La diferencia entre comentar y analizar estriba en si se buscan o no las causas de lo que sucede a nuestro alrededor. Se puede equivocar uno por igual en cualquiera de los dos ejercicios, pero la intención cuenta bastante.
Así que analicemos partiendo de una premisa cínica y cierta.
Lo primero que le importa a un político es su culo. Lo segundo, la silla en que este se sienta. Lo tercero, el suelo en que esta se asienta.
En estos momentos, Pedro Sánchez necesita los votos de los independentistas, pero cabe preguntarse qué van a obtener los independentistas a cambio, y por qué lo apoyarían. La mayor parte de los medios hablan de que con eso evitarían un gobierno de la derecha, mucho más hostil a sus fines. ¿Pero es eso cierto?
Los hechos están ahí. ¿Salvo alguna concesión para sus presos y cuatro asuntos menores, qué le han sacado los independentistas a Sánchez en todos estos años de Gobierno? Nada. ¿Y al revés? Pues resulta que el PSOE ha resistido la oleada azul con la gran cosecha de escaños de Cataluña. O sea, que no les ha dado gran cosa, pero les ha birlado sus votantes. ¿Y qué puede pasar si lo apoyan para una nueva legislatura? Que les siga dando nada y les quite aún más votantes
Por definición, el irredento necesita castigo porque, en otro caso... ¿De qué se va a quejar? A los indepes, electoralmente, les va mucho mejor con un Gobierno del PP, y si el PP se une a Vox, entonces ya hay miga para señalar agravios, reales o ficticios, que alimente su hoguera de indignación, que es su fuente principal de votos.
Así las cosas, los indepes, con Sánchez, verán peligrar su trasero, su silla, y el suelo en que esta se asienta. La primera vez no lo vieron venir, pero ahora ya están avisados.
Y aún hay una segunda razón. ¿Qué pasaría en España si las regiones con movimientos independentistas fuertes, se independizaran realmente? ¿Cómo quedaría el Congreso sin los escaños aportados por el País Vasco y Cataluña? Está a la vista de cualquiera: el PP tendría unas mayorías absolutas tremendas.
Así que si de verdad quieren la independencia, más les vale pensar que será con el PP, porque el PSOE no se la va a conceder ni en sueños, por el suicidio político que supondría.
Y sí: a todos les importa un carajo España y el bien común. Perdonen el exceso de realismo.