Concierto de American Aquarium en la Taberna Belfast

American Aquarium

Julio Hurtado

American Acuarium te transportan a lo más profundo de Estados Unidos. A lo más profundo de la música del sur, de las raíces de ese vasto crisol de músicas que son los EEUU. Y bien saben lo que hacen estos chicuelos. Americana de alta destilación, con arreglos y melodías country, que te dejarán la impresión de estar mascando hierba en un rancho de Tejas mientras atardeces viendo como tu ganado pasta en la llanura.

No van en broma, pues la carretera y la carrera discográfica de la que hacen gala estos zagales es digna de bandas consagradas y experimentadas, que lo son, pero con la diferencia de su edad: son muy jóvenes, y lo hacen de libro.

Un concierto para disfrutar, sin duda, para hermanarse con la tierra. Southern rock de altos vuelos en Taberna Belfast. Recomendadísimos si lo tuyo es Bruce Springsteen, Drive By Truckers o Wilco, por citar solo algunas de sus más claras influencias.

Vienen de Carolina del Norte, un estado que por mucho que lo diga su nombre, es sur, sur. American Aquarium es una banda que hace un rock reconocible entre el alt-country y el Americana, y que muestra una sorprendente calidad interpretativa ganada gracias a su hiperactividad sobre los escenarios –salen a más de 300 conciertos al año- y una más que sobrada capacidad compositiva, demostrada por la facilidad con la que sus temas nos penetran y nos enganchan a la primera.

El líder de todo esto, BJ Barham, un pipiolo de sólo 26 años que se empeña en competir en precocidad con el mismísimo Ryan Adams, se encarga de escribir la totalidad de los temas y uno se pone a temblar sólo con imaginar hasta dónde puede llevar a esta banda si sigue con esta dedicación que ya les ha llevado a publicar cuatro álbumes en sólo cuatro años. Esto es vivir por y para la música.

Los dos últimos trabajos, grabados en 2009 y 2010 son un buen ejemplo de lo que este grupo es capaz y hacia dónde puede dirigirse. Digo esto porque, a pesar de llevarse sólo un año de diferencia, el último para nada es una continuación del anterior. En Dances For The Lonely el grupo se concentra en temas más directos, más contundentes y más desinhibidos, donde el espíritu de Springsteen sobrevuela muy rasante (especialmente en Mary, Mary, Queen of the Scene o Good Fight). Muy adictiva resulta Ain’t Going To The Bar, que a mí particularmente me recuerda al New Girl de The Long Winters, y no menos contagiosa la canción que abre el disco, Katherine Belle, una verdadera “danza para solitarios” –como reza el título del álbum- a ritmo de saxofones y trompetas. Más epidérmicos se muestran en los temas desenchufados, sobre todo City Lights, Tennessee o Betting Man, donde salen a relucir poco veladas influencias de Whiskeytown. A destacar también Lousiana Beauty Queen, el tema más blues del disco o I Hope He Breaks Your Heart, lo más genuinamente sureño que, a modo de himno, resume el carácter reivindicativo del disco y la temática del mismo: el dolor y el despecho de los corazones rotos.

Domingo, 27 de mayo. 20:30 horas

Taberna Belfast (Santa María del Páramo)

Entrada: 8 anticipada y 10 taquilla

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