El nuevo modelo de gestión de la sanidad en Castilla y León levanta ampollas

Hospital de León PORTADA

Ical

El gerente regional de Salud, Eduardo García Prieto, presentó hoy a los representantes de los trabajadores y los profesionales del sistema sanitario regional, el borrador del proyecto de la Consejería de Sanidad, sobre las Unidades de Área de Gestión Clínica de Castilla y León, durante la Mesa Sectorial de Sanidad. Una propuesta que levanta ampollas entre los sindicatos de clase, que consideran que conllevará un proceso de privatización acompañado de una pérdida de derechos de los trabajadores sanitarios. Por su parte, Satse (Sindicato de Enfermería) rechaza también el modelo pero ha presentado alegaciones para tratar de mejorar esta “imposición”. Por su parte, CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) asume el diseño porque supone una delegación de responsabilidad de la gestión en los profesionales.

Fuentes sindicales críticas consultadas por Ical, explicaron que el gerente dio por cerradas las negociaciones sectoriales esta mañana, con lo se espera que el documento, “quede como quede tras esta reunión en pleno mes de agosto”, y tras el informe jurídico pasará directamente a la Mesa General. A pesar de ello, organizaciones afines al modelo como CESM, esperan que se incorporen al texto sus alegaciones, y se convoque de nuevo a la sectorial, antes de que pase a la Mesa General de Función Pública. Asimismo, constataron que si se crearán dos comisiones de carácter técnico en las que se analizarán los resultados de las experiencias piloto en Salud Mental en Zamora y en Cardiología en Valladolid.

La secretaria general y de Comunicación de FSP-UGT Castilla y León, Carmen Ámez, insistió en que no apoyarán el documento porque “deja a los trabajadores en situación de indefensión laboral con pérdida de derechos irrecuperables y con la probable privatización de la asistencia sanitaria de nuestra Comunidad”. El sindicato explica que la inclusión de los profesionales en las Unidades de Gestión Clínica no es voluntaria, y advirtió de que éstas “van a ser feudos en manos del director de la Unidad, quien va a ser nombrado por la Gerencia Regional de Salud”.

El secretario general de Federación de Sanidad de CCOO en Castilla y León, Pablo Vicente, alertó de que el decreto que modificará los actuales servicios en hospitales de la Comunidad, constituyendo “la norma necesaria” para “introducir la privatización”, momento en el que la región “se parecerá a Madrid, aunque la Junta lo niegue”. Vicente explicó que los representantes de los trabajadores aportaron hoy a la mes, medidas estratégicas en el desarrollo de la carrera profesional y otras iniciativas para mejorar el desarrollo de la asistencia sanitaria. “En Castilla y León, la Junta se inventa y hace pruebas con unidades de gestión clínica”, sentenció el responsable sindical, quien añadió que el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, “no puede seguir mintiendo a la ciudadanía”. Además, criticó que esta convocatoria se haya celebrado en el mes de agosto y calificó este martes “como un día negro” para los profesionales sanitarios del sistema público regional.

De lado de los profesionales, la secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería de Castilla y León (Satse), Silvia Sáez, quiso dejar claro que rechaza el modelo de gestión clínica por el que ha apostado la Junta, que “podía haber sido otro, ya que se está aplicando desde hace diez años en autonomías como Andalucía y no ha mejorado nada”. Aún así, expuso que frente a este modelo elegido e “impuesto” desde el punto de vista de la política sanitaria, su formación no se puede quedar en el rechazo, y ha presentado alegaciones, para intentar que tenga el menor impacto negativo sobre el colectivo de profesionales al que representa.

Sáez criticó que el consejero defienda que se ha producido una participación en la elaboración de la propuesta, cuando “eso no ha sido así”, y recordó que a su entender, el gerente “dio por terminada hoy la negociación, un 13 de agosto”.

Por último, el vicepresidente de CESM en Castilla y León, Tomás Tornazo, destacó hoy que su organización apoya el modelo de unidades de gestión clínica porque supone una delegación de responsabilidad de la gestión en los profesionales, lo que “puede contribuir a una mejora de la calidad y eficiencia del sistema con mayor motivación” para el colectivo.

Afirmó que el documento se puede mejorar porque “no están claros los mecanismos de voluntariedad y no se sabe qué ocurrirá con las personas que no quieran formar parte de la unidad”. Agregó que también echan en falta “mecanismos claros de evaluación ni un sistema de financiación adecuado”.

“Por lo tanto, creemos que Sacyl no debe tener prisa con esta cuestión y debería traer de nuevo el documento a Mesa Sectorial de Sanidad antes de llevarlo a la Mesa General para su aprobación. Pensamos que es una buena idea pero que se puede mejorar porque si surge con las dudas que hay ahora sobre la mesa puede llevar al fracaso”, dijo.

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