Astorga: ¿Noble y leal?

Astorga, la capital de la Maragatería (Estorga, en leonés), la muy noble, muy leal y benemérita ciudad de Astorga, la Astorga no maragata pero sí orgullosa de que Zancuda y Colasa, genuinos maragatos, les recuerden a martillazos, hora tras hora, que la Maragatería, la Somoza histórica, sigue vivita y coleando. Es la misma Astorga que ofrece la mano y cierra los ojos a los atentados y atrocidades medioambientales que azotan la comarca, las pedanías y los pueblos de redor.

Es la Astorga cuyos abuelos no reconocerían a sus ‘Nietos’, la que para sobrevivir dejaría morir por inanición y olvido páramos, vegas, llanos, montes y sierra; villas y pueblos que secularmente le han dado vida. 

Un ejemplo de ello, por feo, es la noticia por parte del Ayuntamiento de llevar a cabo en la ciudad de Astorga su primera feria de la miel a sabiendas que en la comarca y a diferencia por ser de iniciativa popular, la Asociación Cultural Filiel Siglo XXI en el municipio de Lucillo y con pleno soporte de dicho consistorio, ya instauró a solo 30 minutos de Astorga ese ferial comarcal: 'Miliel, Feria de la Miel de Filiel, León', dedicado a los frutos de la apicultura y cuya segunda edición en Semana Santa 2024 fue de un éxito absoluto. En la reciente asamblea de socios se votó a favor de una tercera edición para 2025. 

Cabe imaginar el acierto emprendedor de los melangreiros y allegados emplazando un mercado de miel y sus subproductos para exponer dar a conocer y transmitir al público un producto tan natural y saludable justamente en el entorno donde se produce la vital colaboración que hace posible la fecundación y la producción de esa substancia: in situ, en el medio físico más didáctico, instructivo y sin comparación alguna con lo que supone exponer por y para el mero hecho de vender tarros de miel en una fría calle o plaza de una urbe, la astorgana, sin otro valor añadido que el ya sobradamente reconocido en esa milenaria y encantadora ciudad leonesa. 

¿Dónde sino viven anidan y acuden las abejas y resto de fecundadores? ¿Dónde sino radican las colonias de producción melífera? ¿Dónde sino se recoge el néctar de las flores que regurgitado por las abejas dará la miel? ¿Cuál es el lugar de trabajo de los colmeneros, de los apicultores? ¿Qué entorno sería pues el más idóneo, singular y privilegiado, para ofrecer y ofertar ese dulce placer en labios, boca y sus conocidos beneficios?

Por otro lado, es alarmante que las autoridades municipales astorganas, la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Astorga y, curiosamente, otra entidad afín (Asociación Montañas del Teleno), cuya finalidad última seria promover nada en la ciudad de Astorga ya que violaría sus principios fundacionales de desarrollo rural, agrario, social y cultural, al filo de malversar presupuestos en dar apoyo a lo contrario, no solo den la espalda, sino que faltos de capacidad innovadora y personalidad copien la iniciativa exitosa de un municipio, Filiel, al pie del Teleno y, como pocos en batalla por su futuro, traicionando y menoscabándolo al competir la capital con la iniciativa rural y promoviendo con su egocentrismo mercantilista, despoblación, geriatrificación y desolación que se suma al malvender la comarca a intereses forasteros y privados de índole feudal o autoodio local.

¿De veras, Astorga, vrbs magnífica, ejemplar, noble, leal y benemérita?