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El 'polvo meteorológico' que las estrellas depositaron sobre Villablino

4 de octubre de 2025 10:17 h

Destaca sobremanera cuando lo que cae del cielo no es ni lluvia, ni granizo, ni nieve, sino un pequeño aparato que provoca sorpresa en quien lo recoge. ¿Qué será eso que está colgando de un árbol? Si el afortunado receptor tiene inquietudes por conocer más sobre este artilugio; rebusca y hurga conforme a sus posibilidades hasta dar satisfacción a su curiosidad.

Este es lo que le ha sucedido a un vecino de Villablino, Víctor, cuando hace unos días observó enredado en las ramas de un nogal de su huerta un objeto blanco unido a un largo trozo de cuerda del mismo color. Utilizando una escalera manual llegó a hasta el aparato para observarlo de cerca.

Cuando ya lo tuvo en sus manos, comprobó que se trataba de una radiosonda meteorológica. Ya una vez en casa, internet fue su gran aliado y la red le facilitó multitud de webs y enlaces para conocer más sobre estos artilugios. 

¿Qué es una radiosonda?

“Una radiosonda es un dispositivo meteorológico que se utiliza para medir condiciones atmosféricas a distintas altitudes. Se conecta a un globo de helio o hidrógeno y recopila datos como temperatura, humedad y presión mientras asciende”, explica una definición técnica.

Suelen subir en la atmósfera hasta unos 40 kilómetros. El globo que la hace ascender se infla con helio o hidrógeno y a medida que aumenta la altura desciende la presión del aire, con lo que el globo va aumentando de tamaño hasta que explota y comienza la caída, y cuando se abre el paracaídas el descenso controlado.

“Una radiosonda está compuesta por varios componentes esenciales. En su interior, lleva sensores que miden las diferentes variables atmosféricas. También contiene un sistema de comunicación, que permite enviar los datos recopilados a una estación terrestre. Además, lleva un pequeño paracaídas, que permite que la radiosonda descienda de manera controlada una vez que ha completado su misión”, continúa la descripción experta.

Así, el vecino de Villablino encontró no sólo que era este tipo de ingenio sino la página de la empresa fabricante, la finlandesa Vaisala, que ofrece todos los datos necesarios para reconocer el modelo RS41, el funcionamiento de la radiosonda o como prepararla para ser lanzada.

Estos modelos son utilizados por la Agencia Española de Meterorología que diariamente lanza a la atmósfera varios de estos artilugios desde distintos puntos del territorio nacional. Los más próximos a Villablino, La Coruña, Santander y Madrid. Pero también pueden ser lanzados por universidades, asociaciones o particulares.

Cuando se indaga en los buscadores de la Red, se comprueba que también hay aficionados que juegan y se divierten buscando estas sondas rarastreándolasara recuperarlas.

El último paso de Víctor fue ponerse en contacto con el 1-1-2 para informar del hallazgo y que lo recojan, donde le remitieron a la Guardia Civil y estos a su vez a la Policía Local de Villablino, que pasaron a hacerse cargo el aparato. Los fabricantes y la Aemet recomiendan depositarlos en un punto limpio.

Un acontecimiento infrecuente que nos permite conocer algo más de como los servicios meteorológicos recopilan información para poder ofrecer unas mejores previsiones y ampliar los datos atmosféricos. O sonreírnos con la recomendación de un amigo del afortunado: “Ojo a la fruta de ese árbol, que decían los antiguos que el polvo de estrellas es afrodisíaco”.