A vueltas con el Patrimonio de León (II): los restos arqueológicos medievales de la capital

Derribo de la primera casa típica en junio de 2024 en Las Cercas de la Plaza de Riaño.

Hace no mucho tiempo escribía sobre la desidia que mantiene enterrados los importantísimos restos romanos de León en la plaza de San Pelayo, aunque tenía también la intención de hablar de los restos arqueológicos medievales de la ciudad de León, si era posible, en un próximo escrito.

Se ha dado la casualidad, de que mientras planteaba este artículo de opinión, el día 29 de julio aparecía la noticia en prensa local referente a la restauración y acondicionamiento del tramo de las cercas medievales de Prado de los Judíos, en una intervención que tiene como objetivo poner en valor la muralla y sacarla de la lista Roja de patrimonio en la que se encuentra.

Por distintos avatares y otras noticias más importantes, retrasamos este escrito y al retomarlo, por sorpresa, aparece otra noticia en la que se destaca la liberación del lienzo de la muralla a su paso por la Plaza de Riaño.

La intervención en esta zona es crucial, ya que, precisamente en la zona mencionada de Plaza de Riaño se conservan dentro de un edificio que hace esquina con la conocida como cuesta del garbanzo, los restos de una de las puertas de la judería de León, la denominada Cal de Moros. Dicho de otra forma, donde se dice que los judíos de la ciudad legionense tenían su tribunal, como podemos ver bien reflejado en un fresco de la catedral de León en el trasaltar, obra de Nicolás Francés.

Peligro de falsos históricos

Otro asunto, por supuesto, sería hablar de la desaparición de esas casas tradicionales adosadas a la muralla, que han permitido precisamente que se conserve todos estos siglos. Corremos el riesgo de crear falsos históricos, como bien se recogía en el artículo de ILEÓN, si simplemente derribamos edificios. En el caso de Plaza Riaño, si se ha decidido demoler, esperemos que sea para poner en valor los restos de esa puerta tan importante, con paneles explicativos y esquemas. Decimos esto, porque los restos del arco de entrada que aparecieron antes mencionados hace ya unos años, no pueden siquiera ser vistos al estar en el interior de un edificio de nueva construcción. 

Aun así, con la actual obra de adecuación y restauración en marcha que ya puede verse en el tramo entre San Francisco y Puerta Moneda, todavía quedarán más tramos por intervenir, como el propio paseo de Independencia (el cual ha sido medio vallado en uno de sus tramos por desprendimientos) o la extensión de cercas que discurre desde Plaza Riaño hasta la trasera de la Plaza Mayor.

El último apartamento judío de la ciudad

No obstante, este artículo no se enfoca solo en las cercas, que son (relativamente) lo mejor conservado, si no que queremos mencionar que otras iniciativas, como interesarse por los restos del último apartamento judío de la ciudad, devenido del decreto de 1480, sería una muestra loable de preocupación por el patrimonio. Estos restos de muros y estancias se pueden intuir en el famoso solar frente al cual todos los leoneses hemos pasado infinidad de veces, el de la Calle de La Plata, o Pequeninna.

Estos restos casi desaparecen en 2016, cuando el grupo municipal de aquel año pudo haber ejecutado la obra de un pequeño parque en la zona que pretendía remozar todo el lugar, al igual que fue destruida la casa más antigua de la ciudad, fechada con bastante probabilidad en el siglo XV.

Más restos medievales hay en una ciudad que presume de reino a veces solo de palabra, como la vez que frente a la Iglesia del Mercado se encontraron restos de lo que llamaron 'Casa del Cura', por no mencionar la polémica con la reforma de la Plaza del Grano (esqueletos incluidos), o el tapado de unos restos que pudieron ser del desaparecido palacio de Enrique II, en lo que hoy día es un alojamiento en la calle Rúa, el tramo de ciudad que acompaña al peregrino desde la alta edad media a su paso por la ciudad, al lado del también medieval convento de las Concepcionistas. Hace ya también varios años se destruían hornos romanos reutilizados en la época medieval, en la plaza del Conde Luna.

Es cierto que la mayoría de las veces, los restos medievales encontrados corresponden a muros de canto rodado, tal vez de poca envergadura, y que son menos espectaculares que un muro de cimentación romano, pero en ocasiones estos pequeños restos ayudan a saber cómo vivía el pueblo de León, ese del que hemos heredado filandones y concejos, y del que tan orgullosos parecemos estar.

Mientras escribo este texto, en un solar frente a la iglesia de San Pedro que encontramos en venta, empiezan a asomar vestigios. Pero lo más importante puede estar en el terreno en torno a Puerta Moneda, ya que allí se van a levantar unas cuantas viviendas. Y es que en este lugar pudo hallarse la ceca de León, según cuentan los expertos en numismática medieval de este país, desde tiempos de Alfonso VI. También la casa de cambio, que siempre estaba dispuesta al lado de donde se cobraba el portazgo. Aparecerán restos, pero sabemos que no serán conservados ni siquiera bajo un cristal en el emplazamiento de lo que serán las zonas verdes de esos pisos.

Habrá que ponerle remedio.

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