Riña en el gallinero

No soy ferviente seguidor de los debates parlamentarios por cuanto cada día se parecen más a las disputas de un patio de vecinas que a lo que correspondería al órgano supremo de discusión de los problemas reales de la nación. Sea como fuere, y después de muchos años, he podido contemplar, con el ‘estupor’ propio de un juez, el rifirrafe sostenido entre dos compatriotas que, en mis cortas entendederas, sólo esporádicamente ejercen como tales.

Me refiero a la polémica habida en fechas recientes de un representante del Partido Socialista, de apellido Cendón y una representante del Partido Popular de apellido Muñoz. Ambos comparten, además de su origen leonés, una constante vital que se está extendiendo en la política española cual mancha de aceite: jóvenes promesas con tanta locuacidad como inexperiencia fuera del terreno de la política. Las recientes correcciones del currículum de numerosos parlamentarios, encabezados por la locuaz Noelia Núñez, que falseó su historial académico y laboral, lo que le costó el puesto, es buena prueba de todo ello. 

Por el PSOE: Javier Alfonso Cendón

El primero es un jovencito relamido del que poco se conocía, televisivamente hablando, aparte de que se sienta unas ‘filas de butacas’ más arriba del inefable cabeza de cartel, Pedro Sánchez. Lo conocía yo por las fotos de la prensa leonesa que a veces se hace eco de sus desvaríos. Como su correligionario soriano, Carlos Martínez, son capaces de diagnosticar los males que aquejan a León, para los que prescriben sangrías y pócimas, más de lo mismo. Son como aquellos médicos franceses de la Ilustración que, en el culmen de la soberbia, afirmaban categóricos que el enfermo había muerto sano, dada su gran sapiencia. También escuché que el pobre había caído en desgracia por pertenecer a la ‘cuadra’ de Santos Cerdán.

A las filípicas de este pobre aprendiz de brujo leonés, le dio cumplida réplica ese torbellino de fogoso verbo que hoy se sienta a la derecha del Padre –léase Núñez Feijoo– mujer racial en la que pesa menos la idiosincrasia leonesa que el afán de notoriedad y deseo de labrarse un sólido futuro en su partido. A veces, su verbosidad desbordante se convierte en verborragia incoercible adobada con forzado histrionismo. Por razones que se me escapan ha ido escalando puestos de responsabilidad en su formación, hasta el punto de haber sido nombrada portavoz del Partido Popular. Sus vehementes intervenciones causan fatiga.

Pues bien, hace escasas fechas, el primero ha proclamado en sede parlamentaria su condición de portavoz de León, honor que hasta el día de la fecha parecía reservado a los parlamentarios levantinos de Compromís o a los maños de la Chunta Aragonesista, dado el inconfesable baldón que supone defender los intereses de León en el Congreso de los Diputados. De hecho a los compromisarios leoneses en la Cámara Baja, nunca se les escucho hacer alarde alguno de su origen, menos aún tratar de conseguir algo para sus votantes ‘cazurros’

Bueno, pues hete aquí que el prócer socialista, tributario de los ucases castellanos, repudia, como si de efluvios sulfúreos se tratara, la más mínima posibilidad de que León se sacuda el yugo castellano. Con honrados socialistas como él, para nada necesitamos enemigos foráneos. Sin embargo, sea porque las elecciones comunitarias se vislumbran en el horizonte de marzo, sea porque tal vez vea peligrar su solio madrileño o sea por una objeción sobrevenida que lo haga sentirse más cercano a León, este padre de la patria se ha declarado solemnemente leonés y así se lo ha hecho saber a su paisana Ester en sede parlamentaria.

Por el PP: Ester Muñoz

Ester Muñoz, que se siente primero popular, después castellanoleonesa y ya, si no queda otro remedio, también leonesa, se ha desparramado en su furibunda leonesidad y le ha respondido en tiempo y forma a su adversario Cendón. Vaya por delante que en lo que va de año le he escuchado yo a esta paisana nuestra pregonar su condición de leonesa por dos veces –¡Aleluya, Dios se lo pague!– la primera vez con motivo de los incendios, la segunda frente al incisivo socialista. Nunca antes se lo escuché. Lo malo es que estas declaraciones de amor patrio sostenidas por estos dos políticos dicharacheros, poco emplumados y de cáscara aún pegada al culo, suena a impostado, a oportunismo repugnante. 

A decir verdad no sé de qué iba su desencuentro patriótico, y si quieren que sea sincero, tampoco me importa. Fue como una hoguera de paja húmeda, mucho humo y ninguna llama. Creo que a ambos les preocupa tanto León como a mí que el Chiquilicuatre no ganara el festival de Eurovisión, es decir, nada. Cuando ahora Cendón se vea arropado estos días en León por las huestes socialistas que aterrizarán en León, con el presidente del gobierno dando el pistoletazo de salida a un prospecto venido de Soria ante las inminentes elecciones autonómicas, tratará de resurgir cual ave fénix y no cual ángel caído como Tudanca. También podrá eclipsar a Ester Muñoz que seguirá con ‘taquilalia’ en sus soflamas de fin de semana.

Por 'León nos necesita': Miguel Ángel Revilla

Quizá por asociación de ideas, se me ha venido a la cabeza el reciente acto protagonizado por el cántabro Miguel Ángel Revilla en el auditorio de León para solemnizar la puesta de largo del imprescindible movimiento León nos necesita. En dicho acto participó José Luis Prada que asentó, con su peculiar discurso, una verdad incuestionable: “El futuro de León ha de estar por encima de partidos e ideologías”. O no tiene futuro, añado yo. Por cierto, en dicho acto, retumbó la voz enérgica del alcalde de León con un “¡Viva León!” que atronó el recinto y que fue correspondido por todos los enardecidos presentes con otro “¡Viva León!”, salvo por los que seguimos siendo escépticos con la trayectoria del personaje. 

Si en este sínodo socialista que amenaza con poner a León felpado de oro, el alcalde vuelve a vocear con el mismo ímpetu “¡Viva León!” Lo de la autonomía leonesa es coser y cantar. Pero me da que en esta ocasión al primer edil de León le va a faltar hilo y no le acompañará la voz.

Tomás Juan Mata pertenece a Urbicum Flumen, la Asociación Iniciativa Vía de la Plata