El Ayuntamiento de Villablino ha convocado este sábado, 11 de diciembre, una jornada de homenaje a Carmen Marentes en reconocimiento a su labor etnográfica de investigación, recopilación y difusión de la cultura y usos de la montaña occidental leonesa durante un largo periodo de tiempo.
La concejalía de la Mujer de Villablino la nominó y propuso este año para el Premio a la Mujer Rural de León, que anualmente convoca la Diputación Provincial. No resultó elegida por el jurado pero el consistorio ha decidido dar un nuevo paso adelante con este acto de reconocimiento público, que se va a celebrar en el salón de pueblo de San Miguel. Con horario previsto de 17 a 20 horas de la tarde.
El acceso solo estará limitado por la capacidad del local y se pide respetar los protocolos anti-Covid. Será un acto sencillo, para hablar de lo que ha sido uno de sus principales intereses a lo largo de su vida, las costumbres, el habla, la música y el baile de su tierra, Laciana.
Repaso a su actividad
Siempre preocupada por el abandono de la cultura tradicional de la comarca, que el avance de la minería industrial engulló como una golosina en Laciana. En los años 70, encontró en su marido, Lucio Criado, el aliado perfecto para emprender una extensa labor de investigación.
Acudiendo a los mayores, recorriendo los pueblos de Laciana, Babia, Omaña, Palacios del Sil. En busca de los matices, el conocimiento y la sabiduría sobre ese mundo peculiar que se apagaba, de la boca de los que aún conservaban intacto el recuerdo y en algunos casos aún seguían practicando esas viejas costumbres.
Convencidos de la imbricación social y económica entre los dos lados de la Cordillera, como un único elemento sólido, no dejaron de lado su labor también en los concejos asturianos limítrofes, Somiedo, Belmonte, Narcea, Tineo o Degaña. Tanto que llegaron como grupo cultural a ser miembros fundadores de la Federación Astur de Folclore y Etnografía. Lo que les valió para ser criticados con reproches por esa actividad en nuestra provincia y de intromisión en algunos sectores asturianos.
Cuando crees firmemente en lo que haces te dan igual las críticas y los reproches. Y el tiempo ha confirmado con creces esa conexión de ambas partes porque como decía Florentino A Díez “los puertos secos, la serranía y sus naturales pasos, más unen que dividen”.
Toda esa inquietud, el trabajo, la recopilación y los conocimientos adquiridos fueron el germen de la Sociedad San Miguel de Bailes y Costumbres de Laciana que se constituyó en 1982, por un escaso grupo de 10 socios fundadores, que creían en esa labor y la necesidad de recuperar en lo posible lo que de la tradición se había perdido. Modificadas las costumbresy usos de estas tierras por unos sistemas de vida nuevos y más dados a los modernismos del momento, que se verían impulsados por la mejora en las condiciones económicas y sociales de los años 60, 70 y 80.
La Sociedad San Miguel
Aquel reducido número de socios fundadores no dejaron de ser unos incomprendidos del momento, que nadaban contra corriente, en los años de la eclosión de la música pop española de la mano de “la movida madrileña”. Cuatro locos se empeñan en recoger y poner en escena cantos y bailes de hace siglos.
La labor de hormigas pacientes fue dando sus frutos. Un grupo de bailes, de integrantes muy jóvenes, que ensayaban en el local que va a acoger el homenaje del sábado y habían empezado a dar sus primeros pasos tres años antes. Los niños empezaron a ser llamados para actuar en fiestas, eventos públicos, no solo de Laciana, también de fuera. Charlas, conferencias, explicaciones del porqué de las cosas. Un concurso literario en patsuezo (“nanuesa chingua”) eran los elementos que iban dando difusión y mostrando al trabajo realizado.
El siguiente paso fue la publicación de la revista “El Calecho”, cuyo número cero aparece en la primavera de 1983 y que hasta 1988 con su último número el 18, se ha convertido en una autentica enciclopedia de etnografía local, que se puede consultar en la Biblioteca Municipal de Villablino, que dispone de todos los ejemplares. Pero esta revista merece por si sola un reportaje más amplio.
Solo comentar, que en sus páginas han publicado textos todo tipo de personas, sabios, literatos, estudiosos, entusiastas y personas corrientes, que tenían algo que aportar con sus conocimientos y experiencias. Era el órgano de expresión de la sociedad y en su primer ejemplar hay una clara declaración de intenciones, en el editorial y el articulo titulado “razón de ser”.
Como muestra del crecimiento de la Sociedad San Miguel de Bailes y Costumbres en sus cinco primeros años de existencia, solo apuntar que en 1982 su primer presupuesto fue de 15.000 pesetas y el de 1987 ya llegó a los dos millones de pesetas.
La culminación fue la publicación del libro disco “A Xeito”, con una primera edición de 1.500 ejemplares numerados, grabado en 1987 y editado un año después y reeditado en formato CD en 1996. También merecedor de un reportaje por si solo, pues hay mucho que contar sobre esta joya de la canción y música tradicional del occidente leones.
El grupo de bailes siguió ofreciendo su repertorio hasta que la vida fue dispersando a sus integrantes, que de vez en cuando aún se reúnen para actuaciones muy concretas, como lo han hecho hace unos pocos años. Los niños de 1979 hoy ya superan todos los cincuenta años.
Es el legado de Carmen es muy importante para Laciana y de ese su primer paso para tratar de recuperar las tradiciones de todo tipo y la cultura popular.Dejó tal huella, que hoy otros colectivos siguen sus pasos, se ha generado una cierta inquietud en algunos sectores sociales de la comarca que pueden encontrar donde buscar, pues su labor ha quedado plasmada en sus publicaciones. Así hoy podemos disfrutar de varias de ellas en forma de músicas y bailes abocados en aquellos años 70 (hace ya más de cincuenta años) a la extinción definitiva.