Denuncian que una obra con maquinaria pesada destroza gran parte de una calzada romana en la provincia de León
El Seprona de la Guardia Civil y Patrimonio de la Junta de Castilla y León investigan los posibles daños en 1,3 kilómetros de una de las vías mejor conservadas de España, que niega el alcalde de Castrocalbón. Los arqueólogos acudirán a la Fiscalía
Un camino contra otro camino. El arreglo de un vial rural en pleno campo presuntamente ha dañado un amplio tramo de otro camino con cerca de 2.000 años de vida, como parte que es de una calzada romana que en tiempos unió Asturica Augusta (Astorga, provincia de León) con Bracara Augusta (Braga, en Portugal) y que a juicio de los expertos presentaba una de las mejores trazas conservadas en Castilla y León y en España.
A raíz de una denuncia vecinal presentada ante la Guardia Civil, y de otra por vía penal que otro experto en ingeniería romana asegura que en breve interpondrá, en Seprona ya investiga el presunto destrozo que las obras de arreglo de un camino rural ejecutadas con maquinaria pesada en municipio de Castrocalbón ha causado en una buena parte del trazado de la calzada romana que forma parte de la vía 17 del Itinerario de Antonino.
En concreto, según la denuncia, las obras se realizaron entre los días 13 y 19 de marzo, empleando maquinaria pesada que no tuvo en cuenta la presencia de la vía, la cual incluye la Calzada de la Valdería o del Del Monte de la Chana. Se trata de unos restos protegidos como Patrimonio Cultural y que, de hecho, en esta ocasión estaban señalizados a muy pocos metros de donde han trabajado las máquinas.
La voz de alarma pública y muy indignada la ha levantado uno de los mayores expertos en arqueología de ingeniería romana en España, Isaac Moreno Gallo, el cual tiene claro que lo ocurrido en el monte del pueblo de Calzada de la Valdería es “el destrozo de casi un kilómetro y medio de una calzada perfectamente conservada”, catalogada y protegida.
Bajo su punto de vista, ha sido una atrocidad patrimonial que “pienso llevar por la vía penal, presentándolo ante la Fiscalía de Medio Ambiente”, “harto” ya, dice, de que estas cosas ocurran en este país con tanta asiduidad como impunidad, al igual que hace poco también se ha sufrido en otros restos de Lerma (Burgos) o en Retortillo (Soria), ambos casos del verano pasado y ambos por él denunciados. En el vídeo de arriba lo explica con mucha más profundidad.
El alcalde niega la mayor
Como en este último caso de Retortillo, el alcalde de Castrocalbón niega la mayor en gran medida. Donde Moreno Gallo habla de profundas zanjas, de maquinaria pesada y de que “se dieron cuenta de lo que ya habían roto, porque pararon”, el regidor, Luis Antonio Cenador (PSOE), habla de “un simple mantenimiento del camino” rural que ya existía, con apenas “alisado y comparación para quitar unos baches”, dice literalmente, negando así que se hayan producido daños serios.
Explica el primer edil, como ya lo hizo ante el Seprona de la Guardia Civil que acudió a instancias de un vecino, que se trata de una de las obras de viales rurales que en cada municipio ha repartido la Mancomunidad de la Cabrera-Valdería a la que pertenecen. Y añade que se ejecutó bajo la guía de “una memoria que expusimos sin que hubiera ninguna alegación”. Es por eso que atribuye el escándalo a “personas que quieren sacar rédito político” a pocas semanas de las elecciones municipales.
Conexión política ha habido, según admiten fuentes de la Delegación Territorial de la Junta en León, por una de las dos vías por las que ya hay conocimiento del caso, aunque en fase “muy inicial”. Y es que por un lado, el portavoz del PP en la oposición en Castrocalbón ya comunicó el posible destrozo a la delegada territorial, que a la vez es presidenta provincial de la formación.
Visita e informe del arqueólogo
Por otro lado, “recientemente” el Seprona de la Guardia Civil contactó con el área de Patrimonio de la Junta para recabar información de la protección de este 'monumento' cuyo destrozo se denuncia. Es por eso que este mismo martes 28 de marzo el arqueólogo territorial irá al terreno afectado a estudiar el caso y redactar después un informe que evalúe si ha habido daño y cuánto. En caso de confirmarse, será el momento de decidir si la Junta abre expediente sancionador o se pueden adoptar otras medidas.
Nada de esto aplaca la indignación de Moreno Gallo, a quien le duele que “han metido la cuchilla” sobre el vial milenario como si fuera sobre su propia piel, recordando que estas vías romanas son “un bien patrimonial y por lo tanto protegido”.
Estaba señalizado
Le duele incluso más en este caso porque “llevamos años exigiendo que este tipo de restos al menos se señalicen”. Y en Castrocaldón así se había hecho. Una fotografía que obra en su poder demuestra que a escasos metros del camino ensanchado y las zanjas abiertas permanece el cartel indicativo de la calzada romana, junto a la cual incluso persisten restos de un campamento de la época. Por eso clama contra otro “delito gravísimo contra el patrimonio” en un viejo camino que ya “había sido muy maltratado durante 2.000 años” pero a pesar de lo cual “estaba perfectamente conservado, de hecho, uno de las mejores calzadas de la provincia de León y de toda Castilla y León”.
Una calzada muy especial
El amplio tramo de calzada romana que se ha podido destrozar con las recientes obras se enmarca dentro de un tramo recto de casi 3,5 kilómetros de la Calzada de la Chana, junto al pueblo de Calzada de la Valdería (Castrocalbón), pueblo que es muy evidente de dónde saca su nombre. Tal y como se reseñaba en un cartel situado junto a las polémicas obras actuales, se sitúa en la zona alta de la terraza del río Eria donde mandan las encinas y donde su trazado conserva perfectamente visible parte de su agger o terraplén.
Este tramo de camino milenario, según identificó E. Loewinsohn con diversos trabajos prospectivos, comunicaba entre sí a varios campamentos militares romanos de planta cuadrangular y esquinas redondeadas. En un principio se atribuyen a la Cohors III Gallorum, debido a que en las inmediaciones se localizaron varios mojones de piedra que parecían delimitar el territorio que abarcaba esta unidad castrense respecto a las ciudades vecinas. Más recientemente, se considera que estos campamentos eran puntos de práctica militar de la Legio X Gémina, que tras el término de las Guerras Cántabras se instaló a unos 15 kilómetros al sur, en las inmediaciones del pueblo de Vidriales (Zamora), y que después fue la mansio de Petanonium, hito de esta ruta desde el siglo II.
En la parte española de la vía romana número 17 del Itinerario de Antonino, entre Asturica Augusta (Astorga) y Bracara Augusta (Braga), han aparecido cinco miliarios, es decir, cinco hitos de piedra cilíndricos que indicaban las distancias en el transcurso de las calzadas romanas. Y uno de esos miliarios, fechado en el año 225 después de Cristo, referido a los emperadores Valeriano y Galieno, fue encontrado precisamente en el actual municipio de Castrocalbón, corroborando así las dataciones de la calzada.
Se considera que esta vía sigue el trazado de una precedente que habría sido construida por Augusto con finalidad militar durante las guerras contra Cántabros y Astures, de ahí la presencia de los diferentes campamentos, como el de Petavonium en la actual Rosinos de Vidriales o los de Castrocalbón, uno de ellos junto a la calzada ahora amenazada.
Este trazado se cree que siguió activo durante los siglos II y III, ya que al uso militar le siguió una utilidad ya administrativa y económica, puesto que por aquí viajaba el oro entre los conventus de Asturica a Bracara, gran parte de ese oro extraído de Las Médulas y otras muchas minas auríferas que nutrían el imperio.
Fue precisamente el declive de las extraciones de oro a partir del siglo III las que motivaron el declive de algunos núcleos urbanos, como la actual Astorga, y a la postre el mayor desuso de esta calzada, pese a que las condiciones geográficas ayudaran a su conservación hasta nuestros días.