Victorino Alonso ve como uno de sus asuntos legales pendientes se enreda un poco más. Si ya en 2011 fue imputado por un juzgado de Huesca por la destrucción de un yacimiento neolítico en una cueva ubicada en una de sus propiedades, ahora un testigo, a la sazón exempleado, le acusa directamente de haber ordenado la destrucción de los restos de la cueva.
El yacimiento neolítico de la cueva de Chaves era considerado uno de los dos más importantes de la península ibérica, junto a la cueva de Or en Valencia. En marzo de 2009, por una visita de los responsables del museo arqueológico provincial de Huesca se conocía la noticia de que había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba por excavar más del 90% del mismo.
La asociación Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragón) ha revelado que un extrabajador llamado a testificar en la causa le acusa de ordenar directamente la destrucción de este importante patrimonio aragonés. Así, en sede judicial, habría acusado al polémico empresario de ordenar llevar maquinaria para eliminar los restos de la cueva.
La prensa aragonesa indica que la acusación particular solicitará la apertura de juicio oral contra el empresario leonés y que la fiscalía de Aragón estudia solicitar 50 millones de euros de indemnización al empresario por la destrucción del yacimiento.
La cueva de Chaves se ubica en una finca de caza del empresario en la localidad oscense de Bastarás.