 y 13,8 del ejercicio pasado; y Requejada y Cervera, en el sistema Pisuerga, también en la provincia palentina, con 8,4 y 3,7 frente a los 6,2 y 2,2 de 2017.