El montañero y corredor leonés, Manuel Merillas, decidió probar suerte, de manera espontánea, con uno de los mayores retos internacionales del 'trail running' o carrera de montaña. El pasado viernes 18 de agosto Merillas se propuso arrebatarle a Killian Jornet el récord de tiempo en ascenso y descenso de la montaña Cervino, en los Alpes.
El catalán consiguió en 2013 el mejor tiempo de la historia en esta montaña, logrando hacer el recorrido en 2 horas y 52 minutos. Una marca que quedaba muy alejada de la que había conseguido Bruno Brunod en 1995 (3 horas y 14 minutos) y que le desplazó al segundo puesto.
Desde entonces, ese récord imbatible se ha convertido en una llamada para el resto de deportistas como Manuel Merillas, que intentan arrebatarle el puesto a Jornet “para ver si es un reto imposible para mí o posible pero muy difícil”, ha dicho el leonés en sus redes sociales, donde ha narrado su experiencia.
La ruta comienza en Cervinia pasadas las 14 horas, con unas condiciones que él mismo califica como “nada buenas”: “En la maroma vertical, antes del refugio, ya me toca pararme un minuto, e iluso de mí pensé que con suerte ya no tendría que parar más en las maromas o cadenas...”, ha contado el leonés.
Sorteando a otros montañeros, con alguna espera, y la nieve más reciente que se encuentra todavía en la montaña, Merillas es capaz de tocar la Cruz Madonna en 2 horas y 3 minutos. El ascenso ha terminado y ahora toca la segunda parte de la ruta: “Lo primero que pienso es baja tranquilo, baja seguro y, cuando salgas de la roca húmeda, baja como sabes”, comparte el montañero.
Es en esta bajada en la que más tiempo pierde el leonés, ya que se topa con algunos montañeros que le obligan a detenerse casi diez minutos: “De cima al refugio Carrel fui despacio, mucha gente en este tramo y muy amable al dejarme paso. Paso el refugio y según iba pensado en bajar de las 3 horas ya veo el atasco en la maroma vertical... 8 minutos de reloj parado esperando a que subieran 2 personas. Miro el reloj y el tiempo de Kilian cada vez más lejos, pero aún estoy al alcance del de Bruno Brunod”.
Finalmente, y “esquivando gente como si fueran conos”, Merillas llega a Cervinia con una marca de 3 horas y 12 minutos, superando la anterior marca de Brunod y otorgándole el segundo mejor tiempo en la montaña Cervino, finalizando así lo que para Merillas ha sido una prueba de capacidad: “El por qué de hacer un intento al Cervino así sin previo aviso es simplemente porque sabía que no era el día y sólo el hecho de intentarlo me iba a quitar muchas dudas”, ha dicho. “La conclusión es que este récord es muy difícil, pero no imposible”.
A pesar de esta increíble hazaña, el montañero rápido leonés volverá a intentarlo “con la montaña reconocida y cuando las condiciones sean perfectas”.